VIERNES 18 DE FEBRERO DE 2000

* Dramático giro de la cúpula sindical de EU


Pide la AFL-CIO amnistía para 6 millones de indocumentados

* Esta nueva política no aboga por "abrir las fronteras", aclara

Jim Cason, corresponsal, Washington, 17 de febrero * La organización social más grande de Estados Unidos, la central obrera AFL-CIO, se pronunció a favor de una amnistía para los 6 millones de inmigrantes indocumentados que residen en el país y pidió al Congreso desechar la ley de sanciones a empresas que contratan mano de obra indocumentada.

Este dramático giro en la posición de la cúpula sindical estadunidense se anunció luego de aprobarse en la reunión del Comité Ejecutivo de la AFL-CIO, que sesiona en Nueva Orleans.

Hasta hace poco la posición de la AFL-CIO era que los trabajadores indocumentados sólo deprimían los niveles salariales y eran utilizados para romper huelgas, por lo cual en la década de 1980 ayudó a promover una legislación de inmigración que incorporaba sanciones a las empresas que contrataban indocumentados.

El impacto político de la decisión es potencialmente enorme, porque los 13 millones de agremiados en los sindicatos pertenecientes a la AFL-CIO vuelven a esta or- ganización clave en años electorales por su peso político y amplia presencia nacional.

En declaraciones a la prensa, líderes de la AFL-CIO destacaron que la nueva política no aboga por abrir las fronteras para permitir el ingreso de un número mayor de inmigrantes, sino que se centra en promover una amnistía para los indocumentados que ya se encuentran aquí, mientras apoya los esfuerzos del Servicio de Inmigración y Naturalización de negar el ingreso a nuevos inmigrantes indocumentados.

La propuesta fue promovida por John Wilhelm, secretario general del Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes, un gremio nacional en el cual 75 por ciento de sus 250 mil miembros son inmigrantes.

"Es un cambio de política muy dramático, secuela de cambios drásticos en nuestro mundo", afirmó Wilhelm, quien señaló que en los últimos años el movimiento sindical ha encontrado que los lugares más fértiles para formar sindicatos son donde están los trabajadores inmigrantes.

Así, este cambio de posición tiene la intención de apoyar los esfuerzos sindicales entre los inmigrantes y tratar de limitar el uso de la condición migratoria de trabajadores por los empresarios como mecanismo para derrotar a la organización sindical.

"El sistema actual no funciona y es utilizado como arma en contra de los trabajadores --agregó Wilhelm--. La única razón porque muchos empleadores contratan indocumentados es para poder explotarlos".

Añadió que el movimiento laboral de este país fue construido en gran medida a principios del siglo pasado por inmigrantes y que la nueva política es un regreso a esas raíces, por lo cual "creo que en realidad hemos dado una vuelta completa".

La nueva política propone la aplicación de sanciones a toda empresa que discrime a los inmigrantes y favorece la eliminación de todos los programas de "trabajador huésped", y a la vez se pronuncia contra las prácticas de empresas de reclutar activamente a trabajadores de otros países para que ingresen como indocumentados.

El anuncio de la adopción de la nueva política fue bien recibido por grupos empresariales estadunidenses que en esta coyuntura necesitan mano de obra.

"Creo que es un rubro en el que la comunidad empresarial y la laboral pueden trabajar en conjunto", comentó Randy Johnson, vicepresidente de la Cámara de Co- mercio de Estados Unidos, citado por el New York Times.

Por su lado, varios grupos de defensa de los inmigrantes se expresaron a favor de la decisión, aunque algunos legisladores republicanos se manifestaron en contra.