* Sólo cambió el discurso
Zedillo, el hombre del neoliberalismo en México: Da Silva
Juan Antonio Zúñiga M. * Tres veces candidato a la presidencia de su país, sindicalista y fundador y militante activo del Partido de los Trabajadores de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva responde a una inquietud específica del auditorio, después de su conferencia magistral en la sede nacional del PRD: "Zedillo es el hombre del neoliberalismo en México. Después del fracaso de Salinas se cambió el discurso, pero no la práctica".
El tema central de la exposición, el hecho de que "hoy en día en 90 por ciento del continente la izquierda dispute el gobierno" ųChile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela Nicaragua, El Salvadorų, quedó a un lado en forma momentánea. El público inquirió con insistencia su opinión sobre el caso de México, y específicamente sobre la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.
La insistencia fue en aumento y estimó que su triunfo "significaría un cambio extraordinario para México". Se le preguntó sobre la situación de Chiapas y, sin titubeos, respondió: "Seguro que si Cárdenas gana habrá un acuerdo".
Sobre los embates de los medios de comunicación ųque Lula da Silva vivió cuando en una de sus campañas el auditorio brasileño estuvo más enterado de la elección de Tony Blair en Gran Bretaña, que de la suyaų, explicó que la constatación de ese fenómeno "no debe llevarnos al desánimo; al contrario, debe obligarnos a trabajar mejor en la política de alianzas (...) tenemos que buscar alternativas de comunicación para la izquierda, crear nuestros medios, porque los adversarios no van a pasarnos las balas para tirar contra ellos".
Y aun así, comentó, es necesario aprovechar todos los espacios. "La tarea para México y otros países es preparar la respuesta a los embates y trabajar más en la militancia. Buscar utilizar los medios de comunicación con las limitaciones que se tienen e intentar abrir otros espacios".
El Partido de los Trabajadores de Brasil se fundó el 10 de febrero de 1980, hace dos décadas, cuando el neoliberalismo construyó una hegemonía tan fuerte que muchos tenían vergüenza de ser de izquierda, y se proclamaba que "el estado era un demonio". Resumió: "En estos 20 años, el Partido del Trabajo de Brasil consiguió reunir a lo mejor del movimiento sindical, del movimiento estudiantil, de la intelectualidad y hoy somos la fuerza política de izquierda más importante del país".
Lula da Silva platicó sin desencanto que "en tres ocasiones sucesivas disputamos la presidencia y quizá la próxima podamos ganar". Con estas palabras completó un planteamiento hecho momentos antes: "Y ahora estamos más hinchas que nunca y esperamos que la victoria de ustedes en México nos impulse al triunfo en el 2002".