MIERCOLES 8 DE MARZO DE 2000
Ť La decisión es firme, pero no hay que tomar decisiones apresuradas, dice
Vigilar cuentas externas, recomienda Rangel
Roberto González Amador Ť El cambio hecho por Moody's a la calificación de la deuda soberana de México, que colocó en nivel de grado de inversión, es un reconocimiento de la comunidad financiera mundial a la fortaleza económica y política del país, afirmó Héctor Rangel Domene, presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM).
''La decisión de Moody's es firme, pero lo más conveniente ahora es no tomar decisiones apresuradas y mantener una vigilancia estricta sobre las cuentas externas del país'' ante la eventual entrada de mayor inversión extranjera, dijo en entrevista con La Jornada.
Las últimas crisis sufridas por México obedecieron a desequilibrios en las cuentas externas, sobre todo a un aumento en las entradas de inversión extranjera de corto plazo que provocó inestabilidad en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
En un anuncio que tomó por sorpresa a los mercados financieros locales, que lo esperaban para después de las elecciones federales del 2 de julio, la agencia calificadora estadunidense Moody's Investors Service elevó ayer su calificación para la deuda mexicana a un grado de inversión, lo que abaratará el costo del crédito para las empresas y el gobierno y propiciará una mayor entrada de capitales al país.
Héctor Rangel Domene opinó que la mejora en la calificación de la deuda mexicana emitida por Moody's es ''un reconocimiento al camino recorrido para lograr la estabilidad económica y política'' y la interpretó como una muestra de la confianza de la comunidad financiera internacional en el país.
Para el dirigente de la ABM la opinión emitida el martes por la calificadora tendrá un impacto positivo de reducción del costo de la deuda de las empresas, bancos y gobierno mexicanos.
De acuerdo con la última cifra disponible, la deuda externa del sector bancario privado era de 15 mil 524 millones de dólares, mientras la de las empresas se situaba en 47 mil 529 millones de dólares y la del sector público en 81 mil millones de dólares. En 1999, la economía mexicana transfirió al exterior recursos por 13 mil 348 millones de dólares para cubrir los intereses de la deuda externa de los sectores público, privado y bancario, según información del Banco de México.
Héctor Rangel Domene no dudó en calificar el anuncio de Moody's como un hecho positivo, pero pidió cautela ante la probabilidad de que ahora aumente el flujo de inversión, directa y con carácter especulativo, que ingrese al país.
''Con esta noticia habrá más inversionistas extranjeros interesados en comprar acciones de firmas mexicanas, incluidas las de los bancos. Esto tendrá un impacto positivo, pero no hay que descuidar el manejo de las cuentas externas'', apuntó.
El presidente de los banqueros fue interrogado sobre la posibilidad de que Moody's haya actuado con precipitación al mejorar la calificación de la deuda mexicana cuando faltan menos de 16 semanas para la elección presidencial. ''Hay avances democráticos en el país que dan confianza a los inversionistas del exterior'', respondió.