MARTES 7 DE MARZO DE 2000
Ť Descarta cambio en la política exterior de Moscú
Hipotética, la unión de Rusia a la OTAN, aclara el canciller
Ť No deben sacarse de contexto las declaraciones de Putin, dice
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 6 de marzo Ť El canciller ruso, Igor Ivanov, tuvo que salir al paso este lunes de la polémica que causaron aquí las declaraciones de Vladimir Putin, primer ministro y presidente interino, en el sentido de que "bajo ciertas condiciones" Rusia podría solicitar su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ivanov señaló que las palabras de Putin no deben sacarse de contexto, pues el gobernante refirió a una "situación hipotética", que se excluye mientras Rusia "no reciba un tratamiento de socio con plenos derechos y no se tomen en cuenta sus opiniones en materia de seguridad". Por tanto, precisó Ivanov, no significan un cambio en la política exterior rusa.
Es la primera vez que un líder ruso admite esa posibilidad y, aunque llevarla a la práctica se antoja remoto, el hecho mismo pone en entredicho la actitud de condena que asumió Rusia frente a la agresión de la OTAN a la antigua Yugoslavia.
Podría interpretarse, por boca de Putin, que Kosovo deja de ser el principal argumento ruso para cuestionar el modelo unipolar de toma de decisiones que, al margen de la ONU, impuso Estados Unidos a los miembros de la OTAN y, por extensión, al resto de las naciones; el principal motivo de reproches es una relación bilateral cada vez más tensa y, si se quiere, hasta el principal catalizador de los ánimos antioccidentales en Rusia.
Sin llegar al extremo de enmendarle la plana a su jefe, Ivanov restó importancia a las declaraciones de Putin, por las circunstancias en que se dieron ųentrevistado el domingo por la BBC de Londresų, cuando se le preguntó a quemarropa si Rusia estaría dispuesta a ingresar a la OTAN y Putin respondió de inmediato: "No veo por qué no".
Las reacciones no se hicieron esperar y el primero en lanzarse al ataque fue el líder comunista y aspirante presidencial, Guennadi Ziuganov, que calificó las declaraciones de Putin de "ingenuas e imperdonables para un político de ese nivel", y fustigó la "actitud entreguista" de Putin, además de recordar que Rusia jamás debe aceptar el dictado estadunidense.
Otro de los que contenderán con Putin en los comicios del próximo 26 de marzo, Aman Tuleiev, gobernador de la región de Kemerovo ųde signo comunista pero enfrentado a Ziuganovų, dijo que la colaboración de Rusia con la OTAN, ya no digamos su eventual incorporación, es "inaceptable".
Los liberales del partido Yabloko se pronunciaron a través de su experto en asuntos internacionales, Vladimir Lukin, quien fijó condiciones adicionales a las mencionadas, muy de pasada, por Putin.
Según Lukin, la integración de Rusia a el organismo citado sólo puede darse "en la medida en que la OTAN sea capaz de transformarse en una organización para toda Europa, en el grado en que sea más una organización política que militar y, por último, cuando el factor militar deje de ser motivo de confrontación con Rusia".
No quedaron fuera de la polémica los incondicionales de Putin, como el gobernador de Novgorod, Mijail Prusak, el mayor promotor de que el periodo presidencial se amplíe de cuatro a siete años. Prusak expresó su satisfacción por lo que llamó una propuesta seria de restablecer los vínculos de cooperación con la OTAN, ya que "es preferible una mala cooperación que un buen aislamiento".
El coordinador de la fracción parlamentaria Unidad, Boris Gryslov, refrendó su total alineación con las posiciones del Kremlin. "La amenaza a Rusia no proviene de Occidente, sino del terrorismo internacional; por eso, unir esfuerzos con la OTAN puede resultar en interés de Rusia", comentó. Sólo le faltó proponer que la OTAN despliegue una fuerza de "pacificación" en Chechenia.
Así, el mayor ruso Yuri Naumov informó hoy que rebeldes chechenos entraron sorpresivamente a la aldea de Komsomolksoye, en el sur de la república separatista, cuyo control recuperaron tras matar y herir a decenas de soldados rusos. Agregó que la localidad es objeto de incesantes bombardeos de artillería para expulsar a los guerrilleros. Según el testimonio de soldados en el lugar, al menos 50 rusos murieron en el enfrentamiento.
A su vez, el general ruso Guennadi Trochev afirmó hoy que al menos mil rebeldes perecieron en los últimos dos días, pero analistas juzgaron de exagerada esta cifra, tomando en cuenta que las mismas autoridades rusas calculan que todavía no hay más de 5 mil rebeldes combatiendo en Chechenia.
En tanto, expertos de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU exigieron hoy que se investiguen las acusaciones de que los rusos torturan a chechenos en "campos de filtrado" para tratar de averiguar si son rebeldes o civiles. En su petición, el grupo de expertos afirmó que hay testimonios de que en estos campos de prisioneros han sido golpeados, con palos y martillos, adultos y menores de edad.