* Necesario, demoler al menos 700 casas habitación en Ejército de Oriente
Daños graves en viviendas de Iztapalapa
* Los inmuebles tienen grietas causadas por una falla en el subsuelo del área
Sandra Palacios Zarco * A 25 años de haberse construido la unidad habitacional Ejército de Oriente, zona Peñón, al menos 700 casas se deben demoler, pues están dañadas por los hundimientos de hasta 10 centímetros que cada año ocurren en esa área, en cuyo subsuelo, según estudios realizados por el Instituto de Geografía de la UNAM, atraviesa una falla, misma que ha causado grietas en las viviendas.
Son más de 15 mil las familias que habitan en las casas afectadas y a diario enfrentan peligros, ya que las paredes de los inmuebles tienen cuarteaduras del piso al techo, en los muros se ven ladrillos que están a punto de caer y los pisos están inclinados.
En la década de los setenta fueron entregadas esas viviendas. Entonces estaban en el mismo nivel de la calle, pero, debido a
los hundimientos, sus habitantes se han visto en la necesidad de construir hasta siete escalones para poder salir de ellas.
Las colonias más afectadas, según informó Dione Anguiano, representante vecinal de ese perímetro de la delegación Iztapalapa, son Santa Martha Sur y Morelos, así como la unidad habitacional Ejército de Oriente. Y las calles en que hay construcciones de riesgo extremo son Pablo Mena, José N. Prieto, Lorenzo Moran, Rodrigo Valdés y Carlos Ramírez, entre otras.
Además de esa problemática, las familias enfrentan las constantes fugas de agua, pues, a causa del desnivel, diariamente se rompen las tuberías hidráulicas.
"Somos de la idea de que se debería instalar por aquí un módulo de la Dirección de Construcción y Operación Hidráulica, debido a que cuando se van los trabajadores, después de reparar una fuga, ya existe otra, y esto es de todos los días", manifestó Anguiano.
Aquí nos quedamos
Teodula Gómez es una anciana que en los años setenta pensó que al adquirir una vivienda en esa área por fin podría descansar y dejar un patrimonio a sus hijos. Actualmente, su visión ha cambiado, pues su casa es una las más afectadas por los hundimientos.
Lamenta: "De nada sirvieron mis ahorritos, porque mi casa se está cayendo; no tengo dinero para darle mantenimiento a los muros que se están viniendo abajo. Estoy bien arrepentida de haber comprado aquí, pero como no tenemos otra opción, pues aquí nos tenemos que aguantar".
En la manzana 11, lote 32, de la unidad habitacional mencionada, habita la señora Luz García, quien adquirió el inmueble a un precio muy económico, pero "cuando llegué, no me di cuenta del problema. Cada año, desde hace 15, al menos le meto 5 mil pesos a la casa para reparar los muros y paredes que se están hundiendo y cuarteando".
Las familias que habitan en esas casas se niegan a salir. Se han resignado a vivir en las condiciones citadas, pues la mayoría carece de las posibilidades económicas para adquirir otro terreno.
"ƑPagar otra casa? No, señorita, si cuando éramos jóvenes a duras penas conseguimos para el enganche de ésta, hoy, que ya estamos viejos, menos vamos a poder con tantos gastos", dice resignada doña Emma, quien lo único que espera es que la delegación Iztapalapa le proporcione el material para reconstruir su hogar, que presenta cuarteadas tanto en la cocina, como en el baño, la sala, el comedor y el área de lavado.
Las familias están arrepentidas de haber confiado en el entonces director General de la Habitación Popular, José Parcero López, quien estuvo a cargo del proyecto.