Cuando el petróleo nos alcance
* Américo Saldívar *
Creemos que la polémica desatada a raíz de las pretensiones del gobierno mexicano de aumentar la plataforma de explotación-exportación del petróleo podría resumirse en dos cuestiones: Ƒqué significa un sistema de precios reales? ƑQué es un ingreso sostenible?
El petróleo se ha manejado hasta ahora de acuerdo con los intereses de los grandes consumidores y de las "Siete Hermanas", que son grandes empresas concentradoras de la comercialización y distribución del mismo a escala mundial. En santa alianza, los países del norte, encabezados por Estados Unidos, Japón y Europa, que consumen casi las tres cuartas partes de los hidrocarburos y de la energía mundial, presionan para que los países exportadores disminuyan el precio del petróleo. Las ventajas de los "sobreprecios" residen en un ahorro mayor de energía, su uso más eficiente, menor consumo y, por ende, en la disminución del volumen de emisiones a la atmósfera. En otras palabras, un menor consumo de energía fósil equivale a una mayor calidad ambiental y de vida.
A grandes rasgos, lo anterior nos coloca en un escenario donde todos ganan pues, entre otras, también se evita el "sobrecalentamiento" de la economía. Por el contrario, los bajos precios siempre han sido resultado natural de la sobreoferta y sobreextracción del recurso no renovable. Por ello esa política es irresponsable y antiética ya que produce de manera casi inevitable cuatro tipos de fenómenos, todos ellos perversos: 1. rápido agotamiento de las reservas probadas; 2. aumento de la demanda y el consumo mundial; 3. consecuente elevación de emisiones contaminantes a la atmósfera; 4. drástica reducción del ingreso proveniente de la llamada renta petrolera.
Por lo general estos puntos han estado ausentes de la discusión. Peor aún, un año de buenos precios no compensa los tres años consecutivos de pérdida por bajos petroprecios. Mucho menos las pérdidas por daños a la ecología y a los ecosistemas mexicanos, que han padecido de la voracidad y el apresuramiento en la sobreexplotación de esta industria altamente contaminante.
La política energética de nuestro país enfrenta de nueva cuenta una crisis de credibilidad. A título de qué, nos preguntamos, Ƒel aumento de la plataforma de explotación es más correcta o creíble que la que se dio entre 96 y 98?, cuando el gobierno mexicano actuó de manera bastante pragmática abriendo con singular regocijo las válvulas de la extracción. Así, mientras las exportaciones aumentaron 35 por ciento, los ingresos se desplomaron más de 40 por ciento en ese mismo periodo, švaya lógica! Ahora el gobierno se preocupa por las señales negativas que puede dar el mercado y los síntomas de sobrecalentamiento de las economías en los países industrializados. Antes de pensar en una globalofílica solidaridad capitalista, el régimen debe también preocuparse por el hecho de que se trata de un recurso cada vez más escaso y no renovable, que debemos proteger también para las generaciones futuras, ya que un peso de riqueza y bienestar presente puede convertirse en un no ingreso y pobreza en el futuro. Dentro de ese escenario los costos sociales futuros serían mayores que los beneficios presentes. A eso es lo que nosotros llamamos un ingreso no sustentable ni perdurable.
Ahora bien, si lo que preocupa al actual gobierno es mantener un ingreso sostenible y perdurable en el largo plazo, está errando su estrategia al no hacer una integración simultánea de los objetivos económicos, ecológicos y sociales. Parafraseando, el dicho común de que no sólo de razones económicas vive el hombre es hoy más crucial que nunca. Porque también las hay de tipo político, ético, ambiental, social... e inclusive aquellas otras razones no menos importantes, que tienen que ver con escenarios de seguridad y soberanía nacionales en el largo plazo. ƑPodrían los políticos actuales abandonar siquiera por un momento su visión egoísta y cortoplacista e imaginarse un México sin el codiciado oro negro?
Porque atentado directo a la seguridad y la soberanía es la sobreexplotación irrestricta e irresponsable de los recursos naturales no renovables y los subsidios al crecimiento por parte de la naturaleza y el medio ambiente. Es una falsa impresión de riqueza, que por décadas nos han inculcado, el abrir más las válvulas para la extracción de hidrocarburos. El incremento de la plataforma de exportaciones responde a esa lógica y provoca una falsa impresión de que se está alcanzando un incremento tanto en la producción como en el bienestar de la gente, cuando lo que realmente se consigue es una pérdida permanente de riqueza y patrimonio, ya que el pretendido crecimiento económico se estaría consiguiendo a costa de la sobreexplotación y futura escasez, de la base de recursos. Aquí reside el punto central de nuestro argumento, ya que es prácticamente indiferente el nivel de precios que el crudo alcance en el mercado, a no ser que ello esté estrechamente vinculado con la búsqueda de fuentes de energía no fósil, lo que no ocurre en nuestro caso. Dejemos pues de considerar a Pemex como el aval y pagador de los desaciertos y crisis fiscales del Estado-gobierno. La época de la energía abundante y barata ha concluido. šViva ahora el uso extensivo de energía no fósil ni convencional!
En fin, una pregunta para el señor secretario de Energía, Luis Téllez: Ƒhasta cuándo lograremos que el gobierno mantenga una base sólida de ingresos sostenibles sin hipotecas ni agotar los recursos no renovables, que son también la base del desarrollo futuro del país todo, no sólo del globalizado? *