* EL TONTO DEL PUEBLO

Bienvenido Vázquez Montalbán

* Jaime Avilés *

Desconcierto general. Desveladísimo, que harto se trabaja en estos días y sobre todo en estas noches del invierno más canalla que recuerden mis bronquios, me asomo al balconcito de mi pieza en el hotel Lucho y observo un cuadro inquietante. Abajo, en la plaza de armas del noble y laborioso pueblo de Tecamacharco, la gente forma corros y apunta con el dedo hacia las alturas. Intrigado, me visto, me calzo y me reúno en la calle con los demás.

-ƑLo ve? ƑLo ve? -me pica las costillas un codo pertinaz en el tumulto.

Cosas de esta sierra, las nubes emborronan el cielo. Cuando el estilete del viento nos pone de nuevo a temblar y aclara el paisaje, comprendo todo. Los curiosos, en realidad, señalan hacia la parte superior de esta página y al rótulo que saluda: "Bienvenido Vázquez Montalbán", y producen diálogos como el siguiente.

-ƑQuién será ese tal Bienvenido, tú?

-Sabe, tú... Pero algo habrá hecho...

-Eso júralo, tú. Si no, no lo hubieran puesto allá arriba.

2

Por placer o cortesía. Hombres y mujeres de a pie, habitantes de un universo sin libros, los sencillos tecamacharquenses -o "infusolechoensopados", como también suelen autodenominarse atendiendo a la triple etimología de su tierra, que alude a cierta bebida popularizada por los ingleses, a la más corriente designación del tálamo y a la más vulgar concentración de agua- ignoran que el próximo lunes aterrizará en el aeropuerto de la ciudad de México el escritor polaco Manuel Vázquez Montalbán.

-ƑPolaco? -saltan los fúricos ojos de Emma Thomas, agripadísima como yo.

-Polaco, mi amor, polaco -informa, pañuelo en ristre, su novio el tonto del pueblo-. Así es como los de Castilla les dicen a los de Catalunya. Y don Manolo viene a presentar su libro Marcos: El señor de los espejos.

Estamos en El Imperio de los Sentidos, revisando un texto que el presidente municipal, don Rito Ornelo, nos ha solicitado para exaltar la visita a nuestro país del más premiado y leído de los escritores españoles.

-No se dice "escritores españoles" -contrataca Emma-. Se dice "escritores del Estado español". Cómo se ve que no son geopolíticamente correctos.

-Bueno, vamos a currar -dice el tonto, después de una estentórea sonada-. Yo no sé si a don Rito le guste este párrafo...

-šAchú! -se oye en otra mesa. Y por toda la cantina se desgranan las réplicas-. šAchú! šAchú! šAchú..!

El tonto del pueblo se lee en voz alta:

-"Infatigable observador de la tragicomedia humana, usted acaba de enriquecer la taxonomía socioerótica de occidente, al revelar no hace mucho en La Jornada que űlos europeos [han] descubierto la posibilidad de fornicar por placer o por cortesíaƇ con lo cual contrapone de relieve los vasos comunicantes entre la caridad sexual y la indigencia púbica, un logro que no advirtieron sino al llegar a la madurez los guerreros de Wilhem Reich y de Michel Foucault, para quienes el 69 era una conquista del 68".

-Mejor échate la carta completa, Ƒno, tú? -resuelve la Thomas.

3

Don Manuel Vázquez Montalbán: Para todos los mexicanos que amamos la paz con ahínco libidinoso, esto es, deseándola con ardor incombustible, su llegada a "nuestro" país representa un estímulo en todos los campos y ciudades donde luchamos no sólo contra el neoliberalismo sino contra el nuevo régimen de mano dura que el poder nos está construyendo y que espera legitimar el próximo 2 de julio, con millones de votos forjados por el terror.

Por lo pronto, el régimen del Señor Incidente de la República -el nuevo título del doctor Zedillo, después de su discurso de Davos- acaba de culminar una de las operaciones más perversas de su sexenio. Provocó una huelga en la Universidad Nacional, creando todas las condiciones objetivas (las subjetivas ya venían de antes) para involucrar en ella a cientos de miles de jóvenes. Después la infiltró con provocadores carismáticos, la usó como instrumento para golpear al primer gobierno democrático de la ciudad y a la izquierda en su conjunto, del PRD hasta el EZLN. Por último, lanzó contra los estudiantes a la Policía Federal Preventiva ("nuestra" muy tropical Gestapo), y ahora convierte a los banqueros en defensores y salvaguardas de la educación pública.

En las próximas semanas y meses, la prensa internacional divulgará lo que todos aquí anticipamos: nuevas incursiones militares y paramilitares contra las comunidades indígenas en resistencia; asesinatos selectivos contra opositores en todo el país; hostigamiento a las ONG más incómodas; linchamientos de los medios a los candidatos más "peligrosos"; campañas de rumores sobre "guerrilla urbana", "terrorismo", "desabasto" y todo lo que pueda ser útil y necesario al propósito de paralizar a la población y promover el voto del miedo... a la izquierda.

Lo que está en disputa no es un proyecto de país -la ultraderecha dominante no lo tiene-, sino el destino de un botín de 100 mil millones de dólares. Tras el crack bursátil de 1995, el del efecto tequila, Ƒse acuerda?, provocado por la irresponsabilidad de Salinas y la torpeza de su heredero, el régimen creó un organismo, a espaldas del Congreso, para refinanciar a los bancos desfondados por la devaluación. Aprovechando esa oportunidad magnífica, los banqueros convirtieron en deudas de sus "instituciones de crédito" sus múltiples negocios y propiedades privadas. Y en 1998, con la complicidad de los diputados del PRI y del PAN, esa deuda privada, que entonces valía 66 mil millones de dólares, fue santificada como deuda pública. Hoy, con los intereses acumulados en poco más de un año, el monto ha subido a 100 mil millones, pero en menos de una década ascenderá a más de un billón. Tal es el quid del asunto.

4

La monarquía que viene. La propaganda oficial asegura que, en "sólo" 30 años, los mexicanos lograremos pagar tamaño adeudo y tornaremos a la senda de la prosperidad. ƑNo le parece delirante? Cada año de las próximas tres décadas, el tributo a los banqueros absorberá un porcentaje cada vez mayor del producto interno bruto, lo que repercutirá en un decremento progresivo del gasto social, en un país de 100 millones de personas, donde 83 millones vivimos en condiciones de pobreza y la mitad de ellas en la miseria extrema.

En un sencillo ejercicio de imaginación histórica, nosotros, los adultos de hoy, nuestros hijos, adultos de mañana, y nuestros nietos, adultos de pasado mañana, dedicaremos el resto de nuestros días a alimentar a las quince o veinte familias de los banqueros y cada día, por ello, seremos más pobres y contaremos con menos recursos para subsistir. Zedillo y sus hombres nos aseguran que ésta es la única fórmula valedera para que el país vuelva a contar con un sistema bancario sólido y viable. La verdad, lo que ellos desean, es que subsidiemos la aparición de una nueva aristocracia que, en el curso de no muchos años, una vez que estemos totalmente descerebrados, intentará administrarnos ad eternum por medio de un rey.

Como usted comprenderá, don Manolo, llega usted a un país donde si las cosas no cambian en breve, estallará una revolución, o se implantará una dictadura crudelísima, o se verificarán ambas posibilidades que el sentido común no puede juzgar remotas. Y todo por una bolsa de 100 mil pinches millones de dólares. ƑVerdad que son mezquinos y pichicateros quienes todavía creen que nos "gobiernan"? Ah, pero eso sí, cada vez que protestamos nos llaman "globalifóbicos". Prevéngase: escuchará esa estúpida palabra en todas partes.

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ƑDe brazos cruzados? Usted se preguntará con razón, qué diablos estamos haciendo. Pues verá, cuando usted vino a México en la primavera del 99, con un paquete de chorizos del colmado de Vallvidrera, Barcelona, para el subcomandante insurgente Marcos, los zapatistas ultimaban los detalles finales de una consulta nacional sobre la pertinencia histórica de los acuerdos de San Andrés. Usted no lo vio, aunque estuvo al pendiente, pero en la primera quincena de marzo salieron de Chiapas 4 mil 996 delegados rebeldes que fueron a todas las partes del territorio nacional, hablaron con todo dios, desde la cúpula del Club de Industriales hasta los barrios más miserables de ciudades como Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Ciudad Juárez, Puebla, por citar sólo algunas, y sin excepción fueron recibidos como héroes y, lo más importante, como iguales.

A través de ellos, el EZLN penetró en las estructuras más profundas de la sociedad y dejó muy claro que sus militantes nada tenían que ver con la imagen de bandidos y enemigos públicos que el "gobierno", los banqueros y los medios les habían colgado. Pero entonces, después de asestar el golpe político más eficaz de su invencible lucha sui generis, estalló la huelga en la UNAM y el régimen levantó con ella una cortina de humo gigantesca para despojar a la guerra de Chiapas de toda visibilidad, tender un nuevo cerco militar ahora en las zonas altas de la selva y emplazar cañones en torno de La Realidad para desatar la "ofensiva final" contra miles de hombres, mujeres y niños ridículamente armados pero dispuestos a todo, menos a rendirse.

En septiembre de 1997, en una operación más, destinada a romper masivamente el cerco político del "gobierno", el EZLN envió mil 111 delegados al Distrito Federal. Cuando éstos regresaron a sus comunidades, el régimen activó una escalada de terrorismo paramilitar que obligó a unos 10 mil indígenas de los Altos a refugiarse en las montañas, donde aún permanecen desplazados más de 5 mil. La represalia culminó con la matanza de Acteal, que estremeció al mundo, y produjo en consecuencia una importante movilización de pacifistas europeos y latinoamericanos, que a la larga fueron expulsados, según esto, "para siempre", lo que aún está por verse.

Hoy por hoy, don Manolo, en la perspectiva inmediata, el EZLN parece condenado a permanecer con los brazos cruzados hasta el 2 de julio. Ese día el régimen supone que legitimará su permanencia en el poder por seis años más, por lo cual el comisionado oficial para el diálogo dijo hace unos días: "Es mejor que los zapatistas se sienten a negociar ahora, porque después de julio todo será mucho más difícil".

6

El señor de los espejos. Pero usted viene a México, don Manuel, a presentar su panfleto sobre la invencibilidad del EZLN en cuanto "referente moral indestructible". He leído su trabajo con gran interés y he constatado, en varias imprecisiones, la urgencia y el entusiasmo solidario con que lo redactó. El único error grave de este libro, debo decírselo, no es de usted sino de sus editores, y se refiere al crédito de la fotografía de la portada, que es de Raúl Ortega.

Su alegato, por lo demás, desparrama una amplia visión sobre el significado del zapatismo para los indios de Europa, los perdedores, los excluidos de la globalización en el mundo rico, y para "la izquierda residual", como usted la llama. Lamento que en el afán de ponerlo más o menos al corriente de las novedades de estas tierras, el espacio se esté agotando y no queden más cuadratines para reseñar los muchos aciertos de su flujo discursivo y los high-lights de su conversación con el Sup.

En el DF se sorprenderá usted al descubrir que se está trabajando en un proyecto político para la ciudad, que se propone crear "un cuarto nivel de gobierno" entregando el poder a la gente en cada barrio y colonia, y apoyando a las ONG para atender problemas que las "instituciones" olvidaron. La lección de Chiapas, lejos de Chiapas, empieza a convertirse en carne, espíritu, imaginación y dignidad humana.

Una vez más, bienvenido sea.

 

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