Ť La magia de Remedios Varo, en Washington Ť

Merry Mac Masters Ť La pintora Remedios Varo tuvo una vida apasionante. Presenció la Guerra Civil española al lado de los republicanos y en París perteneció al círculo íntimo de los surrealistas lidereado por André Breton. En Francia, se dice, padeció prisión. Con su pareja, el poeta surrealista Benjamín Peret, logró huir a México en 1941. Su llamativa biografía personal, no obstante, es lo que menos interesa para introducir ''de lleno" la obra de Varo a Estados Unidos.

La magia de Remedios Varo es la primera gran retrospectiva de la artista ųnacida en Anglés, España, en 1908 y fallecida en el DF en 1963ų, que el 9 de febrero se abrirá en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, de Washington, DC; es una exposición acerca de sus propuestas plásticas. El guión temático de la muestra explora cuatro de las constantes en su arte para que el público acceda a la profundidad de su pintura y se sumerja en sus ''mundos", afirma el curador invitado, Luis-Martín Lozano. La exhibición reúne 85 obras (75 pinturas y 10 dibujos), algunas de las cuales se les había ''perdido la pista" al cambiar de manos y, por tanto, no se veían desde hace dos décadas.

Lozano explica que el problema con Varo es que su pintura pertenece, ''en 99 por ciento", a particulares. Esto quiere decir que, sin ser olvidada, no es una artista que esté expuesta al público. En el extranjero, sobre todo en EU, su obra no se ha visto. No sólo es desconocida para el gran público sino también para los especialistas, dice el historiador del arte. En ese país, ''Remedios aparece siempre como coyuntural: la novia de Peret. No hablan de su trabajo porque no lo conocen".

Exploradora de la naturaleza humana

Si Remedios Varo es conocida por cinco o siete cuadros ''fascinantes", que se repiten en portadas de libros y en carteles, en La magia... se incluyen piezas como El recuerdo de la Walkyria (1938), con la que participó en aquella legendaria exposición surrealista, organizada por Bretón en 1940, en la Galería de Arte Mexicano, cuando ni planes tenía de venir aquí. También cuenta con Armonía (1956), perteneciente a una colección sudamericana la cual duró 17 años guardada, y El malabarista (1956).

Desde hace unos años se observa un marcado interés por las mujeres artistas, fenómeno preocupante a nivel de la historia del arte al conducir a la ''mitificación" de la persona, advierte el curador independiente. Respecto de Varo, esta mujer ''muy liberal" transita de la academia (la de San Fernando de Madrid, en la que se recibe con honores) a la vanguardia, ''pero como artista". Es decir, de ''prodigiosa dibujante" pasa a cuestionar la estética.

A Lozano le parece que muchas mujeres artistas que se han revalorado, ''siempre se les ha enfrentado contra la institucionalidad, contra el hombre o un círculo de hombres que manejan el sistema del arte". Aunque esto ''no deja de ser cierto, en Remedios sucede algo excepcional: ella siempre fue muy bien valorada por estos círculos". Era una mujer que luchaba ''por conseguir un lugar'' en el arte. Apunta que ''Remedios no viene a México con la idea de seguir esa carrera ascendente como pintora. De alguna manera estaba claudicando. Había sido tan fuerte la experiencia (de la guerra) que un poco a lo que vienen (ella y Peret) es a recuperar su existencia".

Fue la exposición de Remedios Varo, realizada en el Museo de Arte Moderno hace seis años, la que ''por primera vez concilió su obra europea con su obra mexicana". Ahora lo que hace La magia..., continúa Lozano, es utilizar su contexto europeo y su contacto con la vanguardia, con el surrealismo, ''para entender los lazos con el proceso del arte moderno de México".

La de Varo, también, es una figuración aparentemente ''fácil de leer". Su técnica ''tan minuciosa", llena de elementos cautivantes, a su vez ''esconde", igual que con la figuración de ''René Magritte o Paul Devaux o, incluso, Joan Miró", una complejidad asombrosa, afirma Lozano. Pero, existe un mundo interior que tiene que ver con los contenidos y asociaciones a veces ''muy cultas y ocultas, diría yo" al relacionarse con la hermenéutica, la magia, la alquimia del medioevo, formas del conocimiento de las cuales Remedios se sentía fascinada y que incluye, también, arbitrariamente dentro de su pintura". Varo ''intenta ser una gran exploradora de la naturaleza del hombre, de su intelecto y de las diferentes formas del conocimiento. Es decir, no sólo la ciencia o la religión, sino esos límites donde la realidad y lo irreal, la lógica y la ilógica, donde la ciencia y la religión, se funden y se tocan".

El primer núcleo de la exposición inicia al espectador en el proceso intelectual de la artista en cuanto al uso que hace de metáforas y transformaciones para crear sus mundos visuales. El segundo aborda la búsqueda de nuevas dimensiones en la pintura. El tercero, el de la ciencia, Lozano apunta que Varo nunca la copió de manera pasiva. El último apartado se denomina Iluminando lo prohibido: revelar el mundo de lo oculto.

MAGIA

Armonía, 1956, óleo sobre masonite de la artista que permaneció guardado durante 17 años y que ahora compartimos con nuestros lectores