ASTILLERO Ť Julio Hernández López
De lo que se trata es de que haya miedo. Que nadie proteste. Que nadie se organice. La globalización del miedo frente al poder. El adelanto de lo que puede suceder a todos aquellos a quienes su conducta les lleve a ser tachados por los inquisidores como socialmente peligrosos.
Y la técnica de los policías buenos y los malos. El conciliador y el torturador. La mano dura gubernamental que encarcela y el buen rector redentor que pide amnistía. El sistema PRI-gobierno que ha creado el problema y Esteban Moctezuma que ofrece las huestes del tricolor para ayudar a reconstruir a la UNAM. El equipo presidencial que ha recortado presupuestalmente cuanto ha podido a los damnificados del neoliberalismo y el buen samaritano José Angel Gurría que ofrece fondos federales (y tal vez parte de sus jubilaciones) para ayudar a las santificables causas de la reconstrucción. Diódoro y Labastida que han usado el caso UNAM (como el de Chiapas) para sus estrategias de crispamiento social y de producción del voto del miedo, y que ahora piden que no se partidice el asunto y que no se busque sacar "raja" política.
El miedo como recurso, como sistema. Por ello la mano oscura de la policía política alcanza a Rodrigo Figueroa a la salida del tramposo y tendencioso programa de Eduardo Ruiz Healy en Televisión Azteca (un lector pregunta, con razón, si acaso Televisa ha sido mejor en la cobertura del conflicto de la UNAM y por ello no se le critica aquí como sí se ha hecho con la empresa de Ricardo Salinas Pliego: no, en el fondo no hay grandes diferencias ni de enfoque ni de intención pero, créanle a este tecleador que no saca raja política pero sí astillas: la manera burda, evidentemente manipulada como se ha dado la información universitaria en el canal del Ajusco ha sido peor que la del llamado canal de las estrellas. Ver en la pantalla a los émulos de Paco Stanley convertidos en censores morales, ver a los gritones de oficio escandalizar a propósito de la basura física y las minucias vergonzosas de algunos paristas, escuchar a esa empresa denunciando el costo que ha provocado este paro a una nación saqueada por el salinismo gubernamental, que ha beneficiado al televisivo, le ha resultado a este tecleador todavía peor que el manejo del canal de Emilio Azcárraga Jean que, desde luego también tiene lo suyo). Pero, volviendo al punto de Rodrigo Figueroa, es preciso decir que su detención a la salida del programa de Ruiz Healy es una forma clara de advertir a todos los líderes universitarios que el guante policiaco les persigue implacablemente.
Nada especial sucede en el país
Mientras tanto, en el Veracruz de un ex socio del canal de las estrellas, el presidente Zedillo desarrolla una agenda natural de trabajo, para demostrar que nada especial sucede en el país. Su anfitrión es uno de los hombres que resumen la desgracia de México: la concentración de los dineros públicos en las cuentas de unos cuantos políticos habilidosos. El alemanismo como sinónimo del enriquecimiento a partir del poder público, es visitado por el presidente Zedillo justamente cuando están en la cárcel jóvenes universitarios que luchan por la gratuidad de la educación pública, pero que no estarían en prisión si hubiesen aprendido a desarrollar el bello arte del contratismo, de los porcentaje obligados para la asignación de obras, del manejo diestro del presupuesto para el bienestar de la familia revolucionaria. Ahora, el hijo del Cachorro de la revolución es un hombre que gobierna Veracruz por encimita, atento más a los convites de gran mundo en el extranjero que a la fea responsabilidad de la burocracia, imitador malinchista de la escenografía de la Casa Blanca en su atril de la Casa Veracruz.
Y allá, en Veracruz, la agenda presidencial sugiere inevitablemente asociaciones de ideas que seguramente algún juez podría determinar como socialmente peligrosas: Va el Señor de la globalifilia (si tiene usted algún problema en pronunciar este neologismo, acuda a un experto de las universidades de Oxford o de Harvard o, ya de muy perdido, de la Ibero o de laAnáhuac) al municipio de Emiliano Zapata (Zapata, zapatismo, zapatistas: he aquí otros indicios claros de terrorismo y sabotaje lingüístico) y allí, en las bodegas Carrizal, habla de las bondades de la tal Alianza para el Campo, de las bodegas rurales Conasupo (Boruconsa, una de las palabras básicas del catecismo del padre Raulito Salinas de Gortari) y de otras maravillas que el gobierno federal ha hecho para los campiranos.
Y también visita Zentla, donde habla de la reconstrucción de la carretera Huatusco-Colonia Manuel González. (ƑCarreteras, carreteras, dónde ha escuchado este columnático esa palabrita? ƑHabrá sido en los expedientes del Fobaproa, luego llamado IPAB? ƑSerá en esos menesteres constructores y reconstructores realizados por contratistas privados donde se ha ido una buena parte del dinero que luego se le ha escamoteado a la UNAM y a otros rubros de la política social mexicana? San Francisco Labastida salve a este pecador de estos impúdicos pensamientos que están en espera de su expediente judicial).
Y, en Perote, en el paraje Caja de Agua, el presidente Zedillo atestigua la presentación del programa nacional de protección... contra incendios forestales. Bien por esa medida oportuna de prevención. La pradera está seca.
Y un punto más de la gira es la presentación del programa estatal de reconstrucción de viviendas afectadas por las lluvias de octubre de 1999, en el rancho Las Animas. Programas y más programas. Anuncios y más anuncios. La desgracia nacional motivada por desastres naturales ha sido convertida históricamente en fuente de riqueza para funcionarios y políticos de diversos niveles que se han enriquecido apropiándose de los fondos destinados a la salvación de los mexicanos damnificados. Pero esos no tienen culpa perseguible ni son acusados de terrorismo o sabotaje. Por el contrario, danzan hoy un extraño ritual de ferocidad y lambisconería en espera de candidaturas a diputados, a senadores, a algún puestecito con buen presupuesto para diciembre del 2000.
Tienen razón las autoridades. Es necesario combatir los calores que ya se vienen. La mente se aturde. El entendimiento se nubla. Sólo un deseo pide este escribano antes de declararse practicante de las herejías que combate el nuevo Santo Oficio Federal Preventivo: que le permitan asistir hoy a la marcha por la libertad de los presos políticos y contra la presencia humillante de la policía en los recintos universitarios. Hoy, a las 4 de la tarde: usted ya sabe dónde. No falte. En un descuido es lo último que haga antes de que le vacíen el código penal por protestar por alguna desatención burocrática, o por algún fraudecillo electoral por venir.
Astillas: Por su forma de ser liberados los conoceréis: El pasado 6, en el boletín de prensa 059/00, la Procuraduría General de la República informó de la manera como iba resolviendo la situación jurídica de distintas personas que fueron detenidas durante la irrupción policiaca en la Ciudad Universitaria. En el cuarto párrafo, se establece que "otras catorce personas presentadas ante el Ministerio Público acreditaron fehacientemente encontrarse de manera absolutamente circunstancial en el campus de CU y no tienen ningún vínculo de carácter escolar, académico o administativo con la UNAM, ni tampoco pertenecen a alguna organización urbana, popular, política o de cualquier organización social que guarde vínculo con el llamado Consejo General de Huelga". Entre estas personas está "Zavala Echavarría Iván, o Zabala Echavarría Iván". El boletín no lo dice, pero el así liberado es hermano de Roberto Zavala Echavarría, quien fue subsecretario de gobernación con Francisco Labastida y actualmente es uno de sus hombres cercanos. Iván era un huelguista afectado sospechosamente del virus de la ultra. Por sus liberaciones los conoceréis...
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