MIERCOLES 1o. DE MARZO DE 2000

Ť Estima que faltan dos o tres semanas de combates


Aún no termina la "operación militar" en Chechenia: Defensa

Ť Podría haber unos 4 mil chechenos dispersos en las montañas

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 29 de febrero Ť El general Gennadi Troshev, segundo en la jerarquía castrense rusa que conduce la guerra en Chechenia, se precipitó al anunciar el fin de la "operación militar" con la toma de Shatoi, considerado el último bastión de los combatientes chechenos.

El propio titular de la cartera de Defensa, mariscal Igor Sergueiev, moderó el optimismo de su subordinado al pedir al presidente interino Vladimir Putin que no emita aún el decreto, listo ya, que transfiere el mando de la presencia militar rusa en Chechenia del ejército al Ministerio del Interior.

En opinión de Sergueiev, que presentó este martes a Putin un detallado reporte sobre "los avances de la operación antiterrorista", el mando podrá ser cedido al Ministerio del Interior sólo cuando la situación sea "irreversible".

Aunque el mariscal no mencionó fechas estimadas, poco después el mismo general Troshev matizó sus declaraciones iniciales y dijo que la caída de Shatoi representaba únicamente el fin de la ofensiva militar "en gran escala".

Agregó que podrían necesitarse todavía entre dos y tres semanas para completar la persecución de los rebeldes que lograron huir a las montañas aledañas a Shatoi, en cuya torre de televisión, una de las pocas estructuras no destruidas, fue izada hoy la bandera rusa.

Shatoi, que desde noviembre pasado había sido abandonado por sus habitantes, funcionaba como cuartel general de Jattab, de origen jordano y brazo derecho del máximo jefe militar checheno, Shamil Basaiev.

Rodeado Shatoi por las tropas federales, después de varios días de intensos bombardeos, los rebeldes trataron de romper el cerco la pasada madrugada y en el intento murieron, tentativamente, cerca de 200 chechenos. De la magnitud de los combates da una idea el hecho de que no hay una sola casa que no presente serios daños: casi todas están en ruinas.

Versiones extraoficiales señalan que en las montañas del sur de Chechenia hay todavía cerca de 4 mil combatientes, dispersos en pequeños grupos.

La caída del último reducto de los chechenos coincidió con una nueva ola de denuncias sobre presuntas violaciones de los derechos humanos en Chechenia.

CHECHNYA_DETENTION_CAMP Por un lado, el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, Alvaro Gil-Robles, se mostró muy preocupado por los testimonios que recabó durante su visita a Grozny y, por el otro, el periodista Andrei Babitski, liberado finalmente tras la intervención de Putin, al llegar a Moscú hizo nuevas denuncias sobre el centro de "filtrado" de Chernokozovo, donde permaneció internado cuando comenzó su auténtica pesadilla, "desaparición" y "canje" incluidos.

Despiden al periodista alemán que difundió el video falso

Sin embargo, no todo lo que se dice sobre las atrocidades en Chechenia es cierto. En medio del horror de la guerra, no faltan quienes traicionan la ética profesional en aras de hacerse famosos o, simplemente, de obtener ganancias considerables con presuntas primicias espectaculares.

Parece ser el caso del periodista alemán, Frank Hoefing, que fue despedido esta tarde de la compañía de televisión N24, tras reconocer a su regreso a Alemania que mintió acerca del origen del polémico video sobre supuestos civiles torturados y ejecutados por las tropas rusas.

Gracias a su adquisición por la BBC de Londres, el video dio la vuelta al mundo y generó una dura condena a Rusia.

Tras sostener hasta hoy lo contrario, y conocerse los resultados de la investigación y peritajes realizados por la procuraduría militar de Rusia, Hoefing admitió a sus jefes que no es el autor de la grabación y que tampoco estuvo presente en el momento en que ésta se hizo.

El verdadero autor del video, Oleg Boltsky, reportero del diario ruso Izvestia, siempre alegó que las escenas correspondían al entierro en una fosa común de combatientes muertos en combate.

Hoefing, que durante nueve años se había desempeñado como corresponsal de distintos medios alemanes en Moscú, confesó que primero compró el video a Boltsky por 550 dólares, y luego viajó a Chechenia a "describir" los horrores.

La compañía N24 anunció que ofrecerá disculpas a las autoridades rusas por el falso reportaje de Hoefing.