* Le dio al BdeM poder discrecional para asignarle fondos al instituto
Nadal: la oposición facilitó convertir en deuda pública pasivos del IPAB
* El próximo presidente deberá restructurar el débito o quedará atado de manos, advierte
David Zúñiga * Al aprobar la Ley de Ingresos de este año, la oposición abrió la puerta para convertir en deuda pública los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y le dio al Banco de México poder discrecional para asignarle recursos al IPAB, sostuvo Alejandro Nadal, profesor e investigador de El Colegio de México, quien advirtió que el próximo presidente de la República tendrá que restructurar este débito o de lo contrario quedará ''atado de manos''.
Cargar al erario el quebranto de la banca, explica en entrevista el también colaborador de La Jornada, fue una maniobra en tres tiempos: primero, se eliminó el tope de endeudamiento del IPAB; segundo, se convirtió al Banco de México en agente financiero del instituto para colocar deuda, y tercero, se le autorizó para hacer que la Tesorería de la Federación sufrague el servicio de los pasivos del rescate bancario, aun sin autorización del tesorero, Jonathan Davis Arzac (ex integrante del Consejo Directivo del Fobaproa).
A finales del año pasado el Ejecutivo envió al Congreso una iniciativa que incluía la solicitud de 35 mil millones de pesos para el IPAB, y el debate se centró en este monto, pero lo importante, sostiene Nadal, está en el artículo 2 de la Ley de Ingresos (que se puede consultar en la página www.camaradediputados.gob.mx): en la exposición de motivos de la comisión dictaminadora se observa que el gobierno parte de que la capacidad de endeudamiento del IPAB es limitada, pero los legisladores eliminan este tope y facultan al banco central para darle a los pasivos del instituto el mismo trato jurídico y financiero que a la deuda pública.
Quienes respaldaron la nueva Ley de Ingresos, agrega, podrán argumentar que el Banco de México sólo podrá hacer esto en casos extraordinarios, cuando el IPAB no tenga recursos para enfrentar sus obligaciones. La ley dice que el banco central podrá emitir títulos a nombre y por cuenta del IPAB en los primeros 15 días hábiles después de que se declare la insuficiencia del fondos, pero la Junta de Gobierno tendrá facultades para extender ese plazo hasta tres meses; sin embargo, la ley no aclara con qué frecuencia será posible realizar este procedimiento.
La gran pregunta, dice Nadal, es: ''ƑQuién le va a comprar deuda al IPAB? El Banco de México sólo va a ser el agente financiero, pero no va a prestarle dinero al IPAB. ƑQué va pasar si una subasta de bonos se declara desierta, como ya ha ocurrido con las de Cetes? Persistirá la insuficiencia de fondos y habrá que pagar principal e intereses, con cargo a la Tesorería de la Federación''.
La iniciativa presentada al Congreso, según el economista, partía de ''una gran mentira'': pagar la parte real de los intereses (59 mil millones de pesos este año) permitiría mantener constantes los pasivos, cuyo monto relativo iría disminuyendo conforme creciera el PIB.
En primer lugar, refuta Nadal, los intereses que tiene que pagar el IPAB-Fobaproa son mucho mayores que la parte real. La estrategia financiera, explica, está diseñada para pagar sólo una parte de los intereses de la deuda del IPAB, que serán mucho mayores, y dejarle los problemas al próximo gobierno.
En la página del IPAB en Internet (www.ipab.org.mx) se observa que el instituto ya da trato de deuda pública a los bonos del rescate bancario, con ''lo que engañan a los inversionistas''.
Alejandro Nadal tiene fundadas sospechas de que la maniobra para transferir deuda de los bancos al erario no prosperó por casualidad: ''Estoy casi seguro de que la gente que hizo la ley del IPAB (entre ellos los panistas Fauzi Hamdan, Rogelio Sada Zambrano, Santiago Creel, aspirante al gobierno del Distrito Federal; Carlos Medina Plascencia, Vicente Fox, candidato a la Presidencia de la República, y Diego Fernández de Cevallos) sabía que iba a ocurrir esto 12 meses después'', señala.