Ť Participó en el Laboratorio para Guionistas de Cine


Laura Esquivel invita a preservar la tradición de la cocina mexicana

Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 13 de febrero Ť La escritora Laura Esquivel pasa a engrosar la fila de los globafóbicos, pues considera que ese proceso mundial ha influido, incluso, en la cocina: "La globalización ya no permite al ser humano disponer del mismo tiempo de antes para preparar sus alimentos. En las grandes ciudades la gente piensa que lo más importante es producir, y trabaja y vive en función de la producción''.

Conocedora de la gastronomía, afición que ha reflejado en algunas obras, como Agua para chocolate, Esquivel dice que esa separación de la cocina arroja ''una desnutrición espiritual espantosa, porque sólo es alrededor del fuego donde uno recupera su valor como ser humano, entra en contacto con su pasado... '

Por ello, dice, siempre aboga por no perder la tradición, a pesar de lo vertiginoso de la vida cotidiana, y propone dedicar por lo menos un día a la semana para cocinar ''como Dios manda''. ''Se debe hacer de la comida una ceremonia, un rito donde participen todos, y que nuestros hijos sigan comiendo lo que comieron nuestros padres, nuestros abuelos, y que sigamos manteniendo esa tradición tan vital para el ser humano".

Agregó que sus libros buscan que el público retome este rito, como es el caso de Como agua para chocolate, ''que presenta el espacio de la cocina como fuente constante de conocimientos, donde se genera placer, vida. La cocina es un lugar mágico de alquimia y donde uno está transformando día con día el mundo.

Laura Esquivel fue entrevistada en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que fundó el pintor oaxaqueño Francisco Toledo, otro de los organizadores del sexto Laboratorio para Guionistas de Cine, convocado por el Instituto Sundance de Estados Unidos y la Fundación Carmen Toscano de México, en el cual participa como asesora de proyectos de guionistas jóvenes de México, Argentina y Uruguay.

Laura Esquivel explicó también que mediante la cocina es la mejor forma de conocer las manifestaciones culturales de un pueblo. ''Cuando llego a cualquier lugar el primer sitio al que me dirijo es al mercado para comer, porque uno verdaderamente es lo que come".

Esa relación entre alimentación y cultura es lo que explica, según la escritora, porque las personas, cuando cambian de residencia o viajan a otro país, "buscan la forma de comer en su localidad de origen'', y mencionó un ejemplo: ''Cuando voy a Nueva York, veo como le hago para llevarme mis chiles secos o para conseguirlos allá para hacer mi mole. Uno siempre busca la forma de comer lo que le gusta".

En relación con la industria editorial, dijo que el gran problema es que la gente no lee; sin embargo consideró que eso es comprensible: ''Me preocupa, obviamente, pero también si una persona sólo tiene cien pesos prefiere comer que comprar un libro, lo cual es lógico y no hay un buen sistema de bibliotecas públicas, que es lo que deberíamos tener: bibliotecas buenísimas en todos lados para fomentar la lectura y para que la gente tuviera acceso a los libros si no los puede comprar.

Al final de la entrevista explicó que su libro Estrellita marinera aparecerá en España en marzo próximo y que luego se publicará en México un ensayo que escribió sobre las emociones. Además, ''estoy preparando un guión de cine para un director inglés que me lo encargó".