* Campaña represiva


Organizaciones sociales repudian la acción de fuerza

Alma E. Muñoz y Fabiola Martínez * El desalojo y la detención de estudiantes de la Normal Rural de El Mexe, Hidalgo, fue calificada por el Consejo General de Huelga de la UNAM, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación como una campaña de represión que pone en peligro el acceso de jóvenes de escasos recursos a la educación superior.

"Todo indica que El Mexe se convirtió en una UNAM en chiquito, donde los estudiantes se ven una vez más reprimidos", dijo Rigoberto Hernández, estudiante de la normal e integrante de la comisión negociadora que buscó, mediante el diálogo, un acercamiento con las autoridades.

Rigoberto Hernández se presentó ayer en el auditorio Ho Chi Min de la Facutad de Economía de la UNAM, donde se conformó el Consejo Nacional de Lucha, para informar de los recientes sucesos en Hidalgo.

Según el CGH, el Estado "repite" sus mecanismos de represión para disolver un movimiento estudiantil con el uso de la fuerza pública y "el acoso del Ejército".

Exigió a los gobiernos federal y de Hidalgo "detener la represión hacia los normalistas" y responsabilizaron a Ernesto Zedillo y al candidato presidencial priísta, Francisco Labastida Ochoa de la integridad física de los estudiantes en lucha y sus familiares.

Rafael Alvarez, primer visitador del Miguel Pro Juárez, opinó que "la lucha de los normalistas está dentro del derecho a la educación y con el acoso recibido se pone en peligro el acceso de los jóvenes de escasos recursos a la educación superior. Se trata de criminalizar a la disidencia política y a un problema de índole educativo y social, se le da un tratamiento penal de manera similar a lo que pasó en la UNAM".

La secretaria de prensa de la sección nueve del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, María Refugio Jiménez, consideró la situación en Hidalgo como "una muestra de represión del gobierno" hacia los movimientos democráticos, de estudiantes y campesinos, como en el caso de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

"Aquí nos damos cuenta que la estrategia de Ernesto Zedillo y Diódoro Carrasco (secretario de Gobernación) es implementar una guerra de baja intensidad contra el pueblo para acallar las voces críticas. Es claro que la represión es fuerte contra el CGH y El Mexe".