* Silva Herzog, víctima de una persecución política, según boletín del tricolor


En declive, la campaña del PRI; advierten de riesgos de fractura

* Ruidosas protestas en Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta * Infundada, la denuncia, dicen

Gabriela Romero Sánchez * Con la advertencia de que el Revolucionario Institucional en el Distrito Federal corre el riesgo de fracturarse si no abre los procesos de elección interna de sus candidatos a jefes delegacionales, militantes de ese partido en Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta recibieron a su candidato a jefe de Gobierno, Jesús Silva Herzog, y al presidente del tricolor en esta ciudad, Manuel Aguilera Gómez.

Apenas Silva Herzog descendió del microbús ųpintado con pajarillos y floresų, medio centenar de personas lo rodeó, exigiéndole poner un alto a las "imposiciones" de candidatos y que éstos sean escogidos por consulta a las bases priístas. Un par de mantas empezaron a extenderse con la consigna: "Queremos elecciones abiertas, democracia".

De frente, con voz fuerte, un priísta espetó en la cara al candidato: "Si usted y Francisco Labastida fueron elegidos a través de las urnas, Ƒpor qué nosotros no podemos hacerlo? ƑDónde está el nuevo PRI?" No obtuvo más respuesta de que el próximo lunes sería el Consejo Político del PRI-DF y ahí será donde se definan los criterios.

 

"šQue Aguilera Gómez se

vaya a Veracruz!", exigen

 

Tal argumento sólo sirvió para exacerbar aún más el ánimo de los priístas, que exigían de Silva Herzog una respuesta concreta. Pese a los intentos de sus colaborares y de su personal de seguridad, el aspirante no lograba llegar a la puerta del salón Atayde, donde se realizaría el desayuno semanal con las bases.

"šQue Aguilera Gómez se vaya a Veracruz!", gritó un hombre justo en el momento que el dirigente del PRI capitalino se acercaba al grupo. "No me voy a ningún lado", le respondió, mientras se abría paso para ubicarse a un costado del candidato.

El líder trató de calmar los ánimos y, después de hacer algunas promesas, logró que el grupo les permitiera entrar al salón.

Sin embargo, el ambiente era tenso. Antonio Olvera y Eva Godínez, dirigentes de Tláhuac, rodeados por una docena de personas, se acercaron a la mesa principal. Aguilera se levantó de su lugar y les pidió hablar en un costado del salón.

De nuevo la amenaza de que si no se toma en cuenta a las bases, el partido se fracturara. Al comentario de que gente de otros partidos los ha empezado a buscar para nominarlos candidatos, siguió la advertencia mezclada con la súplica: "Tómennos en cuenta, no nos queremos ir, tenemos la camiseta del PRI bien puesta. Lo único que están haciendo es dividirnos".

Atrás otras murmuraban: tenemos más de 30 años de militancia, por lo que deberíamos ser como una familia. Alejandro Valdez Ortiz, uno de los aspirantes a la candidatura de jefe delegacional de Tláhuac, aprovechó que Silva Herzog estaba solo para entregarle un documento; sin embargo, los gritos de "fuera, fuera, fuera" comenzaron. Ante la reacción de un sector de los asistentes, el maestro de ceremonias, por medio del micrófono, coreo: "šSilva, Silva, Silva!", tratando de acallar las voces de repudio a Valdez.

Atrás, Aguilera trataba de llegar a un acuerdo con los inconformes. "La forma de elección no la decido yo ni el licenciado Silva, sino el Consejo Político", insistió. "Entonces, Ƒpor qué se habla de un nuevo PRI?", refutó un joven. El dirigente cedió: "En ninguna de las modalidades habrá un candidato único".

Militantes de Tláhuac expresaron que si el argumento del tricolor capitalino era que no tenía dinero para organizar el proceso, ellos lo pagarían. "Estamos organizándonos para que sean los distintos grupos los que paguen, esa es la única manera que no se fracture el partido", acotaron.

Al igual que en el salón Atayde, en el Centro Social de Barrio, de Tláhuac, y en el Barrio la Guadalupe, de Xochimilco, los priístas le recordaron a Silva Herzog que era candidato gracias al apoyo que ellos le habían dado.

Por ello, el aspirante a mandatario aclaró: "Sólo un ciego y un sordo no podrían darse cuenta de sus reclamos. Yo no soy ni sordo ni ciego; transmitiré éstos a los integrantes del Consejo Político. Sólo espero, pido, solicito la colaboración de todos, porque si somos capaces de sumar este esfuerzo, estoy seguro de que podemos ganar", concluyó.

Las propuestas que se han venido manejando como métodos de selección de los candidatos a jefes delegacionales son: buscar que haya candidaturas de unidad y la elección por convención en los casos en los que no se logre llegar a acuerdos.

Gabriela Romero Sánchez * Jesús Silva Herzog Flores instó al Partido de la Revolución Democrática a recapacitar y replantear su estrategia electoral, pues, advirtió, no es con denuestos y acusaciones como se va a ganar el voto de los capitalinos. En tanto, en un boletín elaborado por su comité de campaña se asevera que el candidato del tricolor "está siendo víctima de una persecución política", y se externa su temor porque "se le convierta en rehén de una denuncia infundada".

En el contexto de su desayuno semanal, en esta ocasión con militantes de las delegaciones Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta, el abanderado priísta puntualizó que la denuncia penal que el PRD presentó en su contra el pasado viernes es totalmente infundada, porque ni regaló la leche de Liconsa ni es servidor público.

"Y hablando del PRD, y voy a repetirlo, para que se oiga más fuerte la rechifla", expresó Silva Herzog, para luego reseñar a las poco más de mil personas presentes la historia del reparto del lácteo en un expendio de Liconsa en la unidad El Rosario.

Irónico, agregó: "Arguyen una serie de artículos que son aplicables a servidores públicos; yo no soy servidor público. Hay uno ųel 423ų que se refiere a delitos ambientales, y señalan además una fracción que no existe en el Código Penal".

Sus palabras generaron el grito ensordecedor de las huestes del tricolor: "šCruz, cruz, que se vaya el diablo y venga Jesús!", "šSilva al poder, el PRD a volar!", "šEs que no es la leche Betty!", "šLe tienen miedo!" El ex secretario de Hacienda guardó silencio por algunos minutos, recorriendo con la vista cada área del salón, dibujando una sonrisa.

Aseveró que la reacción de los perredistas es consecuencia de que la preferencia electoral se les está cayendo, y debido a ello usan maniobras publicitarias. "Por eso, he venido insistiendo en que debemos elevar el nivel del debate político y dejar de usar estos pretextos para hacer acusaciones total y absolutamente infundadas", justificó Silva Herzog.

Al término del acto, se negó a responder a los reporteros. "En el transporte les van a dar un boletín", adujo. "ƑSi no tienen las copias y queremos su opinión?", se le insistió. "Cómo que no hay copias", increpó el candidato a su coordinador de prensa Javier Noyola, quien sí había tenido el material, pero para entregarlo a los coordinadores de la campaña.

En las dos actividades siguientes ya no hizo alusión a la demanda del PRD, sino a la gestión de la jefa de Gobierno del DF. Cuestionó la veracidad de las declaraciones hechas por Rosario Robles sobre la seguridad y el ahorro de agua. "El primero no es un problema de percepción, y tampoco existe tal ahorro de líquido; que nos digan dónde están los 4 metros cúbicos por segundo que se ahorran, porque no llega a la gente que más la necesita", retó.