* Comienza en Bellas Artes la temporada de la Sinfónica Nacional
Las partituras de compositoras deben incluirse en el repertorio que el público exige: Diemecke
* El tiempo es el crisol que determina el valor de toda creación, dice el director de la orquesta
* Se interpretarán obras de Gabriela Ortiz, Libby Larsen y Marcela Rodríguez, entre otras
Angel Vargas * Una de las premisas que Enrique Arturo Diemecke se impuso desde que hace poco más de diez años asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), fue la de embarcarse en nuevas y apasionantes aventuras, sin importar cuáles serían los riesgos.
Fiel a ello, el director decidió incluir en los nueve programas de la temporada Invierno 2000 ųque hoy comienza y concluirá el 2 de abrilų, ocho obras de compositoras nacionales y extranjeras, en espera de que el público reciba con beneplácito la idea, si bien acepta que ello implica una apuesta.
Incorporar a la mujer compositora como parte de un concierto en el que aparecen autores ya reconocidos, explica, tiene la intención de evitar que se le segregue y propiciar, en cambio, que sus obras formen parte del repertorio que el público exige en las programaciones regulares.
Así, iremos descubriendo las obras que se quedarán para la eternidad, porque el único que decide el valor de algo es el crisol del tiempo. Sin embargo, tenemos la obligación de presentarle, a Cronos, los elementos, señala.
''Somos un poco pioneros, porque abrimos brechas, cruzamos mares para conocer nuevos horizontes, para experimentar nuevas sensaciones, para llevar a todo nuestro público una experiencia inovadora, algo diferente que, estamos seguros, tiene la calidad y el valor para ser ofrecido. Emulamos a Cristobal Colón: sabemos que la Tierra es redonda, pero debemos comprobarlo."
De lo intenso a lo monumental
La intención era que desde el programa inaugural de la temporada apareciera una obra de creación femenina. Se había optado por un par de canciones de Alma Mahler, esposa de Gustav, pero problemas relacionados con los derechos de autor obligaron a la Sinfónica a prescindir de aquéllas.
Comenta el director que no es fácil conseguir partituras de compositoras, sobre todo si la creadora ya no vive. Cita el caso de la mexicana Alicia Urreta, cuya pieza Arcano, para piano peligraba de ser excluida del sexto programa, ya que su patrimonio quedó intestado. De ella, agrega, ''existen obras que todavía no está claro a quién pertenecen los derechos".
Además de la de Urreta, se interpretarán partituras de Gabriela Ortiz, Ellen Taafe Zwilich, Libby Larsen, Thea Musgrave, Marcela Rodríguez y Cecile Chaminade.
Con la participación de reconocidos directores huéspedes, como Phillip Ellis, Andras Ligeti y Guillermo Salvador, entre otros, y de relevantes solistas, como Ramón Vargas, Dinah Bryant, Mark Embree y Francois Morela, durante la temporada Invierno 2000 se conmemorarán, asimismo, el centenario del natalicio de Aaron Copland y los 250 años de la muerte de Johann Sebastian Bach.
Para el octavo programa ųque se efectuará el 24 y 26 de marzoų Diemecke concretará ''una ilusión que siempre ha tenido", fundir en una sola las piezas Nocturnos y El mar, de Debussy. Explica el porqué: ''Siento que Nocturnos, con sus movimientos Nubes, Fiestas y Sirenas, tiene algo de contacto con El mar. Sólo hace falta entrar y se descubre la belleza que el autor plasmó en esa música. Dos o tres conservadores discreparán, pero no considero que sea algo arriesgado".
La temporada concluye como comienza, ''con gran intensidad y monumentabilidad", asegura el músico. Se ofrecerá un programa más apegado a la ópera, en el que Ramón Vargas y la OSN estrenarán en México Serenata para tenor, corno y cuerdas, de Britten, y que incluye piezas de Puccini, Verdi, Donizetti, Berlioz, Albinoni, Gounod y Massenet.
Como es costumbre, los conciertos de la Sinfónica Nacional se realizarán los viernes y los domingos, a las 20:30 y las 12:15 horas, en el Palacio de Bellas Artes. Y también ya una tradición, una hora antes, se ofrecerá una plática de apreciación musical en la Sala Manuel M. Ponce.