Zedillo "escogió la guerra", dice Miguel Alvarez en París
El diálogo, sólo postergado: Ruiz
Afp, París, 18 de febrero * El combativo obispo mexicano Samuel Ruiz García declaró hoy viernes en la capital francesa que seguirá trabajando por la paz a pesar de haber renunciado a su cargo, mientras que Miguel Alvarez, quien fue director de la disuelta Comisión Nacional de Intermediación en Chiapas, subrayó que el presidente Ernesto Zedillo ha escogido "la solución de guerra" en ese estado.
Invitados por el Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo, Ruiz y Alvarez se reunieron en París con representantes de diversas organizaciones no gubernamentales que se interesan en coadyuvar a la solución del conflicto en el sureste mexicano.
Ambos ofrecieron este viernes conferencia de prensa. Ruiz recordó que, por haber cumplido 75 años, debió renunciar a su cargo de obispo de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, pero recordó que sigue ejerciéndolo mientras el Vaticano no le haya aceptado su renuncia.
De todos modos, dijo, no por renunciar a mi cargo dejaré de seguir ocupándome del trabajo por la paz.
"Además, tengo confianza y esperanza" en el futuro, porque las cosas no dependen de un solo hombre y porque se ha desarrollado un proceso evangélico, una reflexión colectiva en la diócesis y con otras iglesias en México y en América Latina.
Después de mi partida, agregó, no deben cambiar los proyectos con el Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo para la justicia y la paz, a menos de que me remplace un obispo reticente a estas acciones y en ese caso, ciertos proyectos podrían ser reconsiderados de forma parcial.
Sobre los esfuerzos para imponer la paz en la conflictiva región de Chiapas, el tatic ("padre", en lengua indígena) Ruiz recordó el rol de la Comisión Nacional de Intermediación pero señaló que el diálogo no está roto, sino postergado, porque actualmente la opinión pública concentra su interés en las elecciones de julio próximo en México.
"Sin embargo ųdijoų, creo que es emocionante que Chiapas haya adquirido proyección y dimensión en el mundo social y político que no se reduce solamente a Chiapas."
En efecto, agregó, ahora se brinda apoyo "a un modelo de Iglesia posconciliar" que se lleva adelante con la contribución de los indígenas.
Por su parte, Miguel Alvarez señaló cuatro rasgos de la actualidad mexicana:
"Continúa el modelo económico errado de México", donde 80 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza con "un Presidente vocero de la globalización", que es un modelo de exclusión y que genera y alienta las crisis sociales.
La crisis del régimen político que requiere una transición hacia la democracia, pero ésta carece de garantía y no es irreversible.
Las perspectivas que aparecen no son las de una democracia con justicia sino del otorgamiento de espacios formales de participación.
El gobierno mexicano y un puñado de personas están a punto de ratificar un acuerdo con la Unión Europea y, con la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, nos preocupa hacer saber que este tratado no garantiza condiciones de justicia y desarrollo.
La reunión en París, agregó Alvarez, nos ha permitido constatar que debemos considerar nuevas formas de trabajo en común con la sociedad civil y la eclesiástica.
Sobre la situación de violencia en Chiapas, Alvarez respondió a los periodistas que el presidente Zedillo, desde que tomó el poder, escogió "la solución de la guerra", y hay "una guerra en marcha" porque "la solución violenta es la estrategia del gobierno" dentro de la "lógica de la fuerza y el rol activo del Ejército Mexicano", aunque se aminoren las apariencias.
Explicó que hay cuatro factores que pueden acelerar la violencia: los grupos paramilitares cubiertos por el gobierno, los grupos que aspiran al poder y que quisieran demostrar que sólo la violencia es una solución, el crecimiento de los grupos armados de oposición, de izquierda, radicales y, por último, la posibilidad de que el gobierno considere que le conviene acelerar una salida militar al problema.