ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El jefe Diego demostró ayer cuán pequeña puede hacerse la lengua si la cola ha crecido tanto.

El Diego de la lengua larga

En el 94, como candidato presidencial, la bravuconería oratoria de Fernández de Cevallos parecía irrebatible.

Los años siguientes continuó apareciendo como una especie de guía moral del panismo, un líder sin cargo específico. Pero en esos mismos años se fue acentuando también, todavía sin tanto escándalo, la carga de los compromisos y de las referencias incómodas.

Diego, el abogado, era un exitoso gestor en las oficinas públicas dominadas por el priísmo al que ese mismo Diego decía combatir como político. Las concertacesiones que durante el salinismo había hecho eran reproducidas también para fines particulares. Diego ejercía su profesión con puros asuntos importantes y difíciles, cuya resolución apadrinada le dejaba millones de pesos de ganancias.

Diego, el beneficiado con los carísimos predios de Punta Diamante, en Acapulco. Diego, el abogado relacionado con el Banco Anáhuac, desde el que se realizaban varios de los negocios sucios en los que participaban personajes con el apellido De la Madrid. Diego, el abogado de asuntos en los que aparecían (o desaparecían) señores de los cielos. Diego, el abogado exitoso que se quedaba por aquí y por allá con un predio, un rancho, una propiedad. Diego, el hombre al que se abrían las puertas de jueces y magistrados, de la misma manera que se le abrían las puertas de Los Pinos. La línea política era pagada con la línea judicial. En unos casos eran diputaciones, senadurías y gubernaturas. En otros, sentencias en la dirección deseada, favores, discrecionalidad para con el amigo, el aliado, el cómplice.

El Diego de la lengua empequeñecida

Pero ayer, en el programa de televisión que conduce por las mañanas Joaquín López Dóriga, en el canal 2, Diego se topó con la firmeza de Andrés Manuel López Obrador, quien le acusó una y otra vez de haber sido cómplice del salinismo, de ser un farsante, de enriquecerse a partir de sus asuntos de abogado como pago por sus servicios al régimen. Diego, el orador de los estremecimientos, el hidalgo barbado dispuesto siempre a lanzar su verbo en defensa de la verdad, se empequeñeció, se enredó, y apenas pudo intentar un rejuego de palabras contra López Obrador al mencionar, sin asumirla, la calumnia familiar con la que el régimen (ese régimen, el de las complicidades con el PAN) suele tratar de descalificar al tabasqueño.

No es poca cosa el logro de Andrés Manuel. No sólo exhibió en su verdadera dimensión al llamado jefe Diego (šAh, la historia que no perdona: ese video irrefutable , en el que el supermillonario abogado promueve la quema de las boletas electorales del fraude salinista de 1988!), sino que además le dio contexto a la telenovelera reaparición de este personaje, quien aceptó ser candidato a senador por el Distrito Federal con la intención de asumir el liderazgo que Santiago Creel no tiene, y hacerle la campaña a éste antes de que siga descendiendo en las encuestas de opinión. Por ello, Andrés Manuel debatió ayer en Televisa con el verdadero jefe del panismo capitalino, con el hombre que pretende entrar a oxigenar una campaña declinante.

La represalia que viene: el asunto de la residencia electoral

Desde luego, tan exitoso lance del tabasqueño generará inmediatas represalias de la pareja biónica a la que siempre se encomienda Fernández de Cevallos: el PAN y el PRI-gobierno.

A partir de hoy, la mafia (rusa, capitalina o de Punta Diamante) comenzará a montar el cadalso jurídico en el que pretenderán hacer rodar la cabeza de López Obrador. Ya que les fue echado a perder, de entrada, el numerito de la reaparición del jefe Diego, ahora se activarán los mecanismos legales para pretender cancelarle el registro a López Obrador a propósito de su condición tabasqueña y del tiempo que tiene de residencia en la capital del país. Ese tema ha sido resuelto oportunamente en los términos jurídicos aplicables y, por tanto, es plenamente válido el registro y la participación electoral del candidato perredista. Pero el abogado exitoso, el litigante de las élites, el jurisperito que sabe hacer los trabajos sucios del sistema, habrá de encabezar la intentona oficialista con la que se buscará evitar que Andrés Manuel continúe adelante en las perspectivas electorales capitalinas.

Continúa el espectáculo

Siguen adelante los éxitos de la Carpa México. Ayer, el gran comediante Chente Botas demostró su gran capacidad de respuesta rápida ante el reclamo que le hizo otro de sus compañeros de espectáculo, Paco Lavas y Planchas, quien le había acusado de ser machista en sus diarios albures.

Chente repasó la línea de sus bigotes, verificó que la hebilla de su cinturón estuviese centrada y lanzó una proclama estremecedora para demostrar que quiere mucho a las mujeres y que está dispuesto a incorporarlas al escenario, en caso de quedar como actor principal a partir del próximo 2 de julio. Tan formal iba en su arenga el guanajuatense que mejor efecto tuvo el hilarante cierre que muy serio hizo: para demostrar que no es macho recalcitrante, Chente, que de serlo sería un presidente soltero, sin primera dama al lado, dijo que como hombre colabora en las tareas del hogar, que sabe lavar trastes y que es un excelente cocinero. Y lanzó entonces la frase con la que Chepina Peralta debería abrir cada día sus programas gastronómicos: "preparo huevitos refritos mejor que cualquiera, muy pocas yemas se me revientan".

El licenciado Paco, mientras tanto, se soltó recitando algunas obras de apoyo a la mujer que nunca puso en práctica cuando trabajaba en otros tablados, en los de la Carpa Bucareli. En fin: el show debe continuar.

Duro contra los paristas

El tratamiento que ayer dio esta columna al asunto de la UNAM generó diversas reacciones por parte de sus lectores. De entre los correos electrónicos recibidos destaca el de Germán Muñoz Díaz, quien se dice altamente decepcionado por comentarios hechos aquí, en los que se habla de la "firmeza de convicciones" y la "solidaridad" de los paristas. El señor Muñoz Díaz dice que sigue el curso de esta columna, y que normalmente respeta los puntos de vista expresados en este espacio, aunque no los comparta, pero que en el caso de los huelguistas que anteayer tomaron la rectoría de la UNAM, este tecleador se aparta de la ética y se pierde en el torbellino de la política barata, al no señalar con todas sus letras los agravios que ese lector considera que los paristas han hecho al país.

Astillas : Ya viene la muy oportuna comalada de nuevos santos. Antes de que el ciudadano llegue a las urnas, podrá hacer un descanso en los altares donde ahora habrá ni más ni menos que 27 nuevos personajes, de los cuales, 25 provienen directamente de la producción cristera. Poco más delante, ya más pegadito a las elecciones, aparecerá el mayor de los santos mexicanos, Juan Diego, al que las dudas históricas del bon vivant llamado Onésimo Schulemburg (perdón por el enésimo error: no es Onésimo, sino enésimo; digo Guillermo, que tal es el nombre de aquel famoso abad que se hizo millonario gracias a las limosnas dejadas en Ecatepec, digo, en la Basílica de Guadalupe).El escenario, como se ve, ha sido despejado para bien de la ortodoxia dominante, la del siempre presente Girolamo Prigione: Samuel Ruiz ha sido puesto en la puerta de salida, Raúl Vera fue desviado a Saltillo, Justo Mullor fue sacado del país, el nuevo nuncio, Sandri, apenas tendrá tiempo de enterarse de la política mexicana, así es que será guiado por el Club de Roma, y ahora habrá casi tres decenas de nuevos santos. Un lector ha informado a esta columna de la existencia de lo que llama "un botón de muestra de la racionalidad, tolerancia, criticidad, capacidad propositiva e ilustrado léxico de un destacado grupo de la izquierda mexicana". Se trata de la página de internet http://members.es.tripod.de/frentefilos/index.html, en la que el planteamiento más llamativo es el insulto directo a las principales autoridades de la UNAM, sobre todo al rector y al director de la Facultad de Filosofía y Letras, ámbito éste desde el cual presuntamente se elabora esa página. El reparto de insultos también alcanza allí para varios de los más conocidos conductores de programas informativos de televisión.

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