Ť Fausto, revisitado en Bellas Artes Ť
Angel Vargas Ť Invocado por esa gran pasión que permea el mundo de la ópera, el mismísimo demonio llega hoy al Palacio de Bellas Artes. Lo hace como Mefistófeles y su fin es tentar al doctor Fausto prometiéndole la felicidad y los goces terrenos a cambio de su alma.
Creación de Charles Francois Gounod, Fausto inaugura la temporada 2000 de la Compañía Nacional de Opera durante la cual se montarán La flauta mágica, de Mozart; El trovador, de Verdi; El elíxir de amor, de Donizetti; Wozzeck, de Alban Berg, y una más por confirmar.
Oportunidad para perfeccionar: Kleinburg
La razón de abrir la temporada con una reposición, como ocurre con esta ópera basada en la celebérrima obra de Goethe, obedece a razones prácticas relacionadas con tiempo y presupuesto, según el director de la Compañía Nacional de Opera, Gerardo Kleinburg, para quien una reposición no significa hacer lo mismo, sino una oportunidad para revisar, corregir y perfeccionar un trabajo que, como cualquier escenificación, nunca estará terminado.
Encargado de la dirección escénica, Mario Espinosa comenta que el montaje hace énfasis en la visión lúdica de Mefistófeles quien, aburrido, sale de sus dominios para divertirse a costa de las debilidades y las pasiones humanas. Los elementos escenográficos son mínimos y hubo un cambio de lugares de los cuatro actos, además de que se incluyó una corte de diablos menores, dice: ''El Fausto del montaje está puesto en el pasado, digamos en el medioevo, aunque no es una puesta histórica. Se juega con la simbología, incluso con la de los cuentos de hadas".
La escenografía y la iluminación refuerzan la idea central de hacer ''una ópera juguetona" en la que Mefisto lleva la acción, señala Alejandro Luna, quien considera que el de Fausto es uno de los libretos más idiotas que existen.
''Esta es una forma crítica moderna de acercarse a un Fausto verdaderamente pedestre en términos dramáticos, pero con la música que nos sigue gustando mucho", apunta el escenógrafo.
Con una trayectoria estelar en las principales coordenadas operísticas del mundo, el bajo ruso Mikhail Svetlov Krutikov está por vez primera en México y encarnará a Mefistófeles; la soprano ucraniana Oksana Krovytska, quien da vida a Margarita, está en la misma situación.
Atracción por la maldad
Subraya el cantante ruso que enfrenta un gran compromiso: ''Tiene que ser un personaje atractivo porque, en general, la maldad es atractiva; si no fuera así, no se harían cosas malas. Las personas se enamoran del mal y por ello se vuelven pecadoras".
El elenco lo completan Fernando de la Mora (Fausto), Jorge Lagunes (Valentín), Verónica Alexanderson (Siebel), Roberto Aznar (Wagner) y Luz Haydeé Bermejo (Martha).
Estarán acompañados por la Orquesta y Coro del Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección concertadora de Enrique Patrón de Rueda.
Gerardo Kleinburg anuncia la posibilidad de que esta producción pueda ser vista a finales de año en España y Sudáfrica, pues se recibieron invitaciones de teatros de La Coruña, Oviedo y Santander, así como de Ciudad del Cabo. En mes y medio, el funcionario podrá confirmar si eso es factible o no.
(Fausto se presenta en el Palacio de Bellas Artes hoy, el 17, el 20 y el 22 de febrero, martes y jueves a las 20:00 y el domingo a las 17:00 horas.)