Ť Desfile de "unos pocos extremistas de izquierda", minimiza en Viena el PL


Protestan unas 200 mil personas en Bélgica contra el gobierno austriaco

Ť Expresiones callejeras no cuestionarán el veredicto de la democracia, advierte Schuessel

Reuters, Dpa, Ap y Afp, Bruselas, 20 de febrero Ť Unas 200 mil personas, entre autoridades del gobierno de Bélgica, veteranos de guerra y sobrevivientes de los campos de concentración nazis, salieron este domingo a las calles y posteriormente se concentraron frente a la embajada austriaca en Bruselas, para protestar contra el gobierno de coalición en Austria, que incluye al ultraderechista Partido Liberal (PL), encabezado por Joerg Haider.

En Viena, el PL restó hoy importancia a la mayor manifestación antigubernamental desde la Segunda Guerra Mundial efectuada la víspera, al asegurar que fue el "desfile de unos pocos extremistas de izquierda".

manifesta "Desgraciadamente tenemos esta situación en Europa y las manifestaciones son útiles", dijo el canciller belga, Louis Michel, en alusión a las movilizaciones en el continente contra la inclusión del PL en el gabinete del canciller federal, el conservador Wolfgang Schuessel.

Unas 200 mil personas, entre belgas y empleados de todos los países que trabajan en los organismos de la Unión Europea, con sede en Bruselas, marcharon y corearon consignas como "no al fascismo en Europa". Otros marcharon en silencio luciendo una estrella como la que los nazis obligaban a usar a los judíos.

"Es urgente combatir el antisemitismo, el racismo y la xenofobia. Es necesario luchar por una Europa democrática", resaltaron los organizadores de la marcha en un comunicado.

En Viena, el parlamentario del PL, Peter Westenthaler, expresó que lo ocurrido el sábado en la capital austriaca, cuando más de 100 mil personas se manifestaron contra la inclusión de los ultraderechistas en el gobierno, no fue nada más que una pobre demostración de la Internacional Comunista y los socialistas austriacos.

Westenthaler estimó que a la manifestación de ayer sólo acudieron unas 60 mil personas, y si se descuentan a los comunistas del extranjero, los que quedan, dijo, son muy pocos.

El hecho de que la protesta de la víspera haya reunido a 150 mil personas, como afirma la policía, o a 300 mil como aseguran los organizadores, fue considerado un éxito por los analistas.

Algunos oradores no dudaron en pedir la dimisión del gobierno de Schuessel, quien había anticipado el regreso a la normalidad "tras esta explosión emocional de viejos izquierdistas".

Pero el periodista austriaco Robert Misik, miembro del comité organizador de la protesta, puntualizó que las manifestaciones se acabarán cuando el canciller haya dimitido.

Alentados por el éxito, los oradores de la Plaza de los Héroes anunciaron nuevas manifestaciones cada semana y la próxima está prevista para el próximo jueves ante la sede de la presidencia.

En declaraciones al diario francés Le Fígaro en su edición del lunes, Schuessel aseguró que los desfiles callejeros no cuestionarán el veredicto de la democracia, y subrayó que los europeos no tienen derecho a rechazar el diálogo en su propia familia. "Todo lo que pido a nuestros socios, es que nos escuchen", señaló.

Según el canciller federal, como lo demostraron las elecciones, la mayoría de la población austriaca apoyó al gobierno de coalición que formó con la ultraderecha, la cual, afirmó, no representa un peligro, sino la oportunidad de un verdadero cambio.

Calificó como "ridícula", toda comparación entre Hitler y Haider porque, explicó, éste ha cambiado, se ha vuelto más serio y responsable, y su partido "ha salido de la oposición crónica para convertirse en un partido de gobierno y hará todo lo posible para no desperdiciar esta oportunidad", señaló.

Joerg Haider ha sido el foco de las protestas debido a sus pasados elogios al régimen de Adolfo Hitler y su campaña contra los inmigrantes, que indignó a los austriacos y obligó a los 14 socios de la Unión Europea a congelar sus relaciones con el nuevo gobierno austriaco.