JUEVES 2 DE MARZO DE 2000

* Es una burla: STUNAM


Indignación en instituciones de educación superior

María Esther Ibarra * A casi dos meses de que la Cámara de Diputados ųa iniciativa de los partidos de oposiciónų aprobara una partida adicional de 2 mil millones de pesos a la educación, técnicamente la autoridades hacendarias se los quita, pues el recorte de mil 200 millones de pesos al sistema educativo es el mismo monto extraordinario que fue asignado a las universidades públicas.

Así, de poco o nada sirvieron las gestiones de los rectores y directores afiliados a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y de los sindicatos universitarios, que previo a la aprobación del Presupuesto de Egresos para este año acudieron a los legisladores para demandar mayores recursos a la educación.

''Es una burla y una falta de respeto hacia las comunidades universitarias, incluidos los rectores y los sindicatos de las casas de estudio, y reflejo de que la educación continúa siendo para el gobierno federal un factor secundario'', afirmó Agustín Rodríguez Fuentes, dirigente de Sindicato de Trabajadores de la UNAM.

De por sí la partida adicional de mil 200 millones que le correspondió a la enseñanza superior ųcuando en diciembre se aprobó la reasignación de 2 mil millones al sector educativoų fue menor a la solicitada por la ANUIES, que planteó requerir de mil 400 millones de pesos como ''mínimo'' para que las universidades públicas no vieran frenadas sus actividades de inversión e infraestructura, rubros en los cuales se aplicará el recorte.

Incluso, en diciembre pasado los legisladores dejaron en desventaja a las universidades estatales, al otorgar 300 millones de pesos en lugar de los 500 millones que solicitaron para el Fondo de Aportaciones Múltiples, con el objeto de mejorar su infraestructura.

En las diversas reuniones con los legisladores, los integrantes de esa agrupación hicieron un llamado ųincluso a través de desplegados periodísticosų a ser sensibles y otorgar mejores presupuestos a la educación superior, ante los futuros retos que enfrentará, entre ellos el crecimiento constante de la matrícula.

 

Tendencia a la baja

 

Aunado a esto, la propia ANUIES ha señalado que el gasto federal en educación superior, como porcentaje del producto interno bruto (PIB), ''ha venido disminuyendo en el periodo 1994-1998, al pasar de 0.66 por ciento a 0.49'', respectivamente. La ''tendencia a la baja'' se observa en los recursos federales como porcentaje del gasto federal educativo, que desde 1995 ųcita la agrupaciónų en que alcanzó una cifra de 18.3 por ciento, disminuyó a 15.9 en 1999.

Rodríguez advirtió que el recorte constreñirá aún más las labores sustantivas de la UNAM y del conjunto de las universidades públicas, dado que la mayoría están en la ''sobrevivencia'' presupuestal, porque ''cada año se destina menos a la educación en general y en particular a la superior''.

Por su parte, Bulmaro Villarruel, integrante de la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de la Educación Superior (CNSUES), coincidió en que las universidades públicas enfrentarán la cancelación de proyectos de investigación y de difusión cultural, particularmente, y consideró que ''antes de poner en quiebra'' a las instituciones de educación superior, las autoridades hacendarias ''deben obligar a los rectores a suprimir las nóminas confidenciales del personal de confianza, cuyos salarios son escándalosos''.

A su vez, Evelyn Palacios, de la Sección 9 del SNTE, señaló que el recorte afectará la cobertura y calidad de la enseñanza básica, pues es previsible la cancelación de plazas y la disminución de grupos, como ya ocurre en los turnos vespertinos de muchas escuelas del país.