DOMINGO 5 DE MARZO DE 2000

Ť La comunidad cinematográfica acudirá a la SCJN, el martes


Los argumentos pro doblaje, tramposos

Ť Los consumidores de cine manifiestan su rechazo ante la posible derogación del artículo 8

Raquel Peguero Ť La comunidad cinematográfica se manifestará, el próximo martes, en la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuando se discuta, en sesión pública, sobre la posible inconstitucionalidad del artículo octavo de la Ley Federal de Cinematografía, que permitiría el doblaje de las películas para su exhibición en salas.

La Sociedad de ex alumnos del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, integrada por 120 personas, moviliza al gremio para que acuda a manifestar su inconformidad. Aprobó en asamblea, encabezada por su presidenta Darma Reyes, enviar cartas a los magistrados, para explicarles lo que podría ocurrir al cine nacional de votar en contra de este artículo, y pedir a la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía que haga cumplir las multas que debe pagar la tv por violar la ley, al transmitir películas dobladas. ''Si no lo hace, pediremos al secretario de Gobernación que se aplique todo el peso de la ley a los infractores y a los funcionarios incumplidos''.

La Organización de Consumidores de Cine Alejandro Galindo también manifestó su rechazo. En una misiva enviada a esta redacción, su presidenta Mónica Beltrán, en nombre de los más de 250 afiliados, se opone "rotundamente al doblaje porque viola nuestros derechos como consumidores al ofrecernos un producto de segunda". Agrega que actores y directores trabajan "durante meses, para dotar a los personajes de una forma de hablar específica. Un actor de doblaje, que trabaja por un salario escaso y bajo presión, lo hace en una noche. Además, al no contar con equipos tan sofisticados como los usados para grabar el sonido original, la calidad sonora disminuye notablemente". Por ello, "defendemos la exhibición de películas en versión original. El doblaje es una forma de fraude para los consumidores y atenta contra los valores artísticos que lleva implícitos cualquier obra cinematográfica".

A estas voces, se sumaron otras de actores y directores:

Víctor Ugalde: Sería un atentado contra la soberanía. Todo esto se ha hecho con argumentos tramposos. Un amparo se interpone a los 90 días de emitida una ley o en el primer acto de aplicación. Ignacio Burgoa se acoge a este último, pero el juicio lo iniciaron cinco años después de aprobarse la ley del 92. Los magistrados no saben que para exhibir una película debe haber una solicitud de autorización y que Columbia tuvo, de 92 a 97, 43 estrenos, y la United International Pictures, 52 en ese mismo lapso, lo que significa que para cada una de ellas se aplicó la ley. Habla también de igualdad de derechos porque se dobla para niños y documentales educativos, y deja fuera a los adultos. La Corte no sabe que esa excepción se hizo a pedido de los mismos distribuidores y exhibidores, y resultó una trampa porque a partir de ello, ahora quieren todo. Respecto de las películas dobladas por tv, eso cae rápido, porque el artículo 10 de la ley de radio y televisión remite a la de cine. Lo que sucede es que esa ley no se aplica. Y claro que hay terceros perjudicados, porque se violan derechos autorales y del consumidor.

Leticia Huijara: Es una muestra más de que los gringos no se van a conformar hasta matar todas las cinematografías nacionales y sean sólo sus películas las que se vean. Con esto nos quieren dar gato por liebre, vender sus productos haciéndolos pasar por mexicanos. Lo preocupante es que estemos en manos de funcionarios, que se supone deberían estar de nuestra parte y están del lado de la cultura de otro país. ƑPor qué se preocupan tanto si ahora con Labastida vamos a hablar inglés y a entender las películas? Somos una comunidad sensible, enterada. Vamos a dar la lucha. Iremos a tocar las puertas necesarias, incluso la del presidente Zedillo, para que nos explique y apoye.

Demián Bichir: Si se aprueba sería criminal, y sería terrible ver a Robert de Niro doblado. Lo fundamental de un actor es su voz, su cuerpo, su sensibilidad puestos en la pantalla. El doblaje es tanto como imaginar a Sharon Stone con el cuerpo de Pepe Alonso. Atentar contra la voz del actor es hacerlo contra su esencia, ya que es la base de su interpretación. No se vale que pagues cantidades absurdas por ver una película y no escuches la voz original. No se trata de quitarle la fuente de trabajo a nadie, ahí estará porque el doblaje se hace para la televisión, pero es gratis, en cambio, en el cine pagas por mayor calidad. Si me regalan un coche, que sea cualquiera, pero si pago, quiero el mejor y no que me cobren un Ferrari con motor de Volkswagen.

Pedro Armendáriz: Me comentó Jorge Fons que el presidente de la SCJN habló con él para saber su opinión, como presidente de la academia de cine, y él le explicó lo que sucedería, y al parecer lo sensibilizó. Le hizo entender que en España les tomó años quitarse ese estigma impuesto por el franquismo para censurar, y que esa práctica sucede sólo en los países donde no hay libertad de expresión. No entiendo este afán de doblar las películas en aras de conseguir un piquito más. Es nefasta la actitud de los exhibidores por conseguir 100 pesos extras en los poblados pequeños y dejar a sus habitantes con una versión tergiversada. Aquí hay un punto de valor idiosincrático, de lo que es la autoría de una obra, y se tiene que respetar. Sería bueno preguntarle a Spielberg, a Lucas, a Bertolucci, qué opinan de que desvirtúen sus obras, igual a los actores y actrices que les cambien la voz: no les gustaría para nada. En la muestra de cine de Guadalajara debería lanzarse un manifiesto en contra. No podemos quedarnos callados.

María Novaro: Me parece un horror y sería un paso atrás sumamente grave. Cuando se estaba negociando el TLC, los colegas canadienses decían que era muy inteligente, de parte de México, no autorizar el doblaje porque con ello se salvaba la calidad del cine y de nuestra cinematografía misma. Con esto va para atrás y sólo los del billete saldrán ganando.

Luis Felipe Tovar: Es escalofriante. En esta tendencia de mutilar todo, a la cultura y el arte no podían dejarlas de lado. Las obras perderían gran parte de su valor al sufrir esta alteración y nos llegarían como subproductos, porque su valía reside en entregar un producto completo y original con el registro de quien lo habla. El trabajo de los actores se aprecia porque seduce por su voz y su verdad, y si no vamos a tener ninguna de las dos, seguiremos con esa gran cadena de mentiras, en la que nos hemos hecho especialistas.