MARTES 7 DE MARZO DE 2000
Ť Atribuyen el atentado al grupo armado vasco ETA
Estalla coche-bomba en el País Vasco; provoca siete lesionados
Ť Iñaki Anasagasti pide no responsabilizar a todos los nacionalistas
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 6 de marzo Ť Un vehículo cargado con explosivos estalló esta noche en un barrio periférico de la ciudad de San Sebastián, en el País Vasco, en un ataque atribuido por las autoridades a la organización armada vasca ETA, que dejó siete lesionados.
El estallido ocurrió en el barrio de Intxaurrondo, donde la Guardia Civil tiene su cuartel general ųobjetivo de al menos una docena de atentados en los 30 años de conflictoų en el momento en que pasaba por el lugar un carro policial, por lo que dos efectivos resultaron heridos, pero salvaron la vida gracias al blindaje de la patrulla con la que realizaban tareas de vigilancia.
Con este ya son tres los atentados cometidos por ETA desde que el pasado 28 de noviembre anunciara la ruptura de la tregua unilateral que había mantenido por 14 meses, y se sucede a seis días de los comicios presidenciales del próximo 12 de marzo, en los que el actual gobernante español, el conservador José María Aznar, aspira a su primera reelección.
Quince minutos antes de las 10 de la noche, el coche que presuntamente el grupo armado había preparado para este atentado, se encontraba estacionado en doble fila a la espera del paso habitual de la patrulla de la Guardia Civil.
La detonación fue hecha, según las primeras indagaciones policiales, a través de un control remoto de corto alcance. Tres coches, entre ellos la patrulla, se convirtieron en un masijo de hierros desperdigados en Intxaurrondo, que ha sufrido al menos 12 atentados atribuidos a ETA.
La fuerza de la explosión, que se escuchó, según testigos, hasta el centro de la ciudad, también provocó que reventaran cientos de cristales de las ventanas de las viviendas aledañas.
Los siete heridos fueron trasladados a centros hospitalarios en donde se encuentran fuera de peligro, de acuerdo con informes del Servicio Vasco de Salud, a excepción de una agente de 27 años, que está grave. Entre las víctimas también se encuentra una menor.
El coche-bomba es el mismo método que utilizó ETA en sus dos atentados anteriores: el de Madrid, el pasado 21 de enero, con la muerte del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, y el de Vitoria, el pasado 22 de febrero, en el que resultó muerto el líder socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Diez Elorza.
El grupo armado, que reivindica el derecho de autodeterminación en el País Vasco, ha afectado con sus acciones y desde la ruptura de su tregua a tres instituciones esenciales del Estado español: al Ejército, a los partidos ųel gobernante Popular (PP), y el Socialista Obrero Español (PSOE)ų, y a la Guardia Civil.
El último atentado de ETA contra la Guardia Civil fue hace 20 meses, cuando mató de un tiro en la cabeza al subteniente Alfonso Parada, en las calles de San Sebastián.
El 3 de enero pasado también fue descubierta y desactivada una bomba en el interior de un carro, en las inmediaciones del Cuartel General de Inxtaurrondo, el cual estuvo dirigido en la época de gobierno socialista de Felipe González por el general Enrique Rodríguez Galindo, acusado de ordenar el asesinato en 1983 de los jóvenes vascos José Ignacio Lasa y José Antonio Zabala, torturados y liquidados por sicarios de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL, paramilitares dedicados a la guerra sucia contra ETA, bajo el financiamiento de los fondos reservados del Estado).
"Estos es lo que se puede esperar de esos animales. Están tratando de destruir a la sociedad", dijo a la radio estatal el representante del gobierno central en la región vasca, Enrique Villar.
A su vez, el vocero del gobierno vasco, el nacionalista moderado Josu Jon Imaz, condenó el atentado atribuido a los etarras, a quienes les recalcó que no tienen derecho de jugar con la vida de las personas, en tanto que el diputado del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñaki Anasagasti, dijo que el único culpable es ETA, y "no se quiera culpar al nacionalismo vasco por esta situación".
Para el socialista Enrique Múgica es necesario hacer un llamado a la movilización popular contra ETA y pedir a los grupos que apoyan a su brazo político, que rompan estos lazos, en alusión a Euskal Herritarrok y el PNV, que si bien han roto ya todo trato parlamentario, mantienen su presencia institucional en el Pacto de Lizarra-Garasi (Estella, foro abierto que aglutina a partidos políticos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales que reivindican la independencia y que fue la antesala de la anterior tregua etarra).
El vocero del PP, Rafael Hernando, dijo que "ETA quiere seguir en la campaña electoral de la única manera que sabe: matando".