* Presentaron una queja ante la CDHV


Homosexuales acusan de tortura y amenazas a policías de Boca del Río

Andrés Morales, corresponsal, Veracruz, Ver., 2 de febrero * Las organizaciones de homosexuales Claroscuro y Orgullo Gay acusaron ante la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz (CDHV) al comandante de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río (PIVB), José Luis Saenz Escalera, y a elementos a su mando por la detención ilegal, extorsión, tortura y fabricación de delitos contra sexoservidores. Según la denuncia, los tiene amenazados de muerte para que no acudan a sitios públicos.

Juan Carvajal, presidente de Claroscuro, dijo que a raíz de una petición del ayuntamiento panista que encabeza Francisco Avila Camberos, se desató una persecución policiaca contra homosexuales y sexoservidores, y responsabilizó al subsecretario de Seguridad Pública, Alejandro Montaño, de cualquier agresión que pudieran sufrir los denunciantes.

A través de un escrito dirigido a la CDHV y al gobierno estatal, los afectados detallaron que escuadrones policiacos al mando de Saenz Escalera detuvieron en días pasados en la vía pública a un joven de 15 años que fue golpeado salvajemente y despojado de sus ingresos del día, y se dejó en libertad al agredido hasta que Carvajal y dos testigos acudieron a presentar una queja en las oficinas policiacas.

Sin embargo, dos días después los mismos agentes aprehendieron a las dos personas que acudieron en calidad de testigos, las acusaron de robo y las trasladaron a los separos de la policía, donde los incomunicaron y torturaron durante 48 horas.

"Policías al mando de un individuo llamado Juan Mixteca, los golpearon y amenazaron con matarlos si iban de rajones ante Derechos Humanos, porque ya sabían donde encontrarlos. Durante este tiempo, los encandenaron a la celda y periódicamente acudían a golpearlos".

De acuerdo con el activista, él también fue objeto de agresiones el pasado 30 de enero, cuando fue detenido después de que lo acusaron falsamente por violación de menores; lo llevaron con lujo de violencia a los separos policiacos y ahí le exigieron que pagara 800 pesos por su liberación. Al negarse a hacerlo, en el parte médico lo describieron como un criminal peligroso, alcoholizado y con probable consumo de enervantes.