Ť Encuesta del Banco de México entre 500 empresas de todo el país


Proveedores, fuente de crédito para la mitad de los negocios

Ť La banca nacional dejó de cumplir su función de financiar el desarrollo económico

Roberto González Amador Ť Cinco años después de que el sistema financiero entró en una crisis zanjada con un oneroso rescate con recursos públicos, la banca mexicana dejó de ser la principal opción para financiar la actividad empresarial en el país.

Una encuesta elaborada por el Banco de México entre 500 empresas chicas, medianas, grandes y las llamadas Triple A, reveló que la principal fuente de financiamiento para prácticamente la mitad de los negocios en el país la constituyen sus propios proveedores, mientras sólo una cuarta parte de las compañías recibe créditos bancarios.

Los resultados de la encuesta trimestral sobre el financiamiento a las empresas del sector privado para septiembre-diciembre de 1999, divulgados ayer por el banco central, muestran que las fuentes de crédito más significativas fueron los proveedores, en el caso del 46.8 por ciento de las 500 empresas consultadas; bancos comerciales, 24.8; empresas del grupo corporativo, 12.4; bancos extranjeros, 7.7; bancos de desarrollo, 2.8, y ''otros'' 5.5 por ciento.

En el caso de las empresas exportadoras incluidas en la encuesta, 41.6 por ciento recibió financiamiento de sus proveedores, mientras 26.6 por ciento lo obtuvo de bancos comerciales y el resto se dividió en bancos extranjeros, otras empresas del grupo corporativo, bancos de desarrollo, la oficina matriz y ''otros''.

Por lo que hace a empresas no exportadoras, 54.2 por ciento tuvo su principal fuente de financiamiento entre los proveedores; 21.8 por ciento de la banca comercial; 15.8 de banca de desarrollo y el resto en otras fuentes.

La encuesta hace evidente que la banca nacional dejó de cumplir la función fundamental de ser intermediaria para canalizar el ahorro hacia las actividades demandantes de financiamiento, en tanto que la economía mexicana --la octava exportadora del mundo-- debe operar con mecanismos de financiamiento rudimentarios.

El resultado de la muestra levantada por el Banco de México indica que durante el cuarto trimestre del año pasado, 38.2 por ciento de las 500 empresas consultadas obtuvieron crédito bancario (ya sea de instituciones nacionales, extranjeras o de desarrollo).

De acuerdo con el reporte, el crédito bancario fue destinado a los siguientes conceptos: capital de trabajo, 62.7 por ciento; restructuración de pasivos, 10; inversión, 16.1; operaciones de comercio exterior, 9, y ''otros propósitos'', 2.2 por ciento.

En contraste, en el cuarto trimestre del año anterior 61.8 por ciento de las empresas no utilizó créditos bancarios. Las causas que obligaron a los directivos de esos negocios a no recurrir al financiamiento tradicional fueron: altas tasas de interés, en 37.2 por ciento de los casos; negativa de la banca a conceder préstamos, 18.6; incertidumbre económica, 13.5; problemas de restructuración financiera, 9; rechazo de solicitudes de crédito, 6; problemas con cartera vencida, 5.5; dificultades para competir en el mercado, 4.2; y ''otros factores'', 1.8 por ciento.

La importancia de los proveedores como fuente de financiamiento varía según el tamaño de las empresas, establece la encuesta. En el caso de las empresas chicas, los proveedores son su principal fuente de financiamiento en 56.9 por ciento de los casos; la proporción disminuye a 46.3 por ciento para las medianas y es de 35.9 por ciento en las grandes, en tanto que para las Triple A (con ventas anuales que superan los 5 mil millones de pesos), fue de 26.3 por ciento.

De acuerdo con el tamaño de las empresas consideradas en la encuesta, 61.3 por ciento de las Triple A obtuvo créditos bancarios; la proporción fue de 52.3 por ciento en el caso de las grandes; 38.3 por ciento de las medianas y 28.1 por ciento de las pequeñas.

En la encuesta, 77 de cada 100 empresas manifestaron haber otorgado algún tipo de financiamiento, principalmente a sus clientes, una práctica que es más común en el caso de las compañías chicas (82.4 por ciento), medianas (74.2) y grandes (77) que para las empresas Triple A (60 por ciento).