LUNES 21 DE FEBRERO DE 2000

* Rinde protesta el aspirante priísta a la gubernatura


El conflicto en Chiapas, en cuatro líneas del discurso de Sami David

* Salida política al levantamiento armado, reitera Labastida

José Gil Olmos, enviado, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 20 de febrero * Seis años de conflicto armado solamente merecieron cuatro líneas al candidato del PRI al gobierno chiapaneco, Sami David David, al rendir protesta. Mientras que para el aspirante a la Presidencia de la República, Francisco Labastida, ninguna.

Este domingo, a la vieja usanza, el nuevo PRI echó mano de los usos y costumbres, y con más de cinco mil simpatizantes abarrotó el Polyforum Mesoamericano donde el ex senador fue ungido como candidato a la gubernatura. Ahí, frente a la clase política local y la cúpula nacional priísta encabezada por Labastida y Dulce María Sauri, el nuevo aspirante al gobierno de Chiapas mencionó únicamente de paso al EZLN, y nunca habló de algunos temas de fondo, como los derechos indígenas, la tenencia de la tierra, latifundios, los municipios autónomos y la existencia de miles de desplazados.

En tanto, el ex secretario de Gobernación, como invitado de honor, no quiso abordar el tema en la ceremonia de protesta, y sólo al concluir, a pregunta expresa de los medios, ratificó la iniciativa de darle salida política al levantamiento armado zapatista y convertirlo en fuerza política.

"Ofreceremos hasta el cansancio al EZLN la invitación para que participe en la vida política de Chiapas, para que con civilidad, con diálogo de buena fe, encauce sus demandas y resolvamos de una vez por todas este añejo asunto, que debe finiquitarse por el bien de Chiapas y de México", dijo entre aplausos Sami David casi al final de su propuesta de gobierno.

"Digo que hago mía la propuesta de darle salida política al EZLN. He dicho antes, por escrito y de palabra, que creo que la única salida para estos conflictos y diferencias es por la vía del dialogo y pacífica", señaló a su vez Labastida en entrevista al concluir el acto.

Sin embargo y a pesar que en el largo discurso fue desmerecida la figura de los indígenas rebeldes, dentro del auditorio grupos de tzotziles, ataviados con sus trajes regionales, fueron instalados en la gradas para darle colorido al evento.

Retrasado por cerca de dos horas, que originó una rechifla en lo alto del auditorio, el acto dio inicio con la toma de protesta de Sami David por parte de la presidenta nacional del PRI, Dulce María Sauri. Ahí, entre los que aplaudían estuvieron el gobernador sustituto, Roberto Albores Guillén, y los mandatarios de Quintana Roo y Oaxaca, Joaquín Hendricks y José Murat, respectivamente.

También algunos que se opusieron a la candidatura de Sami David, entre ellos César Augusto Santiago, Juan Carlos Gómez Aranda y Homero Díaz Córdoba. Sólo faltó José Antonio Aguilar Bodegas, el candidato de Albores Guillén y coordinador de la campaña de Labastida en el proceso interno, para cerrar por completo la operación Cicatriz.

 

Cinco gobernadores en un sexenio

 

El ex senador elegido como candidato por consulta a la base leyó, nervioso, su mensaje a los chiapanecos, a quienes propuso once acciones para dirigir un gobierno de seis años, lo que llamó la atención, pues sólo en el ultimo sexenio Chiapas ha tenido cinco gobernadores que se han confundido entre sustitutos e interinos.

Antes, ofreció terminar "con la cultura de súbditos y subordinaciones", propuso un pacto de concordia entre los chiapanecos y reconoció que la entidad necesita de estabilidad. "Es la hora de reconciliarnos, no de dividirnos; es el momento de unir nuestras fuerzas y superar nuestras flaquezas; es el momento de sumar, no de restar", dijo el originario del municipio costeño Acapetahua.

Entre sus propuestas mencionó establecer, junto con Labastida en la Presidencia, un programa integral de desarrollo para Chiapas; la formación de un Sistema Estatal de Planeación; un programa específico educativo y cultural; apoyo al campo con capacitación, créditos, redes de comercialización y la creación de agroindustrias, y desarrollar la industria turística.

Enunció como condición imprescindible el derecho a la salud y la integración al gobierno "a nuestros hermanos indígenas", garantizándoles el reconocimiento a sus culturas, formas de organización y vida comunitaria; asimismo, propuso la industrialización del estado, combatir la inseguridad y respetar las creencias religiosas.

Sami David atacó, sin mencionarlo directamente por su nombre, el ex priísta Pablo Salazar Mendiguichía, candidato de la alianza de seis partidos, entre ellos PAN y PRD. "Vamos a desenmascarar la simulación surgida de las ambiciones personales a ultranza, la suma de siglas que han encadenado matrimonios de partidos con divorcios firmados por anticipado".

En medio de los aplausos de los asistentes, la mayor parte trabajadores de la administración pública estatal a quienes les repartieron una invitación obligada durante la semana, el candidato local concluyó: "La hora de Chiapas ha llegado; es la hora de sacudirnos; es la hora de decir que Chiapas ya nunca será rehén de nadie".

Labastida, a su vez, dijo que había llegado para solidarizarse con el mejor candidato que pudo haber tenido el PRI en Chiapas, por "la tolerancia que ejerce cotidianamente en el dialogo, por su profunda convicción social y su compromiso con los más pobres, con las mujeres del campo y con los indígenas".

Y a pesar de haber tenido problemas con el gobernador por el uso de los recursos públicos en la precampaña, le hizo un reconocimiento a Albores Guillén. "Tenemos que reconocer con honestidad y objetividad que es más lo que nos falta por hacer que lo que hemos hecho", trató de matizar el sinaloense el apoyo al gobernador chiapaneco.

Labastida, momentos antes de abandonar la entidad, fue cuestionado sobre el trabajo de mediación del obispo Samuel Ruiz, y de la posibilidad que retorne a esta actividad una vez que renuncie a la diócesis de San Cristóbal. Dijo que las mediaciones no sirven cuando están cargadas hacia alguna de las partes.