Ť Pudo haber autorizado los asesinatos "por su apoyo a Allende": New York Times
La CIA, involucrada en la muerte de dos estadunidenses en Chile, en 1973
Ť Familiares de Pinochet posponen su viaje a Londres, ante la mejoría de salud del ex dictador
Afp y Reuters, Nueva York, 13 de febrero Ť Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos pudieron haber aprobado en 1973 los asesinatos en Chile de dos estadunidense simpatizantes del gobierno socialista del presidente Salvador Allende, publicó hoy el diario The New York Times.
Documentos recién desclafisicados no sólo muestran que el Departamento de Estado cree que las fuerzas del dictador Augusto Pinochet, que derrocaron a Allende, mataron a Charles Horman, de 31 años, y a Frank Terrgudi, de 24, sino que no lo habrían hecho sin la luz verde de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Las autoridades estaunidenses habían negado hasta ahora cualquier vinculación con el asesinato de los dos jóvenes, caso que fue llevado al cine en 1982 en la cinta Missing. En cambio, la viuda de Horman, Joyce, ha insistido siempre en que Washington sabía más de lo que declaraba oficialmente sobre la desaparición de su esposo, que ocurrió dos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
"Cuando menos (la CIA) se limitó a ofrecer o confirmar la información que contribuyó a motivar el asesinato. Cuando más, la inteligencia estaba al tanto de que Chile veía a Horman con mucho recelo y las autoridades estadunidenses no hicieron nada para impedir el resultado lógico de la paranoia del gobierno chileno", según el Times.
Las revisiones del caso
Ante presiones del Congreso, el Departamento de Estado ordenó dos revisiones del caso en 1976. La segunda concluyó en que era "difícil de creer" que la dictadura de Pinochet hubiese cometido los asesinatos sin ninguna señal de que las muertes pudieran causar "consecuencias adversas sustanciales" en Washington, agregó el periódico.
El Departamento de Estado se negó a responder preguntas del diario, alegando que algunas de las personas involucradas en el caso aún trabajan para el gobierno.
La desclasificación de todos los documentos de la CIA "que esclarecen casos de violación de los derechos humanos, terrorismo y otros actos de violencia política", durante y antes del régimen de Pinochet, fue ordenada por el presidente Bill Clinton tras la detención en Londres del ex dictador.
En tanto, Pinochet está a la espera de una nueva decisión de la justicia británica, que el jueves anunciará si acoge el pedido de Bélgica y seis organizaciones no gubernamentales de difundir públicamente el informe médico sobre el ex dictador en el cual se basó el ministro del Interior, Jack Straw, para anunciar en enero pasado la liberación del actual senador por razones humanitarias.
Si se levanta la confidencialidad y se efectúa un nuevo examen médico, éste puede llegar a la misma conclusión que los expertos convocados por el gobierno británico, que el ex dictador está senil y demasiado enfermo para soportar el juicio pedido por el magistrado español Baltasar Garzón por los crímenes cometidos durante su régimen.
Pero aun cuando la Alta Corte rechazara el pedido de Bélgica y las ONG, éstas podrían apelar ante la Cámara de los Lores.
Los atrasos en la eventual liberación del ex dictador han llevado a la Fundación Pinochet a divulgar el viernes rumores sobre un deterioro grave en la salud del ex general, que se vieron obligados a desmentir luego, cuando las autoridades británicas dijeron que la salud de Augosto Pinochet continuaba estable.
Esa fundación anunció hoy que la familia de Pinochet, quien permanece bajo custodia policial, se desistió a "último momento" de viajar a Londres, ya que la salud y el ánimo del general retirado mejoraron, pero "según lo que ocurra con el recurso presentado por Bélgica, la familia estaría viajando el domingo 20 de febrero".