Ť La premiación, con algunas sorpresas y pocas posibilidades de abucheo
Finalizó la Berlinale: la tajada del león, para el cine hollywoodense
Ť Oso de Oro a Magnolia, de Anderson, y Osos de Plata a Milos Forman y Denzel Washington
Leonardo García Tsao, enviado, Berlín Ť El cincuenta aniversario de la Berlinale llegó a su fin con una premiación que ofreció algunas sorpresas pero pocas oportunidades de abucheo. Salvo algunas excepciones, los premios son justos dentro de la escasa calidad de la competencia. Según era previsible, el cine hollywoodense se llevó la parte del león --o la parte del Oso, como quieran-- con tres premios importantes, incluyendo el Oso de Oro para Magnolia, de Paul Thomas Anderson, y sendos Osos de Plata al mejor director --Milos Formanų y al mejor actor ųDenzel Washington, por The Hurricane. Curiosamente, en el jurado no figuraba ningún estadunidense; entonces, ni siquiera puede sospecharse de grilla.
Los otros ganones fueron los anfitriones. Las tres películas alemanas en competencia se llevaron algo. La más meritoria, Las leyendas de Rita, de Volker Schlöndorff, obtuvo el Oso de Plata a la mejor actriz --en ex-aequo para Bibiana Beglad y Nadja Uhl-- y el premio Angel Azul a la mejor película europea. Un Oso de Plata se lo dieron al reparto completo de Paradiso-Sieben Tage mit Sieben Frauen, de Rudolf Thome, y otro más, como Premio del Jurado, para The Millon Dollar Hotel, de Wim Wenders. Este último fue el único caso que recibió la sonora desaprobación de la prensa.
Ya repartidos los premios entre el cine gringo y el germano, lo restante se dedicó al Oriente. El camino a casa, del chino Zhang Yimou, fue merecedora del Gran Premio del Jurado; mientras que Coro de muchachos, del japonés Akira Ogata, se llevó el premio Alfred Bauer a la mejor opera prima.
Entre las curiosidades de esos premios, debe mencionarse que por una vez el público estuvo de acuerdo con el jurado. Los lectores del diario Tagesspliegel y Bernner Morgenpost también votaron a Magnolia como la mejor película del festival. Por otra parte, es el segundo año consecutivo que se otorga un premio en ex-aequo a un par de actrices alemanas; el año pasado, Maria Scharader y Juliane Köhler ganaron por Aimee & Jaguar, y en esta ocasión la primera fue uno de los miembros del jurado (Ƒse sintió obligada a devolver el favor?). Quizás el premio más cantado fue el de Denzel Washington. Al final de la función de The Hurricane, el actor negro recibió una ovación de pie y es considerado también un candidato seguro al Oscar de este año. Su Oso es el segundo en su colección, pues ya había ganado otro por Malcolm X, en 1992. Después de los abundantes latazos con que nos afligió la selección oficial, al menos la película de clausura fue un entretenimiento ligero. Bossa nova, del brasileño Bruno Barreto, es una trivial comedia de enredos amorosos, pero llana de sol, simpatía, calor humano y música sabrosa. Justo los elementos que fueron demasiado escasos en esta desangelada celebración del cine.