La Jornada sábado 5 de febrero de 2000

Luis González Souza
ƑNación de siervos?

Tal vez nos equivocamos al reiterar que México se ha quedado sin un proyecto de nación. Al parecer el staff modernizador en México sí tiene un proyecto nacional. Pero en todo caso es un proyecto harto feo: plagado de saqueos al país, de agravios a la sociedad y, para colmo, un lugar donde se vale todo, menos protestar. Un México de siervos, pues.

Esa triste conclusión deriva por lo pronto de la tragicomedia en que busca convertirse al movimiento estudiantil de la UNAM. Y desde luego deriva del empeño en aniquilar a la insurgencia zapatista en Chiapas, porque ésta ha reactivado en serio nuestro histórico sentido de dignidad y resistencia, o más bien, de resistencia desde y para la dignidad. Lo mismo que está en el corazón de la actual lucha estudiantil.

"Siervo eres o en siervo te convertirás", tal parece ser la divisa del actual proyecto desnacional. Siervo como individuo, siervo como comunidad, sobre todo si es indígena y mucho más si es zapatista, y siervo como nación. Muchas cosas se necesitan para que funcione ese proyecto neo-esclavista. Quizá destacan las siguientes: 1) revertir el proceso transformar de súbditos en ciudadanos, 2) aplastar todo foco de rebeldía, 3) expandir la desmoralización, 4) cancelar incluso el derecho a la esperanza y 5) impedir el florecimiento de la inteligencia, sobre todo si es crítica y contagiosa.

Pues bien, todos esos requerimientos confluyen de un modo u otro en el intento de acabar con la UNAM (literalmente o desfigurándola), y con los universitarios que, conciente o intuitivamente, luchan por impedirlo. Y es que, después de todo, la UNAM se mantiene como la principal fuente de pensamiento libre y crítico en México. Y no obstante su relativa (auto) destrucción, el movimiento estudiantil de los unamitas se mantiene como la primera gran réplica de la esperanza, de la resistencia y de la dignidad reactivadas por el zapatismo.

Por ello, la embestida contra el movimiento estudiantil ha adquirido las proporciones de una magna operación (quirúrgica) de Estado. Como no han resultado suficientes los embates del cacerolismo clasemediero y de los medios de desinformación, ahora los jerarcas de esos medios aparecen junto a cúpulas empresariales y eclesiásticas (desplegado del pasado 29 de enero), exigiendo una salida represiva al conflicto en la UNAM. Y por si fuera poco, días después se agrega un grupo de conocidos intelectuales para sugerir que el nudo de ese conflicto es la "retención de las instalaciones" universitarias por parte de los estudiantes en huelga (desplegado del 3 de febrero).

Lo grave es que muchos de esos intelectuales en otras ocasiones han dado pruebas de su inteligencia, al tiempo que se han ostentado como adalides de la libertad y la democracia. Ahora, sin embargo, asumen una postura que virtualmente equivale a repudiar el derecho de huelga (o paro, si se prefiere). Un derecho que, hasta donde sabemos, todavía es reconocido universalmente como una medida extrema pero necesaria, si de conquistar justicia o de asegurar libertades básicas se trata.

Llegamos así a la triste conclusión apuntada al principio: los neo-esclavistas de México desean que la sociedad aguante agravio tras agravio y, además, que ni siquiera proteste. ƑEs eso la transición a la democracia por todos tan cacareada, o más bien una involución hacia algo harto parecido al fascismo?

Vaya que la UNAM ha sido agraviada: desde los empeños en mercantilizarla y en desnacionalizarla al menos culturalmente, hasta la utilización de un plebiscito para racionalizar ųengañando a casi todos los votantesų la represión contra el movimiento estudiantil. ƑNo se vale entonces ni siquiera luchar por la revigorización de la UNAM? ƑUtilizar así un plebiscito es la mejor manera de honrar a los valores de la democracia? Triunfantes en la mismísima UNAM, las huestes de la represión, Ƒquién podrá detenerlas en el resto del país?

Y vaya que el México de nuestros días necesita reciclar la esperanza de un mejor futuro. ƑQuién mejor que la juventud estudiantil para demostrar que esa esperanza puede y debe reciclarse? ƑQué mejor garantía de un buen futuro que una juventud digna y combativa como la universitaria? Simples y lógicas preguntas para impedir una nación de siervos.

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