Ť Presagios de bienestar, pero también riesgos de problemas económicos


Los chinos celebran hoy la llegada del año 4 mil 697, el del dragón

Ť En México, la comunidad festejará con danzas y menús especiales

Jaime Whaley Ť Hoy el letargo de invierno llega a su fin para los chinos, cuando florezca la primavera al empezar el año del dragón, que numéricamente es el 4 mil 697.

Millones de chinos en su territorio y cientos de miles más allende sus fronteras, celebrarán el advenimiento del mítico animal, símbolo de poder, que presagia un ciclo de altibajos: habrá prosperidad, sí; pero también los problemas económicos estarán presentes, explica Acacia Eng fui, dirigente del Centro de Relaciones Culturales Mexicano-Chino, AC.

El horóscopo chino, por su parte, señala que los nacidos en el año del dragón deberán poner mucha atención en el gasto del dinero. Estas personas dragonianas son inteligentes, insistentes, generosas y durante la primavera y el verano deberán tratar las cosas con mucha prudencia.

Ťbarrio-chino Dícese también que es un honor tener descendencia en el año del dragón, por lo que las parejas chinas, de no ser por las limitantes gubernamentales, seguramente incrementarían su ya de por sí densa demografía. Como parte de la conmemoración, en las casas se colgará un trapo verde con rojo, con mandarinas adentro, como una ofrenda de comida para el dragón.

Doce son los animales que conforman el zodiaco lunar chino. La leyenda da por hecho que fue una docena de estos que se presentaron ante Buda. La primera fue la rata, a la que tachan de oportunista pues iba sobre el lomo del búfalo, el siguiente cuadrúpedo que se postró. El dragón ocupa el quinto sitio, después del tigre y el conejo, y le siguen la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y, en el último sitio, el cerdo.

Barrio chino de Dolores

En esta capital la celebración de la festividad se centrará en el viejo callejón de Dolores, en el Centro Histórico, en donde los siete restaurantes que están ahí establecidos han preparado un menú especial nocturno para la ocasión, además de que durante el día habrá exhibiciones de su milenaria cultura, como el arte del kung fu y las derivaciones hacia el tai chi.

Otros comederos, incluidos algunos de los cafés que han proliferado últimamente, también tendrán una carta especial.

Sin embargo, el tradicional paseo del dragón, a cargo de jóvenes chinos mestizos, se efectuará en punto de las 18 horas, frente a la sede del Centro de Relaciones Chino-Mexicano, en la calle de Degollado 192, en la colonia Buenavista, a un lado de la estación de los ferrocarriles. Ahí los jóvenes manejarán, al compás de las ancestrales danzas, un dragón de nueve puestos. El dragón más grande, uno de 20 puestos ųque otros años llegó a transitar por la Alameda Centralų no lo podrán sacar por razones de espacio, aclaró Paul Chau, un chino de segunda generación nacido en México.

La emigración china a México se dio desde el siglo XIX, cuando los antiguos llegaron a hacer la América, como dirían los españoles, que realmente no viene al caso citarlos, pues ellos están por otro lado y por otro mar, pero queden nada más a manera de ejemplo. En tiempos del presidente Calles los chinos fueron ferozmente perseguidos, principalmente en el norte del país, para después matarlos.

Ahora, defiende doña Acacia, los chinos llegan, instalan su negocio, no piden crédito bancario y prosperan debido a que son trabajadores y organizados.

Dada esa prosperidad, durante el baile del dragón se obsequiará a los asistentes el hong bao, una bolsita con aguinaldo. El año pasado se regalaron casi mil 500 de estas muestras de generosidad.