MIERCOLES 1o. DE MARZO DE 2000

Ť Su libro Ultimas noticias del paraíso evoca una engañosa sencillez expresiva


Clara Sánchez fue reconocida con el Premio Alfaguara de Novela

Ť Me enfrasqué en una realidad inmediata por la que fui de pronto engullida, dijo la galardonada

Ť Participaron 352 obras de Latinoamérica y 144 de España Ť Bryce Echenique presidió el jurado

Renato Ravelo Ť Ultimas noticias del paraíso funde estilo con contenido. Tiene una engañosa sencillez expresiva. Evoca a Sallinger y a Paul Auster. Estas, entre otras expresiones, intentaron definir la obra de Clara Sánchez, ganadora del tercer Premio Alfaguara de Novela, una historia ''sobre la adolescencia pero sin ruido". La escritora, de no ser por el año bisiesto, hubiera recibido la noticia de que se hacía acreedora a 175 mil dólares el día de su cumpleaños.

El jurado estuvo presidido por Alfredo Bryce Echenique y lo integraron Rosa Regás, Icíar Bollaín, Angel González, Darío Jaramillo, Héctor Tizón y Sealtiel Alatriste. Participaron 352 obras latinoamericanas y 144 españolas.

SANCHEZ Hubo siete finalistas originales e inéditas que fueron las que leyó el jurado. El año pasado participaron 709 obras y más de la mitad eran de América Latina. Este año, de nuevo los argentinos fueron los más participativos en el continente con 115 novelas.

Sánchez dialogó con la prensa, desde el Tec de Monterrey, con Colombia, Argentina y México. Tocó aquí preguntarle qué acontecimiento había detonado la escritura de la novela, a lo que respondió:

''El detonador fue que de pronto encontré un tono, más que el motivo o el tema, que me ofrecía mi realidad inmediata. Yo había llegado a un punto de esa realidad con algo de distanciamiento. Era muy selectivo ese tono: lo que no caía en él estaba mal. A partir de ahí se empezó a crear este mundo que era como una representación poética de mi mismo mundo. Me fui enfrascando en eso y de pronto ese mundo me engulló.''

En su novela, reconoce, ''hay una fusión bastante extraña, pues me nutrí bastante de la novela juvenil mexicana. Gustavo Sainz, José Agustín, los leí hace tiempo. Todo ese mundo me atrae mucho, más ahora que cuando en realidad era adolescente, y creo que es una necesidad de mantener un diálogo interior".

Clara Sánchez estuvo en noviembre pasado en nuestro país en el tercer Encuentro Iberoamericano de Creación Literaria, que se realizó en las ciudades de México y Morelia. En esa ocasión, sin embargo, su presencia no fue destacada por la prensa ni por los propios escritores. Se sabía entonces más de Soledad Puértolas, publicada por Anagrama. Incluso se recuerda poco el tema de su participación.

La cátedra, aspecto vital

Y en Europa, hasta ahora, parecía gozar de escasa fama: ''Premio Alfaguara para mexicana Clara Sánchez", incluso tituló la agencia alemana Dpa un adelanto urgente, fechado en Madrid.

Ahora, como ganadora del premio Alfaguara, se publicará el 24 de abril en España y América Latina, al menos en teoría. Sánchez fue precedida por Manuel Vicent, Eliseo Alberto y Sergio Ramírez, quienes compartieron el primer galardón de esa editorial.

Sánchez nació en la ciudad española de Guadalajara, el 1 de marzo de 1955. Realizó estudios de filología en la Universidad Complutense de Madrid, donde reside en la actualidad, y se desarrolla como catedrática, actividad que la mantiene en constante contacto con los jóvenes, aspecto que confiesa es vital para sí misma y para entender a su hija de 18 años.

Pudo suceder en cualquier suburbio de Bogotá o Venezuela, sostuvo Jaramillo Agudelo durante la teleconferencia. El escritor colombiano, por cierto, padeció en carne propia el centralismo editorial español (con su novela Cartas cruzadas, que en México editó Era). Con el éxito de la misma, sin embargo, Alfaguara España decidió incluir la más reciente novela de Jaramillo en la cuota de ''las colonias", misma a la que ahora se agrega (al parecer felizmente) la novela de Clara Sánchez.

Cotidianidad verosímil

De la obra que sorprendió al jurado, escribe Bryce Echenique: ''Una novela que destaca por la originalidad de los puntos de vista del personaje narrador, cuya trayectoria vital y amorosa se sustenta en la moralidad egoísta de ciertos adolescentes frente al fracaso de su entorno. La autora crea un mundo coherente que se desarrolla mediante una cotidianidad verosímil y una laboriosa y diáfana escritura".

Clara Sánchez ha escrito también Piedras preciosas (1989), No es distinta la noche (1990), El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996), El misterio de todos los días (1999). Obtuvo el Premio ILCH en Westminster, California, en reconocimiento a su trayectoria literaria.

Por un momento, algunos miembros del jurado decidieron suponer que se trataba de un autor varón. Incluso la misma Icíar Bollaín, dijo, hubiera avanzado las manos al fuego en la teoría.

Angel González, uno de los de la tesis, sostuvo: ''Ultimas noticias del paraíso tiene una engañosa sencillez expresiva, que hace que la palabra sea clara, que se reflejen las cosas. Fácilmente me sentí instalado, cómodo, en su lectura".

La escritora ha sido prologuista del escritor japonés Yukio Mishima. En la novela ganadora, Fran, el narrador, crece en una urbanización de clase media a las afueras de la ciudad: ''Fran no es un extranjero en este espacio, para él ųcomo se dice en la novelaų los edificios de la urbanización son tan anteriores como las pirámides de Egipto. A veces su distanciamiento de lo que ve procede de la necesidad interna de análisis, de la simple necesidad humana de lucidez o certidumbre, sin dejar por eso de sentirse atrapado en una realidad ineludible", sostiene un resumen de Alfaguara.

El tono del que hablaba Clara Sánchez es definido en el mismo texto: ''El tono de la novela surge de la sensibilidad de este narrador que habla de lo que le sucede con la inmediatez de lo sucedido, pero también expresa esa visión interna que todos, en mayor o menor grado, desarrollamos y que nos confiere nuestra dimensión espiritual".