VIERNES 18 DE FEBRERO DE 2000
* Atractivos performance en la inauguración
El bar Retro, un antro nice con música tecno permanente
Patricia Peñaloza * Una bañera con espuma, con todo y bella chica en bikini incluida, espera a quienes ascienden al segundo piso. Otra chava, vestida de conejita, desvía las miradas de todos cuando pasa ofreciendo cigarros, pues ese pedacito de nalga que asoma se vuelve más que apetecible. El bar Retro abre sus puertas, con dj en vivo, a todo lo que da.
Una mansión porfiriana ubicada en Liverpool 16, del lado de la Roma, cerca de avenida Chapultepec, se trastoca para dar cabida a un nuevo antro. Mimos sobre zancos desfilan entre visitantes. Otros ejecutan un encuentro de esgrima por el jardín. Otro amigo toca el violín con distor. Más allá, tras un velo, sobre lo que fuera un nicho, dos siluetas, una femenina y otra masculina, aparentemente desnudas, ejecutan un erótico juego de sombras.
El número de cuartos es interminable. Hay escaleras por varios lados, balcones, cuatro barras de bebida, y poco a poco se va llenando el piso de arriba y vaciando el de abajo. La decoración es austera, cual si se tratara en verdad de una fiesta en fastuosa casa particular de Polanco o Las Lomas: paredes en blanco, cancelería de madera, escalera en caracol con vestíbulo elegante... Casi podemos imaginar a sus antiguos habitantes.
Para entrar de lleno a la fiesta, es indispensable armarse. Así que a consultar la barra: la especialidad de la casa es el martini: de los 10 que sirven, cinco son invención original de la casa, y uno de ellos, llamado Explorer, está hecho con base en café. La segunda especialidad son los cocteles, pero alejándose de las mezclas clásicas, se buscó la experimentación y el que más recomiendan es el de arándano. Predomina la bebida internacional. Los precios no son muy elevados, y como promedio un martini cuesta 50 pesos. Asimismo, inusual en los bares, Retro ofrece todo tipo de cafés preparados.
La concurrencia es algo diferente entre sí, pero tiende hacia el personal del tipo fresita, de entre 22 y 35 años. La música punchis punchis domina, y uno se pregunta: Ƒpor qué Retro, si todo se ve tan... nice, tan... actual? Iván Roldán, jefe de piso, contesta: "Por ser inauguración hoy sólo tocamos música electrónica. Pero la idea es que el piso de abajo rememore una estética que vaya de los cincuenta a los setenta, ya sea con música o con personas ataviadas de personajes que representen a cada época. Hoy, como puedes ver, hay modelos con atuendos distintos bailando en las cornisas, arlequines. Pero eso variará cada noche. El piso de arriba mantendrá la música electrónica, con dj Kicho como huésped, y sus dj invitados. Como hoy, que está dj Tiny Toon. El cover será de 60 pesos general, el cual incluye un coctel. Abriremos de miércoles a sábado, y el segundo piso será afterhour. Respecto de la entrada... no haremos selección de gente".
Aunque la música está prendida, muy pocos bailan. Casi todos conversan y beben. Una güerilla de 22 años, llamada Lou, danza encantada. Opina del antro: ''La música está excelente, aunque la gente que viene es medio fresa; como que está enmascarada, disfrazada, y no sabe cómo divertirse...".