JUEVES 2 DE MARZO DE 2000
* Regresa al país el entrenador cubano, luego de tres años de ausencia
En México hay lanzadores potenciales: Cabrera
* No descarta que deportistas nacionales puedan alcanzar las marcas mundiales de martillo
Jorge Sepúlveda Marín * Está de vuelta en México, luego de tres años de ausencia, el entrenador cubano de lanzamiento de martillo Angel Cabrera, quien en dos años logró que el ahora ex atleta Guillermo Guzmán pasara de lanzar 66 a 71.48 metros, lo que fue sorpresivo en el ámbito nacional e internacional.
Con estudios de morfología deportiva, explica que en México existe el prototipo ideal de lanzadores, como en cualquier otra parte del mundo, "sólo que deben buscarse y lograr que se metan a los lanzamientos. Deben ser altos, de fuerte masa muscular y veloces, que son las características propias de la disciplina".
Indica que ejemplos de esos deportistas son los hermanos Guzmán, Guillermo y Violeta. Con el primero de ellos logró excelentes resultados en poco tiempo, porque entendió las ideas que se le explicaron, y con su hermana, de no saber ni siquiera lo que era un martillo, "yo se lo puse en la mano y hace ya nueve años lanzó en cosa de tres a cuatro meses 57.74 metros, lo que la convirtió no sólo en la campeona nacional, sino en recordista, y la clasificó entre las tres o cuatro mejores del mundo a nivel juvenil".
Aunque aún no le definen los atletas con los que deberá trabajar, recuerda que hay gente también como Claudia Becerril y Lidia de la Cruz, quienes con la preparación adecuada pueden mejorar mucho, además de buscar a más y más gente similar para preparar más lanzadores, ya que se debe entender que los grandes exponentes en esta especialidad requieren de hasta tres ciclos olímpicos para obtener sus mejores resultados, y por eso se les ve a los 34 o 36 años aún en plenitud.
Insiste en que es Europa donde se lleva la delantera en esta disciplina, pero no pierde la esperanza de que con continuidad los mexicanos se acerquen cada vez más a las distancias récord de 76 y 86 metros para las mujeres y los hombres, respectivamente. "Ojalá que sea como en el pasado, cuando estuve aquí y no nos faltó nada, y por eso pudimos hacer que los muchachos progresaran rápidamente".