MIERCOLES 1o. DE MARZO DE 2000
Ť Compra a congresistas opuestos al proceso, afirma un legislador de EU
El gobierno mexicano busca corromper la certificación
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 29 de febrero Ť El gobierno mexicano ha contratado "un ejército" de cabilderos para "corromper" el proceso de certificación y ha logrado "comprar" a muchos legisladores opuestos a la certificación de México, afirmó hoy el representante John L. Mica.
El legislador por Florida, un fuerte crítico de México en el Congreso en los últimos dos años, declaró lo anterior durante una audiencia del Comité de Reforma Gubernamental de la Cámara, en parte para explicar por qué es improbable que se produzca un gran debate sobre la cooperación antinarcóticos entre ambos países en el Capitolio este año. Se espera que el miércoles, el presidente Bill Clinton certifique que México está "cooperando plenamente" con los esfuerzos antidrogas estadunidenses.
El debate anual en torno a la certificación casi nunca brinda alguna nueva perspectiva sobre la cooperación en el rubro antinarcóticos que es, al mismo tiempo, más intensa de lo que la nación está dispuesta a reconocer públicamente y menos efectiva de lo que Estados Unidos está preparado para admitir oficialmente. Este año, considerando las declaraciones de funcionarios del gobierno de Clinton en defensa de la cooperación antinarcóticos, no se vislumbra nada nuevo.
En público, funcionarios estadunidenses y mexicanos señalan con frecuencia los logros recientes, decomiso de drogas, cooperación judicial, investigaciones conjuntas y colaboración en asuntos tan delicados como el reciente caso de los cuerpos descubiertos cerca de la frontera en noviembre, o el desarrollo del Grupo de Contacto de Alto Nivel.
"ƑSe podrían haber imaginado, aun hace 10 años, que México nos permitiría capacitar a más de 2 mil tropas, darnos el tipo de acceso a la PGR y la verificación de sus unidades que ahora permite?", preguntó un funcionario estadunidense que pidió no ser identificado por nombre o agencia.
De hecho, Estados Unidos ha proporcionado gran parte del equipo y apoyo para las unidades especiales antinarcóticos de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS) de la PGR, agencia dedicada al trabajo antidrogas. Un informe del Departamento de Estado describió el año pasado cómo la Unidad de Investigaciones Especiales, la Unidad contra el Crimen Organizado y las Fuerzas de Tareas Fronterizas de la FEADS recibieron gran parte del equipo que utilizan ųcomo cientos de computadoras, más de 30 camionetas y motocicletas y una docena de radios Motorola UHF, entre otrosų de Estados Unidos. Además, cuando el gobierno mexicano no logró conseguir suficiente financiamiento para las fuerzas fronterizas, funcionarios estadunidenses tomaron parte de los fondos confiscados de narcotraficantes y se los entregaron a Hacienda para este propósito.
Aunque hace poco México regresó los helicópteros Huey donados por Estados Unidos y ha adquirido sus propias aeronaves para la lucha antidrogas, funcionarios del gobierno de Clinton dicen que están impresionados con la voluntad de sus contrapartes mexicanas a aceptar condiciones sobre el despliegue del equipo estadunidense, como la ampliación de la colaboración entre las fuerzas armadas de ambos países.
"Hace 10 años no se podía tener este tipo de programa con los militares mexicanos", comentó otro funcionario estadunidense. El Pentágono capacitó a casi 2 mil soldados mexicanos, incluso algunos recibieron entrenamiento especializado de la CIA. Por otro lado, el Guardacostas de Estados Unidos ha desarrollado una relación de trabajo más extensa con la Marina del país vecino.
En otros rubros, los gobiernos de México y Estados Unidos han intercambiado información y colaborado en algunas de las investigaciones más delicadas en la seguridad pública, como los casos del ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva, de Juan García Abrego, Mario Ruiz Massieu y Carlos Hank Rhon.
"Para cualquiera que conoce la política en México, éstos son logros tremendos en comparación de hace 10 años", indicó un funcionario de la Casa Blanca, al señalar por qué era razonable promover la certificación de la nación vecina.
Los funcionarios mexicanos son más renuentes a comentar los detalles de la cooperación, pero varios reconocieron ante La Jornada que los intercambios de información y el nivel de discusión sobre estos temas es mucho más intenso hoy que nunca. Sin embargo, estas fuentes insisten en que la cooperación ha sido en las dos direcciones, y que México ha logrado concesiones importantes de Estados Unidos, como un control más efectivo del tráfico de armas estadunidenses y más reconocimiento público del gobierno estadunidense de sus problemas internos en torno al tema de la droga.
Pero varios funcionarios estadunidenses reconocieron, en privado, que los críticos de México en la DEA y el Congreso también tienen cierta razón en que esta amplia cooperación sin precedente no ha producido grandes resultados. "No tenemos mucho que mostrar a raíz de nuestros esfuerzos", reconoció un funcionario que favorece la certificación de México. El debate entre los funcionarios estadunidenses, en privado, es sobre qué es lo que frustra estos esfuerzos de cooperación, Ƒla ineficiencia y mala administración o una estrategia deliberada del gobierno mexicano para limitar la intromisión estadunidense?
Por ejemplo, la nueva Unidad Especial de Investigaciones de la PGR ha dejado de funcionar y hoy la DEA declaró en el Congreso que han dejado de trabajar con gran parte de las unidades verificadas de la PGR, ya que o están mal organizadas o no son suficientemente seguras.
Por otro lado, más de dos años después de haber sido establecidas, funcionarios de ambos gobiernos reconocen, en privado, que México no ha logrado asignar personal completo ni presupuesto suficiente para las Fuerzas de Tarea Fronteriza o las otras unidades antinarcóticos de la PGR.
El programa de capacitación del Pentágono para entrenar a militares mexicanos en actividades antidrogas ha tenido un impacto limitado, en parte porque el Ejército Mexicano rehusó una solicitud estadunidense de permitir que unidades completas sean adiestradas. En su lugar, la Sedena envió oficiales de diferentes unidades, que al regresar a México fueron integrados a unidades conformadas, en su mayoría, por soldados que no habían recibido capacitación estadunidense. Como resultado, los entrenadores de Estados Unidos creen que sus esfuerzos no están brindando los resultados máximos.
En cada rubro, los programas de cooperación con México son calificados por funcionarios estadunidenses como avances importantes pero lentos. Se aprueba legislar contra el lavado de dinero, pero no se implementa efectivamente por obstáculos en la rama judicial y la pugna entre PGR y Hacienda. El gobierno mexicano acuerda extraditar a sus nacionales, pero los tribunales no permiten que se proceda en los casos pendientes. "Existe un problema de capacidad en las instituciones mexicanas", señaló un funcionario del gobierno de Clinton a La Jornada.
En público, se espera el anuncio de Clinton, y un poco de ruido legislativo como consecuencia.