VIERNES 25 DE FEBRERO DE 2000
* Ejercitará la acción penal en contra de un custodio del Reclusorio Sur
Descubre la procuraduría soborno de testigos del homicidio de Stanley
* La red de complicidad y corrupción implicaría incluso a funcionarios que ya son investigados
Elia Baltazar * La procuraduría capitalina ejercitará acción penal contra el custodio del Reclusorio Preventivo Sur Ricardo Martínez Garcés, por falsedad de declaraciones, negligencia y corrupción, pues hay evidencias de que recibió 300 mil pesos para contradecir el testimonio de Luis Gabriel Valencia en contra de los inculpados por el asesinato de Paco Stanley.
Martínez Garcés se presentó a declarar ante el juez 55 penal, Rafael Guerra, en la tercera audiencia del proceso para determinar la responsabilidad penal de Mario Rodríguez Bezares, Paola Durante, Jorge Escandón, José Luis Rosendo Martínez, Erasmo Pérez Garnica y Luis Ignacio Amezcua, en la muerte del conductor de televisión.
El custodio aseguró entonces que aquel 22 de abril de 1999, fecha en que se concertaría la muerte de Stanley en la celda de Amezcua, él se encontraba de servicio y nunca vio entrar a Durante Ochoa o a Erasmo Pérez Garnica, El Cholo.
Más tarde, la PGJDF demostró que el custodio mentía y junto con él otros elementos de seguridad del Reclusorio Preventivo Sur, así como algunos funcionarios, en contra de quienes también se ejercitará la acción penal, pero cuyos nombres se reservaron para evitar la evasión de la justicia.
Las autoridades cuentan en su poder con elementos que demuestran que el custodio recibió 300 mil pesos para declarar y echar por tierra el testimonio de Valencia, que ha sido severamente cuestionado sin tomar en cuenta los elementos probatorios de sus declaraciones.
La procuraduría, además, acreditó los privilegios con que contaban los Amezcua en el Reclusorio Sur, pues en su celda encontraron, entre otros documentos, recibos de pago y de préstamos a custodios, por cantidades que iban desde los 100 mil pesos, así como libretas en las que llevaban la contabilidad de las deudas pendientes, sólo con las iniciales de sus deudores, y registros de llamadas a diversos puntos del país y de Estados Unidos.
Asimismo había entre sus pertenencias recortes de diarios y revistas sobre la muerte de Stanley y un seguimiento de las acusaciones contra Mario Rodríguez Bezares, así como perfiles que se elaboraron en medios periodísticos sobre el patiño.
Los Amezcua, además, contaban con un equipo de futbol dentro del penal, que ellos financiaban y compensaban de acuerdo con sus victorias, así que no son pocos los internos y custodios que debían favores a los reyes de las metanfetaminas, y que se han negado a declarar en torno del caso, advierten fuentes cercanas a la investigación.
No obstante, las autoridades confían en el rumbo de la investigación, pues hay pruebas que demuestran la presunta responsabilidad penal de los implicados, entre ellas el registro único de entrada a la celda de los Amezcua de una mujer que se identificó como Paola, con fecha del 15 de abril y hora 11:20.
Pese a que su nombre aparece como visita de un interno de nombre Mauricio Islas, éste compartía la celda con Luis Ignacio Amezcua, cuyo apellido aparece un renglón abajo. En su declaración afirma que no conoce a ninguna mujer con ese nombre, y declara: "Ya no voy a decir más".
Muchos cabos sueltos
Por lo pronto, la lista de indicios contra los implicados en la muerte de Stanley crece, aunque aún hay cabos sueltos que faltan completar por la ausencia de testigos que han desaparecido, "como si la tierra se los hubiera tragado", advierten investigadores del caso.
Así ha sucedido con un hermano de El Cholo, de características físicas muy similares a las del presunto homicida material. También se ha perdido la pista de un hombre a quien apodan El Zurdo, amigo de Erasmo Pérez Garnica y hermano del interno al que el primero visitaba en el Reclusorio Oriente. Contra ambos hay órdenes de presentación pendientes de cumplimentar.
Sobre todo en lo que se refiere a ex empleados del conductor de televisión de la empresa para la que laboraba, parece que la gente ha desaparecido, pues los datos aportados son falsos, no existen sus domicilios y no se sabe nada de ellos, expresan fuentes de la dependencia.
Hay el caso, incluso, de un testigo, policía auxiliar empleado en Tv Azteca, que ahora es chofer de Brenda Jiménez, esposa de Mario Bezares, según refieren autoridades de de la PGJDF.
Hasta ahora la dependencia no ha cancelado las investigaciones paralelas, pues siguen las pesquisas contra otros posibles involucrados, entre ellos Brenda Jiménez, esposa de Mario Rodríguez Bezares, así como gente de Tv Azteca y de otros círculos cercanos a Francisco Stanley.