Comicios, expresión ciudadana
* Sami David * *
EL TRANSITO PERFECTIBLE A UNA sociedad más justa que preserva la libertad y la convivencia social, es la democracia. Los comicios desarrollados el domingo anterior en Chiapas fueron significativos porque exteriorizaron de manera fehaciente la voluntad de la ciudadanía. La sociedad chiapaneca se expresó con libertad y madurez.
Esta jornada cívica ejemplar nos indica cuál es el camino que se desea transitar. La participación es necesaria. Y este es el ingrediente en todo proceso, la fórmula sencilla que sólo requiere de la sensibilidad necesaria para ser impulsada. La vida pública se nutre, se enriquece, se fortalece cuando la gente participa.
Más allá del sentido de cada sufragio, o del número total de boletas depositadas en las mesas receptoras, los chiapanecos entregaron un voto de unidad, de certidumbre. Un voto útil porque servirá para construir el basamento de nuestra vida pública, del espacio político que los chiapanecos quieren orientar y ocupar.
Chiapas ha dado muestras de que desea caminar por terrenos civilizados, sin el concurso de las manifestaciones violentas, sin los discursos beligerantes. Es importante señalar que los valores cívicos que nos unen se basan en los sufragios. Si somos capaces de llenar la atmósfera de vida pública, de participación, de eventos democráticos y libres, estamos ciertos que caminamos por la vía correcta rumbo al progreso, a la modernidad y a la paz.
Los comicios pertenecen, antes que a nadie, a la sociedad, al pueblo, al ciudadano común. El voto parte de la responsabilidad, del compromiso, de la madurez política de los participantes. Este es el voto que se desea y se respeta. Este es el clima que prevalece en Chiapas: madurez cívica y vocación ciudadana. Los chiapanecos hemos decidido vivir en paz porque creemos en la democracia. En ella descansa y se construye nuestro futuro. La voluntad de la mayoría se cumple gracias a la unidad y al trabajo. Esta democracia competitiva, por llamarla de algún modo, es una democracia causal.
Pero no es una casualidad el resultado obtenido, sino la lógica natural en todo comicio. Una verdad de Perogrullo: quien obtiene los votos, obtiene el triunfo. Y estos procesos de selección interna determinaron una competencia equitativa. Los resultados de los comicios internos reflejaron la confianza y credibilidad de la sociedad chiapaneca con la democracia. La legalidad, la credulidad, fueron los valores supremos en esta justa cívica, a pesar de la injerencia, de los llamados a no expresarse a través del voto que hicieron a la ciudadanía los partidos opositores.
Los chiapanecos tenemos conciencia crítica, sabemos dónde está la verdad, sabemos reconocer el significado de la expresión ciudadana gracias a un valor esencial: la credibilidad. A través de estos comicios sustentamos cohesión y fuerza, vocación probada de nuestros correligionarios. Sin fractura, el proceso interno de selección del PRI se dio en un marco de legalidad. Los chiapanecos apostamos por la legalidad de las instituciones, por una contienda civilizada. Y lo conseguimos. *
*Senador de la República