MIERCOLES 8 DE MARZO DE 2000
Ť Está en riesgo la seguridad de la central nuclear, advierte la organización
Greenpeace: hay serias deficiencias en la operación de Laguna Verde
Ť El equipo es obsoleto, según un estudio de expertos Ť Elías Ayub habría mentido a diputados
De acuerdo con un informe "confidencial y de circulación restringida" de especialistas internacionales, la central nucleoeléctrica de Laguna Verde (CNLV) sigue presentando "serias deficiencias en el desempeño de sus actividades fundamentales" en 63 de sus 72 áreas, entre ellas "falta de preparación del personal, deficiencias en el simulador, equipo viejo y obsoleto e insuficientes controles radiológicos para reducir la exposición del personal", mismas que comprometerían su seguridad nuclear, dio a conocer ayer Greenpeace.
La organización -que en conferencia de prensa presentó ese documento, el cual la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no difundiría por razones de derecho de autor- anunció que exige el paro total de la central hasta que el gobierno ordene una auditoría técnica y administrativa independiente.
Alejandro Calvillo, presidente de Greenpeace México, reveló también que en octubre pasado ocurrió un paro de emergencia automático que estuvo a punto de provocar una pérdida de refrigerante en el reactor 1, lo cual, de haber ocurrido, podría haber suscitado "un grave accidente". Desde hace diez días ese mismo reactor se encuentra en un estado semejante, alertó.
Las deficiencias de la central se relatan en un reporte confidencial de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO, por sus siglas en inglés), que desmentiría al director general de la CFE, Alfredo Elías Ayub, quien -según Greenpeace- no lo divulga bajo el argumento de "respeto a las leyes internacionales de derecho de autor".
El pasado 15 de febrero, el funcionario envió una carta al presidente de la Comisión de Ecología de la Cámara de Diputados en la que explica que de acuerdo con un estudio de la WANO se consideraron "como aceptables para su operación las condiciones de seguridad de Laguna Verde". Greenpeace repartió fotocopia de la misiva a los reporteros.
Un informe "confidencial"
El documento de más de 170 páginas redactado en inglés, presuntamente fue elaborado en octubre y noviembre pasados por 18 operadores de centrales nucleares de diversos países destacados por la WANO, a petición del mismo director general de la CFE, quien reconoce esto en su carta al diputado ecologista Alejandro Jiménez Taboada.
De acuerdo con Greenpeace, el informe preliminar de la WANO, organismo "pronuclear" que evalúa continuamente la operación de las plantas atómicas e incluye a las que aspiran a la excelencia, llegó "en un sobre de manera anónima" a sus manos, no obstante lo cual garantizó su "confiabilidad y autenticidad", pues explicó que el texto ya fue sometido a un análisis por su equipo de asesores, todos ellos expertos en materia nuclear.
Además la organización ecologista ya envió copia del mismo a las comisiones del ramo en el Congreso, a Greenpeace International y al gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, entre otros.
En el resumen que presentó Calvillo se destaca que "el informe contiene las notas de trabajo y las primeras conclusiones" obtenidas por los expertos de la WANO y "refleja las numerosas anomalías e irregularidades con que la planta trabaja".
Sin embargo, Elías Ayub asegura que las condiciones de seguridad de la central no sólo "son aceptables", sino que "cumple todas las normas de seguridad internacionalmente establecidas para este tipo de plantas". Ello porque el pasado 6 de enero Greenpeace había dado a conocer la existencia de dicho informe y que la calificación era "mala".
"Esto se atrevió a decir el director de la CFE, y agrega que ya se tomaron las medidas para llegar al objetivo de excelencia en Laguna Verde. Esto tiene implicaciones legales muy fuertes que corresponde a otros investigar: mentir al Poder Legislativo", sostuvo Calvillo.
En la misiva, el titular de la CFE reconoce que "esa asociación (la WANO) presentó algunas propuestas con objeto de que la CNLV llegue a ser considerada una planta de excelencia". Con esto, Calvillo consideró que Elías Ayub "falseó" la información a los legisladores.
El funcionario mandó también a Jiménez Taboada una copia de la misiva que a su vez le remitió el director de WANO, W. R. Kindley, con fecha 7 de enero de 2000, en la que certifica las condiciones "aceptables" de la planta. "Ello hace suponer que el director de la CFE pidió esta carta por encargo al director de WANO", aventuró el presidente de Greenpeace México, quien también entregó a los reporteros fotocopia de esta segunda carta.
Ante el requerimiento de un ejemplar del informe por parte de la comisión legislativa, Elías Ayub responde: "Como lo explica la carta de la WANO, no les está permitida la difusión del reporte, en atención a la Convención de Berna y la Convención Universal de Derechos de Autor, ya que implicaría una violación con efectos legales, por lo que la CFE atenderá estas razones".
Calvillo explicó que en la introducción al estudio se advierte que "se están dando limitadas copias del mismo a la central nuclear" y se pide que haya "un control estricto" de su distribución en la planta. Agrega el activista que la propia WANO indica que "ellos mismos no van a retener copias de este documento, una vez que ya se tenga el reporte final. Por lo tanto, la asociación exige que se destruyan o se le regresen todas las copias una vez que hayan recibido el informe final".
"Nosotros nos preguntamos de qué tipo de industrias trata esto. ƑEs una industria para la fabricación de armamento atómico? ƑPor qué los reportes sobre el desempeño de los trabajadores en una central eléctrica se manejan de esa manera? ƑPor qué se tiene que destruir toda evidencia de las irregularidades que se cometen en la central nuclear? Este informe tendrá repercusiones a nivel internacional", advirtió el ecologista.
Las deficiencias en la central
El catálogo de deficiencias que reportan esos 18 expertos y que indican "graves problemas de seguridad en Laguna Verde", estarían encabezadas por "la falta de preparación del personal responsable, la falta de aprendizaje y de retroalimentación a partir de las experiencias internas y externas, deficiencias en el simulador, existencia de equipo obsoleto, así como una grave falta de gestión y organización del trabajo y comunicación" entre las diversas áreas envueltas en la seguridad de la planta.
Además, en numerosas ocasiones se expresa "de manera contundente la falta de cultura de seguridad y la carencia de procedimientos para evitar que los 'eventos no programados', que incluso podrían ser accidentes, se repitan", expuso Calvillo.
En los extractos sobre el apartado "Controles de Exposición a la Radiación", que proporcionó Greenpeace, se precisa: "Varios eventos que han ocurrido en los últimos dos años y las condiciones actuales observadas indican que no se han utilizado suficientes controles radiológicos para reducir la exposición del personal".
Además: "Dos áreas con altos niveles radioactivos no habían sido identificadas en inspecciones previas", de tal manera que trabajadores ingresaron a las áreas con altos niveles radiactivos. Y concluye: "Algunas exposiciones no planeadas suceden cuando el personal reacciona frente a una real o percibida urgencia completando la tarea muy rápido".
En el capítulo de "Prácticas de Control de la Contaminación", la conclusión de la WANO es que: "Muchas prácticas de trabajo contribuyen a esparcir la contaminación a áreas limpias" y "administradores y supervisores son ignorantes de algunas contaminaciones en cuanto que no son reportadas al personal de protección radiológica".
Las conclusiones, según Calvillo, son demoledoras: "El examen identificó que se requiere de una supervisión efectiva en todas las áreas y no sólo en aspectos de la alta especialidad, sino desde las labores básicas. (...) Los resultados del examen de la cultura de seguridad son comparables con las debilidades similares observadas en el resto de la planta".
Ante esta situación, Greenpeace pide el paro total de las operaciones de la CNLV hasta que el gobierno ordene una auditoría independiente, la cual ha sido solicitada por la organización desde el 12 de abril de 1999, poco antes que la Secodam inhabilitara a 11 altos funcionarios de la central nucleoeléctrica, entre ellos al propio gerente general, Francisco Torres, cuyo sucesor es Miguel Medina. (José Juan de Avila)