* La mezcla nacional no deberá pasar de 25 dólares por barril: Rojas Nieto
Evitar la especulación y mantener el equilibrio del mercado petrolero, piden a México y OPEP
Miriam Posada García * Especialistas en materia petrolera advirtieron que México y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) deben actuar con cautela para mantener el equilibrio del mercado y evitar la especulación. Asimismo, coincidieron en que la estancia del secretario de Energía de Estados Unidos en México no tiene más explicación que aplicar la estrategia de ejercer presión política antes de decidirse a liberar sus inventarios.
José Antonio Rojas Nieto, profesor de la facultad de Economía de la UNAM, explicó que el argumento de que la reactivación de la demanda de petróleo en Asia es muy fuerte es verídico; no obstante en caso de que México y la OPEP acordaran incrementar su oferta, tendría que ser de manera conjunta y con mucho cuidado, para no caer en el riesgo de fortalecer la especulación y provocar una caída más drástica en las cotizaciones.
''Este deberá ser un manejo de mercado muy inteligente que sitúe a la mezcla mexicana de exportación en un margen no superior a los 25 dólares por barril, y para el West Texas Intermediate no mayor a los 27 dólares''.
Detalló que en 1998 la demanda de crudo en Asia fue de 19.4 millones de barriles de crudo y se espera que para el 2000 ascienda a 21.2 millones, lo que en detalle representaría un incremento en el consumo de Japón de 200 mil barriles diarios más en comparación con 1998; China consumirá 500 mil más por día; Hong Kong otros 100 mil más; Indonesia 20 mil, y Corea del Sur alrededor de 300 mil barriles adicionales por día.
El especialista destacó que la política desatada por Estados Unidos para que los principales productores incrementen la oferta responde a que la administración Clinton, y en especial el Departamento de Energía que encabeza Bill Richardson, han estado bajo una fuerte presión por parte de miles de pequeños productores que son los que explotan pequeños pozos de bajo rendimiento, que estarían iniciando una recuperación al igual que la industria de la perforación.
De tal forma que la visita de Richardson al secretario mexicano de Energía, Luis Téllez, no puede interpretarse más que como una presión para que México rompa los acuerdos. Su estrategia es venir a México a ejercer presión política antes de liberar sus inventarios, pero no podría tomar ninguna otra medida en contra del país.
Rojas advirtió que tal vez la única actitud que Estados Unidos podría tomar en contra de México sería suspender sus compras de crudo; sin embargo, ''los estadunidenses saben que eso sería mucho más riesgoso para ellos porque México podría articular una estrategia a largo plazo''.
Destacó que los actuales precios del crudo son apenas los que se tenían a finales de 1997, ya que aún con los acuerdos comerciales no se ha recuperado lo que se perdió en dos años de crisis, pero sí se tiene que regular el mercado y los países productores tienen un mes para establecer la estrategia a seguir.
Es importante, enfatizó el especialista, que nadie se espante, pero que sí actúen de manera cautelosa. Por ejemplo, dijo, México está en condiciones de producir 3 millones 200 mil barriles diarios, es decir 400 mil barriles más que no puede liberar de manera repentina porque con niveles de esa magnitud se inundó el mercado.
En opinión del especialista y asesor de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática en el Senado, Juan Moreno, la presencia de Bill Richardson en México no tiene otra explicación más que venir a ejercer presión sobre la política petrolera nacional, sin embargo, advirtió que el país debe continuar con su proceder cauteloso y equilibrado.
Destacó que aún cuando en este momento Téllez pareciera tener una actitud entreguista a las exigencias estadunidenses, será indispensable llegar a consensos para evitar el riesgo de que los miembros de la OPEP caigan en la tentación de rebasar los límites convenientes, y también para impedir que productores con costos mayores se incorporen y causen un desequilibrio mayor.