Ť Erika Irene Daes, diplomática del organismo
La ONU podría mediar para dar fin al conflicto en Chiapas
Ť Convoca a las partes a restablecer el "diálogo constructivo"
Ť Las fuerzas paramilitares deben ser condenadas, expresa
Elio Henríquez y Angeles Mariscal, corresponsales Ť Erika Irene Daes, presidenta del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), solicitó ayer "respetuosamente" al gobierno mexicano y al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), restablecer "el diálogo constructivo".
Durante su visita a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Daes manifestó que, si ambas partes lo solicitan, la ONU podría participar como mediadora en el conflicto que estalló el primero de enero de 1994 en la entidad, y cuyo diálogo está suspendido desde el 2 de septiembre de 1996.
En su encuentro con organismos no gubernamentales (ONG) que denunciaron la presencia de grupos civiles armados, comentó: "Las fuerzas paramilitares, en cualquier parte que existan, deben ser condenadas; sólo las fuerzas legítimas, en apego a la Constitución de los países o cualquier sistema de derecho, pueden actuar legalmente y en forma democrática para garantizar la libertad y la seguridad de todo el mundo".
Antes, en rueda de prensa, dijo estar "preocupada por Chiapas; quisiera ver que toda la gente y todos los municipios vivan en paz, que trabajen en paz, que tengan prosperidad y más progreso para poder contribuir al desarrollo de sus municipios", e insistió en la necesidad de que las autoridades respeten la dignidad y los derechos humanos de todos los ciudadanos.
"Naciones Unidas está lista para trabajar con las autoridades mexicanas para que garanticen los derechos humanos para todo el mundo", aseveró al concluir una visita a indígenas y jueces de paz y reconciliación de San Cristóbal, a quienes aseguró estar "impresionada por el trabajo que hacen y los criterios que aplican para que en un periodo muy corto puedan" administrar la justicia.
"En pocas palabras, dentro del límite de nuestra competencia, estamos al servicio y disponibilidad del pueblo de Chiapas", reiteró la diplomática, quien ayer comenzó una visita dos días por esa entidad para entrevistarse con autoridades federales y estatales, ONG y representantes de comunidades autóctonas, con la intención de recabar información para un informe sobre las etnias de la entidad, que se dará a conocer a los países integrantes del organismo con quienes México tiene relaciones comerciales.
En ese contexto, por la mañana se reunió con el gobernador Roberto Albores en Tuxtla Gutiérrez, donde externó a la prensa que tiene el encargo de obtener "una imagen muy clara, muy objetiva, de lo que sucede en la entidad", y apuntó: "México es un estado federado que juega un papel muy importante en asuntos internacionales".
En su reunión con Daes, Albores aseguró a la diplomática: "Los gobiernos federal, estatal y municipal no estamos buscando pretextos para alcanzar la paz; sabemos de la gran importancia que tiene para México, privilegiamos el diálogo y el respeto a la dignidad humana".
El mandatario justificó las condiciones de miseria y marginación en que viven miles de indígenas en el estado, con el argumento de que es producto de "un retraso de miles de años, la postergación de siglos a miles de compatriotas, a quienes a veces se les han cancelado sus esperanzas y sueños".
Después, en San Cristóbal, se entrevistó en privado durante una hora con el obispo Samuel Ruiz García, quien le entregó un informe elaborado por el Centro Fray Bartolomé de las Casas.
Por la tarde atendió a representantes de más de 20 ONG, que le plantearon denuncias sobre violaciones a las garantías individuales, principalmente en las comunidades indígenas, así como la necesidad de que la ONU inste al gobierno de México a cumplir los acuerdos de San Andrés, firmados el 16 de febrero de 1996, con lo cual ella estuvo de acuerdo.
En el encuentro, que duró casi dos horas, los organismos reiteraron lo que dijeron en su oportunidad a otros altos funcionarios de la ONU, como Mary Robinson y Asma Jahangir, en el sentido de que la militarización y paramilitarización en las comunidades ha traído "serios problemas de división y agresiones" contra los nativos.
Expresaron a la diplomática su preocupación por que "viniendo de tan lejos y estando tan cerca de la realidad chiapaneca, en su itinerario no se contemple una visita a Acteal, testimonio viviente de la brutalidad con que actúan los grupos paramilitares fomentados y tolerados por los gobiernos federal y estatal".
Abundaron: "Siempre que visite nuestro país con un itinerario elaborado unilateralmente por instancias gubernamentales, estará usted transitando por un México artificial, y por tanto parecido al que se refleja en las declaraciones que recientemente hizo el señor Zedillo en Davos, Suiza".
Cuando terminó su reunión con las ONG, Daes recalcó a los periodistas que el diálogo entre el gobierno y el EZLN debe de restablecerse, pues "todos los problemas deben analizarse de una manera amistosa, constructiva y libre". Además, subrayó la necesidad de que la dignidad y los derechos humanos de todas los chiapanecos sean reconocidos con toda efectividad.
Al anunciar que a su regreso a Ginebra elaborará un informe completo basado en la información que ha obtenido durante su visita a México, sostuvo que aquí ha visto "una cierta mejora en el campo económico, social, cultural y en particular en el derecho a la educación".
Finalmente, externó su deseo de que todos los programas, planes y proyectos gubernamentales sirvan para erradicar la pobreza, pues "este es un estado de enormes riquezas y recursos naturales".