SABADO 26 DE FEBRERO DE 2000

* Allá hay 5 millones de adictos, reconoce el zar


En Estados Unidos está la sede mundial de la droga: McCaffrey

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 25 de febrero * En Estados Unidos está la sede internacional de la droga, afirmó hoy el zar antinarcóticos de la Casa Blanca, Barry McCaffrey.

En respuesta a preguntas de reporteros en torno a comentarios del embajador estadunidense en México, Jeffrey Davidow, quien afirmó que las sedes de los cárteles internacionales de la droga se encuentran en México, McCaffrey dijo: "no, es aquí, en Estados Unidos". Y remató: "tenemos 5 millones de adictos, nuestro país está gastando más de 30 mil millones de dólares en droga. Siempre odio decir dónde está el peor problema de narcóticos. Estados Unidos tiene 52 mil muertos cada año, gastamos millones en cocaína".

Si se trata de comparaciones entre Sicilia y México, como mencionó Davidow ayer, las noticias de hoy parecen darle más razón a McCaffrey. El jueves, las autoridades estadunidenses arrestaron a Salvatore Gravano, el famoso lugarteniente de la mafia siciliana en Estados Unidos, por conspirar en narcotráfico y promover la venta de la droga ecstasy a adolescentes en Arizona y otros estados.

El famoso Sammy el Toro Gravano, quien traicionó al capo John Gotti al testificar en su contra en su juicio en 1992, y que ayudó a enviar a la cárcel a otros 36 miembros de la mafia, fue detenido por encabezar una operación que utilizaba una agrupación de adolescentes supremacistas blancos con simpatías neonazis para vender entre 20 mil y 30 mil píldoras ecstasy por semana a universitarios.

Varios miembros de la banda que se dedicaba a intimidar y golpear a hispanos y negros, también fueron inculpados junto con el hijo, la hija y la esposa de Gravano.

 

El vínculo Sicilia-Mexico

La mafia siciliana de Estados Unidos tenía gran presencia en las cientos de pizzerías que hay en las calles de Nueva York y otras ciudades. De hecho, hace algunos años la distribución de la droga se realizaba a través de una red de pizzerías. Esto podría explicar la idea de que México y Sicilia comparten algo en común: ahora, en varias pizzerías italianas de Nueva York los trabajadores son mexicanos.