Ť Al mitin en Viena asistieron cientos de dirigentes de toda Europa
Protestan unos 120 mil austriacos contra la coalición gubernamental
Ť Muchos, pagados por socialdemócratas: Haider Ť Repudio de miles de personas en la capital francesa
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Viena, 19 de febrero Ť Al menos 120 mil personas se congregaron hoy bajo la lluvia en la Plaza de los Héroes de esta capital para protestar contra la nueva coalición gubernamental entre conservadores y ultraderechistas del Partido Liberal.
Entre los manifestantes figuraban cientos de líderes políticos y sociales provenientes de toda Europa que viajaron a Viena para participar en la manifestación de repudio, mientras que en París unos 10 mil franceses participaron en una protesta contra el gobierno ultraderechista austriaco.
El líder del Partido Liberal, Joerg Haider, calificó de "estúpida" la manifestación de hoy, y acusó a partidos de izquierda y sindicatos de haber pagado a muchos de los que asistieron a la protesta.
De su lado, el canciller federal conservador, Wolfgang Schuessel, dijo esperar que el país se "desahogue" con la multitudinaria protesta, para que pronto pueda "volver a la normalidad".
Algunos de los organizadores admitieron que la participación en la manifestación no alcanzó la expectativa de reunir al menos a 250 mil personas, y en el mejor de los casos a 600 mil, pero señalaron que miles de austriacos exigen el fin de una experiencia política que nació fracasada.
Se tenía la intención de revivir una famosa protesta antirracista que en 1993 logró reunir a 250 mil personas que entonces advirtieron sobre el peligro de que el Partido Liberal incrementara su influencia en la política del país centroeuropeo.
Poco antes del comienzo de la manifestación, jóvenes de izquierda alemanes, conocidos como "autónomos", se enfrentaron con la policía en la estación de tren a la que llegaron para participar en el mitin.
Los jóvenes, muchos de ellos cubiertos el rostro con pasamontañas, atemorizaron a los transeúntes al gritar consignas como "el Partido Liberal debe sangrar". Las autoridades dijeron, sin embargo, que no hubo detenidos tras el altercado.
Ola social antixenófoba
La manifestación fue convocada por los movimientos cívicos Ofensiva Democrática, SOS Racismo y SOS Nuestro Prójimo, y contó con el apoyo de los partidos Socialdemócrata y Verde, convocatoria a la que también se unieron sindicatos, asociaciones de jubilados y movimientos feministas y juveniles.
También llegaron a Viena para participar en la protesta políticos y dirigentes de Alemania, Gran Bretaña, Francia, Holanda e Italia. En la delegación francesa, que parecía ser la más numerosa, y destacaron el actor Michel Piccoli y el escritor Bernard Henri Leóvy.
Piccoli subrayó a medios locales que "no nos manifestamos contra Austria cuando protestamos contra Haider", sin embargo dijo que los participantes en el acto también manifiestan su repudio contra Schuessel, por "ayudar a un partido xenófobo a llegar al poder".
Sobre la manifestación, Schuessel comentó despectivamente que espera que "los viejos izquierdista, los del 68 y los jóvenes de la generación del Internet, puedan desahogarse", para que tras la movilización el país y el gobierno austriaco puedan volver a la normalidad.
Sin embargo, los oradores aseguraron que las protestas continuarán en todo el país al menos hasta la semana próxima.
Haider aseguró que los socialdemócratas y sindicatos, "los círculos socialistas que han arruinado este país", pagaron a los jóvenes para asistir a la manifestación contra la coalición de gobierno conservadora-ultraderechista "abusando de la gente y provocando violencia en las calles de la capital del país".
En París, mientras tanto, más de 10 mil personas se manifestaron convocadas por grupos antirracistas, sindicatos y partidos de izquierda.
Después de la protesta, la ministra francesa de Cultura, Catharine Trautmann, invitó a un debate a artistas franceses y austriacos, en el que se discutieron formas de proteger a los intelectuales austriacos que sostienen una postura crítica a Haider y a los conservadores.
En el debate participaron el director de cine Luc Besson, la directora teatral Ariane Mnouchkine, el autor austriaco Peter Jung y otros intelectuales.