Ť Desechos de EU


Crece el consumo de vísceras y cae el de carne en el país

Mayela Delgadillo / II y última Ť Ante el hecho de que los mexicanos actualmente consumen menos carne que hace cinco años, la realidad es que esta caída pudo ser mayor de no ser porque la población come lo que en Estados Unidos prácticamente es desecho: las vísceras.

En el último año, la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) impuso las mayores cuotas compensatorias precisamente a productos como la lengua, el hígado y a lo que, en general, los estadounidenses denominan como despojos.

Estos productos que sólo tienen mercado entre los latinos en Estados Unidos, pagan aranceles de 106.2 por ciento para el hígado, 198, para lengua, y 214, para los despojos; mientras que para la carne en canal manejan cuotas de 5.2 por ciento. Los principales importadores de vísceras son las cadenas como Gigante, Aurrerá, Sultana y Plaza Coloso

Gilberto Lozano, director general de la U.S. Meat Export Federation, indicó que en las crisis de 1995, la demanda de carne cayó en 60 por ciento, mientras que el de vísceras se incrementó de forma significativa.

La distribución es otro tema importante en el problemático mercado de la carne de res. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) indicó que ocho de cada 10 establecimientos ofrecen al público carne importada, comercializando la tercera parte de las importaciones.

Ganancia de 50 por ciento

Enrique López López, director general de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino, ya había hablado sobre el tema: las tiendas de autoservicio ganan cerca de 50 por ciento del valor de la carne. Lo claro es que no hay una política alimentaria integral nacional que tienda hacia la autosuficiencia del país.

Datos de la Dirección General de Ganadería de la Sagar muestran que mientras en 1990 se producían un millón 113 mil 919 toneladas de carne de bovino, las importaciones rondaban las 51 mil toneladas, las cifras preliminares de la producción interna para 1998 eran un millón 379 mil 941 toneladas y de importaciones que superaban las 263 mil toneladas. En ocho años crecieron 400 por ciento.

A inicios de la década de los 90 las importaciones representaban 4.9 por ciento del consumo nacional, para el 98 éste alcanzaba ya 16.8 por ciento, para este año las ubican en 30 por ciento.

El estudio "Situación actual y perspectiva de la producción de carne de bovino 1990-1998", emitido por la Sagar, apunta que a partir del TLC la balanza comercial ha tenido un nuevo crecimiento del déficit para el país.

"El proceso de apertura comercial en México ha tenido un profundo impacto en la estructura de producción y comercio doméstico. México pasó a ser exportador neto de animales en pie para engorda y uno de los principales países importadores de carne de bovino".

Las importaciones de carne de bovino fresca, refrigerada y congelada de enero a marzo de 1998 fue de 46 mil toneladas, monto superior en 106 por ciento a la del mismo periodo de 1997, añade.

Los exportadores estadunidenses aseguran que la carne congelada ųque no tiene mercado en EU por haber rebasado el tiempo máximo de un producto en el congeladorų no puede considerarse "de segunda, si no que sólo ya no puede venderse en el país de origen", en palabras de Lozano.