MIERCOLES 1o. DE MARZO DE 2000

Ť Sigilo en el ICCM


Moyá: pendiente, confirmar destitución de Alejandro Aura

Renato Ravelo Ť La destitución de Alejandro Aura como director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, se dispone en el proyecto de resolución de la contraloría interna de la Secretaría de Desarrollo Social, emitido el pasado 23 de diciembre. La confirmación del mismo está pendiente y el ICCM guarda total hermetismo sobre el tema.

José Luis Moyá Moyá, quien desde 1992 está a cargo del polémico rayo láser ųa excepción del periodo de Oscar Espinosa Villarreal, que lo mantuvo inactivoų presentó fotocopias que revelan lo anterior, así como una selección de documentos que presuntamente llevaron al contralor interno, José León Romero, a tomar tal determinación poco antes de ser trasladado de área.

En el proyecto de resolución se señala que ''la contraloria interna resuelve que Alejandro Olimpo Aura Palacios, director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, incurrió en responsabilidad administrativa al contravenir con su conducta el artículo 47, fracciones I, II, XX y XXII, de la Ley Federal de Responsabilidades de Servidores Públicos", además del artículo 30 de la Ley Orgánica de la Administración Pública en el Distrito Federal, el artículo 17 del decreto de Presupuesto de Egresos de 1999, y los propósitos de creación del instituto.

Por lo anterior ''se impone una sanción administrativa consistente en la DESTITUCION (en mayúsculas en el documento), del cargo que ocupa como director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, con fundamento en el artículo 53, fracción IV, de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos".

Remoción del contralor interno

La fotocopia no presenta sello o firma alguno, aunque Moyá asegura que es auténtico. El expediente total, sostiene, se compone de un centenar de páginas. El propio Moyá resulta aludido en el documento, cuando se resuelve su inhabilitación por un año como servidor público. Esto se debió a que cuando hizo un viaje a Estados Unidos para una consulta sobre el láser se llevó unas piezas delicadas: ''No me importa, ya rendiré cuentas, tengo la conciencia limpia", asegura.

De acuerdo con Moyá, el único mexicano con licencia para manejar el rayo láser, de profesión fotógrafo, la resolución no se ha cumplido porque ''removieron de su cargo", en diciembre pasado, al contralor interno José León Romero, quien le aseguró que esto se debió a ''que había decidido en contra de Alejandro Aura".

Según Moyá el contralor decide destituir a Aura por tres motivos: ''Mandó un equipo a Estados Unidos para nada, con un costo de 100 mil pesos; violentó la normatividad de procedimientos e hizo funcionar el rayo láser sin permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes el 15 de septiembre de 1999, y puso en peligro los aviones que circulaban por la ciudad".

Moyá, quien antes intentó ventilar el caso en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, recibió una negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que requerían los documentos originales.

Desde su instalación en 1992 hasta la fecha el rayo láser, que ya se encuentra disminuido en su potencia, ha prendido 700 horas y casi llegó al final de su vida útil, calculada en 5 mil horas. Paradójicamente, cuando más se dañó esta megainversión de 3 millones de pesos fue durante la regencia de Oscar Espinosa Villarreal, cuando no se usó.