Ť Justicia, piden en Nueva York en caso del crimen del inmigrante africano
Protestas por fallo que absolvió a 4 policías asesinos
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 26 de febrero Ť Miles de personas marcharon este sábado por el centro de Manhattan en protesta del veredicto que el viernes absolvió a cuatro policías del homicidio de un inmigrante africano en esta ciudad, en demanda de "justi- cia", y advirtieron que este caso está lejos de ser un asunto resuelto.
"No hay justicia en Estados Unidos", gritó un manifestante durante la marcha por la Quinta Avenida, que partió de la calle 59 y procedió durante horas por el centro de esta ciudad.
La manifestación de repudio reunió a grupos de negros, latinos, judíos, gays, asiáticos, irlandeses, niños, jóvenes y ancianos, que coreaban "sin justicia no habrá paz" y contaban en alta voz de uno a 41 (el número total de balas disparadas por la policía contra Amadou Diallo).
La tensión durante la marcha, acompañada con una amplísima presencia policial, fue palpable, además de que hubo varios enfrentamientos y se informó de por lo menos 45 detenciones.
También se celebraron mítines en iglesias en Harlem y el Bronx, en donde se advirtió que la conclusión del caso judicial no marcará el fin de la demanda generalizada por un cambio en el comportamiento de la policía ante las comunidades minoritarias.
En Albany, donde se realizó el juicio, fueron detenidas 15 personas por obstaculizar el tráfico. Anoche, poco después de anunciarse el veredicto, cientos de personas expresaron su ira en el Bronx.
Las protestas y las expresiones de denuncia del proceso judicial también señalan que este caso ya no se centra sólo en las acciones de los cuatro policías, sino sobre las políticas anticrimen implementadas en varias ciudades de Estados Unidos que, de acuerdo con algunos líderes de derechos civiles, producen que las minorías negras y latinas sean consideradas como "el enemigo" por la policía.
Para Richard D. Emery, abogado de derechos civiles que se encarga de decenas de demandas legales contra la policía de Nueva York, el problema fundamental es la pobre capacitación de los agentes policiacos de esta ciudad.
"Estos policías, que forman parte de la unidad de crimen callejero, estaban pobremente preparados, pobremente capacitados y pobremente supervisados", asegura.
Señala que el incidente, donde al aproximarse a Amadou Diallo en la entrada de su edificio, en el Bronx, los policías cayeron en pánico al creer que el joven de 22 años estaba sacando una pistola --lo que resultó ser su cartera-- y dispararon 41 tiros (19 dieron muerte a Diallo).
"A menos de que el alcalde Rudolph Giuliani y el departamento (de policía) sean mucho más diligentes en la preparación de nuestra policía para el servicio, es probable que más tragedias públicas llenarán las ondas del aire", escribió Emery en un artículo publicado en el diario New York Times.
Dirigentes de derechos civiles están presionando para que se realice un caso a nivel federal sobre la violación de los derechos civiles de Diallo, que el Departamen- to de Justicia dice estar evaluando.
Para muchos aquí, ser negro o de origen latinoamericano en Nueva York es ser tratado como sospechoso por la policía, una experiencia cotidiana.
El caso de Diallo hizo estallar un debate a nivel nacional sobre el trato implícitamente racista dentro de las políticas anticriminales tan elogiadas en ciudades como Nueva York, Chicago y Los Angeles.
"ƑQuién será el próximo? --preguntó un negro que se manifestó en el Bronx anoche--. Cualquier persona negra, ese será. Jamás obtendremos justicia".
Miles de ciudadanos de esta ciudad insistieron hoy en que no dejarán descansar a las autoridades hasta que esta herida abierta entre la policía y la comunidad, a la que supuestamente sirven y protegen, sea curada con justicia.
Pero para eso, como dijo el abogado defensor y activista Ron Kuby, los políticos estadunidenses que promueven las políticas que permiten y hasta generan el temor policiaco, frente a ciertas comunidades que lleva incluso a matar a un ciudadano desarmado, deberán ser los que ocupen el banquillo de los acusados.