La Jornada miércoles 8 de marzo de 2000

José Luis Manzo
Las sinrazones de Téllez /II y última

En consecuencia, el precio del petróleo mexicano exportado puede mantenerse a los niveles actuales, sin que ello provoque contracción de la actividad económica estadunidense ni reducciones en las exportaciones mexicanas hacia ese país. Estos temores son infundados.

ƑQué tanto han bajado los inventarios de petróleo en Estados Unidos a partir de que los precios comenzaron a subir a finales de 1998? En realidad dichos inventarios no han variado significativamente. Al cierre de 1997, los inventarios estadunidenses de petróleo crudo en manos de empresas privadas ascendían a 305 millones de barriles, y para finales de 1998 esa cifra subió a 324 millones. Al cierre de 1999 bajaron a 310 millones de barriles, cifra inferior en 4 por ciento a la de 1998, pero superior en 2 puntos porcentuales a la de 1997. La situación es similar si se consideran los inventarios totales de petróleo y otros combustibles líquidos.

ƑResulta indispensable que los países productores, en particular México, incrementen sus exportaciones a partir del próximo mes de abril para reconstituir lo poco que han perdido esos inventarios, y con ello provocar que bajen los precios? No es necesario porque al término de cada periodo invernal, a finales de marzo, el consumo de petróleo disminuye. La experiencia muestra que entre el primero y el segundo trimestre del año la demanda mundial de petróleo se reduce entre 2 y 3 millones de barriles diarios. Por ello, si los países productores mantienen la misma cantidad de petróleo exportado, esa reducción en el consumo provocará un incremento natural en los inventarios. En caso de que México y otros países productores decidan incrementar sus exportaciones a partir de abril, esos volúmenes adicionales se agregarían a los que dejan de consumirse al finalizar el invierno, lo que incrementaría los inventarios más allá de lo previsto y provocaría el comienzo de un nuevo derrumbe de los precios. El secretario de Energía de México está obligado a reflexionar seriamente sobre la conveniencia para el país de hacer realidad su propuesta de incrementar las exportaciones mexicanas a partir de abril próximo.

Es deseable alcanzar la estabilidad del mercado petrolero internacional para evitar alzas o caídas exageradas en los precios. Ello podría lograrse si productores y consumidores llegan a verdaderos acuerdos para mantener el precio dentro de una banda, fijando un tope máximo para evitar precios inmanejables a los países consumidores, pero también un tope mínimo para no castigar severamente los ingresos de los países productores. Esto es muy difícil de lograr porque la verdadera intención de los grandes consumidores es obtener el petróleo al precio más bajo posible, sin interesarles qué pase con las economías de los productores. Desgraciadamente, las mal llamadas "libres fuerzas del mercado" por sí solas no son capaces de regular adecuadamente el mercado petrolero internacional, como pregonan los teóricos del neoliberalismo y la globalización.

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