* Dice que es inquebrantable el compromiso de su gobierno con la universidad pública


Ofrece Zedillo respetar el derecho a disentir

* El Presidente llama a las instituciones de educación superior a fortalecer sus ideales democráticos

Rosa Elvira Vargas, enviada, Coquimatlán, Colima, 11 de febrero * Cuando aún no transcurren ocho días del cumplimiento a su orden para que la fuerza pública desalojara las instalaciones de la UNAM, acción tras la cual se aprehendió a cientos de integrantes del Consejo General de Huelga (CGH), el presidente Ernesto Zedillo hizo hoy una rotunda defensa de la política de su administración hacia las instituciones públicas de educación superior, y las llamó a fortalecerse en sus ideales democráticos, "estableciendo garantías para que se reconozcan y acaten los derechos, tanto de la mayoría como de la minoría, así como las atribuciones de la autoridad''.

En mensaje que posteriormente él mismo dijo que era para los universitarios de todo el país, el jefe del Ejecutivo argumentó que si el imperativo de democracia, de respeto al derecho de todos y de aprecio al mérito propio surgió y se alienta desde esas casas de estudio, "es tiempo de que esa exigencia cristalice al interior de toda universidad pública''.

Persuadido de que en México la universidad pública se rige por un marco normativo generoso, de ideales democráticos y de aspiraciones de equidad social, apuntó que sobre ese fundamento, los universitarios "pueden y deben esperar un profundo respeto a su derecho a estudiar, a pensar, a crear, a opinar y a disentir''.

Quienes están en las universidades, añadió ante un auditorio formado por cientos de estudiantes y académicos, deben saber con claridad qué pueden esperar de su institución y de su comunidad, como formación profesional de verdadera calidad, y también, desde una continua superación de su escuela, de su personal docente y de investigación, así como de sus instalaciones y equipos.

En el nuevo campus de la Universidad de Colima, que para él representa ejemplo y modelo de una institución que ųaseguróų supo tener visión para reformarse internamente, venciendo inercias, resistencias y temores, Ernesto Zedillo insistió en que por convicción y por obligación constitucional y moral, el gobierno de la República "ha tenido y siempre tendrá un compromiso inquebrantable con la educación superior y con la universidad pública''.

Pero esa responsabilidad, alentó, es además deber y quehacer de cada comunidad universitaria para continuar la transformación de sus instituciones.

Resuelto a evidenciar que su apoyo a las universidades públicas "no ha quedado en palabras'', sino que está siendo demostrado en los hechos, el jefe del Ejecutivo señaló que mientras en 1994 había en el país 120 institutos tecnológicos, hoy funcionan 161. En ese año, añadió, había 49 universidades, entre federales, estatales y tecnológicas, y actualmente suman 81.

Dijo satisfecho que este gobierno ha abierto 32 nuevas universidades. Sin embargo, el mandatario no aclaró que las instituciones de nueva creación han sido todas de la modalidad conocida como universidades tecnológicas.

Con la intención abierta de dar un mentís a expresiones recientes, como la del candidato a la Presidencia de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas, quien aseguró que "la educación superior está en quiebra'', el presidente Zedillo resaltó también el crecimiento de la matrícula en ese nivel de enseñanza. Mientras en 1995, dijo, había un millón 400 mil estudiantes inscritos, este año ya llegan a un millón 800 mil. En el 2000, indicó, más de 2 millones cursarán estudios en instituciones de educación superior, y siete de cada diez lo harán en universidades públicas.

Los recursos presupuestales para esas casas de estudio, aseguró, se han incrementado en más de 27 por ciento en términos reales en los últimos cinco años, y a los subsidios ha correspondido también un esfuerzo adicional en la búsqueda de la excelencia. A esto corresponden las becas para profesores, las 7 mil 600 plazas de tiempo completo para docentes e investigadores abiertas en este sexenio, así como los más de 5 mil 600 millones de pesos para estimular el desempeño académico.

Se refirió a las partidas destinadas a la infraestructura física de esas instituciones, que calculó en más de 8 mil 40 millones de pesos en el último lustro, y en 4 mil 480 los correspondientes al Fondo para la Modernización de la Educación Superior (Fomes). En suma, apuntó contundente: "hoy, en México contamos con más universidades públicas, más estudiantes de educación superior y más recursos para ellas y para ellos''.

Con el evidente gusto que experimenta siempre que visita esta casa de estudios, Zedillo caminó y saludó a los estudiantes del nuevo campus erigido sobre lo que hace algunos años fue el ingenio San Rafael, y donde ahora funcionan las facultades de Ingeniería Civil, Arquitectura, Ingeniería Mecánica y Eléctrica y Ciencias Químicas.

Se trata de modernas y funcionales instalaciones, en uno de cuyos patios se encuentra un bello mural alusivo a las llamadas ciencias exactas, firmado por el conocido pintor michoacano Adolfo Mexiac.

Entre los distintos motivos que componen el cuadro, el Presidente detectó que el artista inscribió la ecuación x2 + y2+ z2= 25.

"Ese resultado no es posible'', comentó Zedillo. "Será muy buen artista, pero muy mal matemático, porque ese resultado no puede obtenerse nunca'', dijo sin dudar, entre otros, al rector de la Universidad de Colima, Carlos Salazar Silva, y al gobernador de la entidad, Fernando Moreno Peña, quien fue el anterior rector de la UdeC, ambos asintieron entre risas respaldando el hallazgo del error, y continuaron al lado del Presidente, hacia el área de aulas y laboratorios.

 

Matemáticos demuestran

el error del mandatario

 

Pero matemáticos consultados, demostraron que la equivocación en realidad es del presidente Zedillo. La gráfica de esta ecuación se puede considerar como la "cáscara'' de una esfera con radio 5, así que todas las coordenadas de los puntos sobre la "cáscara'', satisfacen la ecuación.

Comentaron también que esta ecuación es ampliamente conocida en los cursos básicos de cálculo de muchas variables, que se imparten en las carreras de economía, actuaría, ingeniería y similares.

Mexiac, quien fue miembro del Taller de la Gráfica Popular por 10 años e ilustrador de las antiguas cartillas educativas del Instituto Nacional Indigenista, honra con su plástica a la Universidad de Colima. Entre su obra figuran también murales en el Museo Nacional de Antropología y en el Departamento de Laboratorios de Actividades Tecnológicas de la Secretaría de Educación Pública. El Salón de la Plástica Mexicana lo distinguió con primeros premios en los años de 1957, 1958 y 1969.

La gira de hoy del primer mandatario, a la que lo acompañaron su esposa, Nilda Patricia Velasco ųoriunda de Colimaų y uno de sus hijos, Ernesto, contó también con la presencia de su suegro, Fernando Velasco, y algunos de sus cuñados. De hecho, al concluir sus actividades públicas, el Ejecutivo ya no regresó a la ciudad de México, y en su oficina de prensa se dijo que con toda seguridad permanecería el fin de semana en la entidad.

Además de estar en la universidad, Zedillo supervisó los avances del libramiento oriente de la ciudad de Colima; inauguró algunas vialidades y el tercer anillo periférico de la capital; visitó la planta empacadora de pepinillos Brun Foods, en Villa de Alvarez, y en Cuauhtémoc ųdonde nació su esposaų puso en servicio el colector pluvial y asistió a la puesta en marcha de la planta secadora de arroz San Jerónimo.