SABADO 26 DE FEBRERO DE 2000

* Tenemos proyectos de nación opuestos, aduce


Rotundo no de Cárdenas a una posible alianza con AN

* El régimen actual confundió la política con la policía, dice

Juan Antonio Zúñiga, enviado, Guadalajara, Jal., 25 de febrero * Cuauhtémoc Cárdenas dio un rotundo no a cualquier posibilidad de formar una coalición con Acción Nacional porque, afirmó, ese partido representa intereses minoritarios y un proyecto de país no sólo distinto sino opuesto al de la Alianza por México. Dijo que un acuerdo de esa naturaleza tendría que ser, en estos momentos, un arreglo de las cúpulas partidarias al margen del conjunto de la ciudadanía.

Debe quedar claro, planteó el candidato presidencial, "que no se trata de acuerdos de personas sino de acuerdos cupulares; son dos proyectos de nación diferentes. Acción Nacional quiere un proyecto de nación para unos cuantos; nosotros tenemos un proyecto de nación en el que los beneficios, el esfuerzo productivo y de la acción pública alcancen a la mayoría de los mexicanos".

Durante un mitin con campesinos y trabajadores agrícolas de Ahualulco, Cárdenas insistió: "Hoy ya estamos fuera de tiempo. Los tiempos están agotados para ser una coalición formal. El PRI y el PAN han sido los responsables de la situación de desastre en la que vivimos en el país. Ellos son los responsables de las políticas que se han puesto en práctica y que han destruido nuestra economía".

Ayer, el aspirante presidencial de la Alianza por México también se reunió con empresarios en el Club de Industriales de esta entidad, y con cerca de mil estudiantes del Tecnológico de Monterrey.

México, inició su exposición Cárdenas, "vive una crisis política cuyos síntomas son la ingobernabilidad y la falta de credibilidad de la mayor parte de la población en los discursos políticos, en los políticos profesionales y en las instituciones del Estado. Esta crisis es resultado de más de medio siglo de gobierno autoritario y antidemocrático, y de una cultura política paternalista que ha hecho de la impunidad sus rasgos distintivos".

Tras aclarar que la crisis de las instituciones políticas se presenta en todo el mundo, explicó que "entre las consecuencias políticas de la globalización está el debilitamiento de los estados nacionales y, por consecuencia, de los gobernantes (...). Se asocia la política y el ejercicio de gobierno con la corrupción y el abuso del poder, la gente piensa que todos los políticos son corruptos y se cree que la política es cada vez más un asunto de los políticos profesionales".

Puntualizó que la población se siente desplazada de la vida política y alejada de las decisiones fundamentales.

Mencionó que otro de los factores que ha devaluado la función social de la política "es que ésta se ha convertido en un espectáculo montado en los medios de comunicación". Agregó: "La publicidad sustituye a la propaganda política". Opinó que la televisión "es el espacio favorito de los políticos para informar y comunicarse con la gente (pero que) diluye la política en favor del espectáculo y ya no importan el mensaje o proyecto sino la imagen del candidato o del funcionario".

Cárdenas explicó que el enojo social con la política como actividad de una elite "ha llegado a expresarse en forma abrupta cuando el abuso del poder detona ese malestar y lo transforma en indignación, como en el caso reciente de El Mexe".

Ejemplificó: "Recientemente hemos sido testigos de que el régimen actual ha sustituido el diálogo político por el uso de la fuerza y la violencia; ha confundido la policía con la política". Pero ųpuntualizóų "del lado de las fuerzas democráticas del país la apuesta es devolver a la política su sentido como un medio eficaz para cambiar a la nación en forma pacífica y civilizada".

Enfatizó: "Las crisis de liderazgo político no se solucionan con fórmulas empresariales de mercadotecnia, en las que los ciudadanos quedan reducidos al papel de simples espectadores... Un político, lejos de las fórmulas de la mercadotecnia, es sólo un ciudadano más".

Definió que "un auténtico dirigente político confía en la gente y en su organización y sabe que no puede sustituir a los ciudadanos en la tarea de construir un gobierno democrático, que no promete la solución perfecta para el país como obra de un elegido, sino crear las condiciones para encontrar soluciones entre todos".

En el caso del sainete de Labastida contra Fox o viceversa, dijo: "Lo que ellos deben decir es cómo resolver el problema del que son responsables, del acuerdo tomado entre el PRI y el PAN, cocinado en las oficinas de Labastida cuando estaba en Gobernación, que nos impuso a todos los mexicanos una carga de un millón de millones de pesos; Ƒcuándo y cómo se va a sancionar con todo el peso de la ley a los defraudadores, a los delincuentes, sean funcionarios de la banca, de particulares o gente del gobierno?".