VIERNES 25 DE FEBRERO DE 2000

* Primera movilización sindical contra De la Rúa


Repudian miles de trabajadores la reforma laboral en Argentina

* Disidentes reclaman al mandatario negociar con líderes de la CGT

* Hasta ahora sólo las grandes empresas se han favorecido, acusan

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 24 de febrero * Miles de personas convocadas por disidentes de la Confederación General del Trabajo (CGT), por la independiente Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y por la Corriente Clasista y Combativa, repudiaron hoy la ley de reforma laboral aprobada ya por los diputados, en la primera movilización sindical contra el gobierno de Fernando de la Rúa, instalado hace poco más de dos meses.

Sin embargo, las protestas, que reunieron a 50 mil personas según los organizadores, y 20 mil de acuerdo con la policía, se realizaron en diferentes lugares. La CGT disidente liderada por el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) de Hugo Moyano convocó a sus hombres a la Plaza de Mayo, mientras que la CTA y la Clasista y Combativa realizaron sus actos frente al Congreso y en el Obelisco, respectivamente.

No obstante, todos los dirigentes reclamaron con dureza al gobierno de Fernando de la Rúa por haber negociado la reforma laboral con la desprestigiada cúpula cegetista, que a última hora se retiró de la protesta, dejando de lado al resto de los movimientos, que incluso fueron apoyados por la hoy gobernante Alianza cuando esa coalición de socialdemócratas y centroizquierdistas estaba en la oposición al anterior gobierno de Carlos Menem.

Bajo un calor agobiante con 38 grados centígrados, las columnas fueron llegando lentamente hasta los lugares de convocatoria. La Plaza de Mayo se vio copada por trabajadores de unos 87 gremios que dijeron "no" a la "maldita reforma" y cuyos militantes también portaban pancartas contra el Fondo Monetario Internacional.

Pese a las protestas, la ley fue aprobada después de largas horas de debate en la Cámara de Diputados, con el respaldo de la amplia mayoría de los legisladores de la Alianza ųaunque 12 votaron en contraų, de legisladores provinciales y de los de la centroderechista Alianza para la República. Pero la votación mostró que el consenso logrado con la cúpula ultramenemista de la CGT tiene bases débiles, ya que la oposición peronista votó dividida, para dejar un resultado de 133 votos a favor y 88 en contra. Esto deja entrever dificultades para la aprobación en el Senado, donde los peronistas son mayoría.

Al fundamentar su voto en contra, los rebeldes de la Alianza destacaron la inutilidad de esta reforma que supuestamente pretende generar empleo y competitividad en el mercado de trabajo, al recordar que en los últimos 10 años con ese mismo argumento el menemismo logró leyes de flexibilización que sólo propiciaron la precarización del empleo, los abusos, y la desocupación.

Víctor de Genaro, dirigente de la CTA, señaló por su lado que hasta ahora la flexibilización laboral favoreció a las grandes empresas que ganan 535 dólares por minuto, "mientras nosotros tenemos un nuevo desocupado en el mismo tiempo", además que la mayoría de los que tienen empleo trabajan ahora 10 o 12 horas en lugar de las ocho reglamentarias, y a veces por salarios de 100 o 200 dólares, en un país donde la canasta básica supera los mil dólares mensuales.

De Genaro reveló además algunas de las propuestas de la CTA al gobierno, como la de crear un seguro de desempleo para jefes de hogar, no fueron siquiera consideradas. "Hemos luchando 10 años contra el menemismo para cambiar la situación y ahora no podemos aceptar los mismo que combatimos", dijo.

Entre las medidas del proyecto está la descentralización de las negociaciones de convenios laborales, sin que el empresario esté obligado a tratar con el gremio; el aumento del periodo de prueba para los trabajadores, y la rebaja de impuestos para los patronos que tomen más personal.

El diario Página 12 destacó hoy el "tira y afloje" en las negociaciones: primero el gobierno quitó a la CGT el manejo de 360 millones de pesos (igual dólares) anuales por las obras sociales sindicales (encargadas de la atención de salud de los trabajadores), y luego negoció con esto, comenzando a liberar fondos para los gremios que terminaron negociando.

Para un dirigente gremial que resistió a las políticas neoliberales del menemismo, "parece innecesario que un gobierno que creó tantas expectativas y ha avanzado en muchos aspectos, pueda tropezar de esta manera, y aunque gane en votos ha perdido mucho" en estas últimas horas.