Ť Realizarán acto conmemorativo en la plaza que lleva su nombre, en el DF
Giordano Bruno, presencia incómoda para el Vaticano a 4 siglos de que fue quemado vivo
Ť El pensador italiano cometió el pecado de afirmar que la Tierra no era el centro del Universo
Mónica Mateos Ť A 400 años de su muerte en la hoguera, el filósofo italiano Giordano Bruno persiste como presencia incómoda para el Vaticano. ƑSu ''pecado"?, atreverse a afirmar, en pleno Renacimiento, que la Tierra no era el centro del universo, poner en duda los misterios de la Encarnación y de la Trinidad y, por si fuera poco, calificar de magia los milagros de Jesús.
El 3 de febrero, el Vaticano pidió perdón a nombre de quienes lo quemaron vivo el 17 de febrero de 1600. Entonces, a Bruno se le acusó de hereje porque se atrevió a criticar al poder eclesiástico, empezando por la forma en la que ''evangelizaba" a los habitantes del recién descubierto continente americano. También defendió a ultranza a Copérnico, astrónomo polaco que ya había difundido su teoría heliocéntrica.
Si bien la condena a Bruno ''es una acción de la que la Iglesia se arrepiente pidiendo perdón a Dios y a todos los hermanos", señaló el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el acto de contrición vaticano no significa rehabilitar al personaje.
Para justificar esa indiferencia del Vaticano al tema, Poupard asistió a la presentación de un libro acerca del filósofo, escrito por Saverio Ricci, en el que se sostiene que la Santa Inquisición ''buscó desesperadamente" obtener el mea culpa del acusado para absolverle, pero éste tenía ''un carácter egocéntrico e indómito" que lo hizo enfrentarse a todas las autoridades religiosas.
Símbolo contra la intolerancia
En México existe una asociación civil que busca dar a conocer la obra de Bruno. Con el apoyo de la Embajada de Italia en México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el gobierno capitalino, en 1991 se logró la construcción de la Plaza Giordano Bruno, la segunda en el mundo dedicada al autor del libro Del infinito universo y otros mundos (1584), la cual tiene una réplica de la estatua que existe en Roma, en el Campo dei Fiori, donde fue quemado.
Con motivo del cuatricentenario luctuoso de Bruno, se realizará mañana a las 10:30 horas, en la Plaza Giordano Bruno de la ciudad de México (Londres y Roma, colonia Juárez), un acto conmemorativo en el que se leerá una escena de la obra de teatro El hereje, de Morris West, con la participación de los actores Sylvia Pasquel y Roberto D'Amico.
El Comité Pro-revaloración de Giordano Bruno informó que los filósofos mexicanos Ramón Xirau y Luis Villoro preparan extensos ensayos sobre la vida y obra de quien, en esta época, ''puede erigirse como símbolo contra la intolerancia, en favor del respeto y el librepensamiento".
La Iglesia prepara una ceremonia del perdón, en la que participará Juan Pablo II, el 12 de marzo. Mientras que en la capital ide Italia se realizarán, a partir de mañana, simposios, montajes de teatro, conciertos y exposiciones. También se editarán varios libros de Bruno, entre ellos Sobre la Causa, el Principio y el Uno (1584), El arte de la memoria (1582), La expulsión de la bestia triunfante (1585) y Suma de términos metafísicos (1595), entre otros.
Giordano Filippo Bruno nació en Nola, Italia, en 1548. Estudió filosofía y literatura en Nápoles y teología en el monasterio de San Domenico Maggione. En 1572 se ordenó sacerdote y en 1576 puso en duda muchas enseñanzas del cristianismo; sospechoso de herejía, abandonó su orden religiosa.
Huyó al norte de Italia en busca de libertad de expresión. Deambuló, solitario, por Suiza, Francia, Inglaterra, Alemania y Checoslovaquia. Se dedicó al estudio y la reflexión, así como a escribir e impartir conferencias. Durante su estancia en Londres (1583-1585) fue profesor en la Universidad de Oxford. Escribió y publicó diálogos en italiano, como Sobre la cena del miércoles de ceniza, La cábala del caballo Pegaso y De los heroicos furores. Escribió poemas en los que ridiculizó, con una sátira amarga y con un sarcasmo cáustico, tanto las creencias supersticiosas como el dogmatismo de su tiempo. En 1591 fueron publicados sus últimos libros y poemas en latín, en Alemania.
Bruno fue juzgado y condenado dos veces por la Inquisición de Venecia, en 1592, y en Roma (1593). Fue ''culpable de infidelidad, múltiples errores, así como de graves crímenes de herejía", por afirmaciones como ésta: ''Todo hombre lleva un filósofo dentro, para hacerlo vivir se necesita la presencia del amor heroico, de esta fuerza infinita que proviene de lo Uno, y que permite al hombre soportar dolores, transformar al mundo, plasmar sus ideales".