DOMINGO 5 DE MARZO DE 2000

* Sería la privatización de la conciencia y la moral, advierte González Casanova


Pretenden convertir la educación pública superior en objeto comercial

* La tendencia, no sólo en México sino a nivel mundial, advierte durante conferencia magistral

Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Zacatecas, Zac., 4 de marzo * La modernización y privatización de las universidades y en general de la educación pública superior en México y el mundo tiene como propósito convertirlas en un objeto más del comercio, afirmó Pablo González Casanova, en la conferencia magistral "Universidad pública y neoliberalismo", que dictó en la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Pero no se plantea esta privatización de la educación con independencia, sino asociada a otras privatizaciones, dijo; "también se plantea la privatización de los recursos energéticos, de la electricidad, del petróleo, se plantea la privatización del agua, de la cultura tradicional... Es la privatización de la conciencia y la moral".

Ante cientos de investigadores, académicos y estudiantes, González Casanova ofreció información obtenida de documentos oficiales del gobierno mexicano, donde se consigna que en 1990 Manuel Bartlett Díaz, como secretario de Educación, contrató a un despacho de investigadores estadunidenses para que realizaran una evaluación de las escuelas públicas superiores del país.

"Mi plática está basada en muchos documentos oficiales", advirtió González Casanova, cuya fuente revelará próximamente en un artículo que publicará en La Jornada.

Al término del estudio, los especialistas estadunidenses, indicó, "sugirieron" al gobierno mexicano disminuir la matrícula en las escuelas públicas de nivel superior, reducirles el subsidio y debilitar a los sindicatos de maestros y trabajadores, por un temor a los problemas sindicales, ya que los estadunidenses habrían encontrado que las universidades de México "son demasiado autónomas".

Propusieron además la creación de un instrumento de evaluación gubernamental a las instituciones de educación superior, "para que todo conocimiento disfuncional al sistema dominante (neoliberalismo) sea suprimido".

 

Ejército de reserva

 

González Casanova sostuvo que la actual crisis de la educación pública en México tiene su origen en los intereses económicos del imperio yanqui, que se acrecentaron con la firma del TLC. Estados Unidos, con el enorme poderío político y militar que tiene, combinado con el objetivo principal para el que utiliza la ciencia y la tecnología, que es la maximización de utilidades, dijo, "está provocando un desempleo tecnológico enorme".

A ese desempleo tecnológico intencional se añade, dijo, la posibilidad para los poderosos económicos del mundo de tener lo que antiguamente se llamaba un "ejército de reserva", y que ahora se considera los excluidos del sistema, gente sin oportunidades de desarrollo educativo y laboral, que son materia dispuesta para sus proyectos.

"Ya eso, ni el ejército de reserva es, es la exclusión de miles de millones de gentes, y este es el mundo en el que nos dicen que para hacer nuestros planes de educación debemos atenernos a la lógica del mercado. Es decir, nos están invitando a educar a muy poca gente, porque muchas de las tareas que antes se realizaban por los seres humanos ahora se han sustituido por métodos y técnicas de tipo cibernético".

Es dentro de esta situación como se plantea el problema de la privatización de la educación en México, dijo, pero no se plantea esta privatización de la educación con independencia, sino asociada a otras privatizaciones. "También se plantea la privatización de los recursos energéticos, de la electricidad, del petróleo; se plantea la privatización del agua, de la cultura tradicional... Es la privatización de la conciencia y la moral".

"Y no estoy haciendo frases", aclaró González Casanova. Explicó que por privatización de la moral debe entenderse que se empieza a generar una educación, sustentada en el pensamiento anglosajón de "la opción racional", que consiste, dijo, "en luchar nada más por los intereses de uno mismo, frente a los de los demás, y hacer una competencia de unos contra otros".

La investigadora Cristina Barros, quien fuera maestra de la Facultad de Filosofía de la UNAM y también participó en la conferencia, cuestionó lo que llamó "el proyecto más devastador de toda la humanidad", porque, dijo, pretende manejar los destinos de todos los países a partir de unas cuantas entidades cuyo interés primordial es el dinero.

Los peones en este ajedrez de intereses neoliberales en nuestro país son los funcionarios del sistema político mexicano, quienes sin capacidad para hacer un análisis propio y ver con objetividad la grave situación en que se encuentra el país, dijo, "siguen servilmente las sugerencias y recomendaciones de los voceros pagados por quienes tienen intereses ajenos y aun contrarios a los nacionales".

Estos funcionarios, señaló Cristina Barros, han hecho realidad el plan de aquel secretario de Estado estadunidense que, poco después de la invasión a México en la época de Venustiano Carranza, reflexionó sobre los costos materiales y políticos para su gobierno de intervenirnos, y escribió que "es mejor elegir a unos cuantos de sus hombres (mexicanos) y educarlos en Estados Unidos con nuestras ideas... Serán así los mejores representantes de nuestro país".

Por ello, dijo Cristina Barros, es necesaria una nueva generación de funcionarios en el gobierno mexicano, con hombres y mujeres con ética, distintos a los que actualmente dirigen al país destruyendo el patrimonio que nos costó siglos preservar e incrementar, e incapaces de plantear una sola alternativa original y verdaderamente propositiva.

En cuanto a la UNAM, la prioridad es exigir que sean liberados de inmediato los estudiantes que están encarcelados, ya que de ninguna manera son delincuentes, dijo, "y me apena mucho escuchar decir a algunos estudiantes que hoy no sienten el orgullo de ser universitarios. Tienen que recobrar ese orgullo, porque la universidad es un tesoro".