La Jornada jueves 3 de febrero de 2000

* Astillero *

* Julio Hernández López *

La provocación montada el pasado martes en la Preparatoria 3 de la UNAM tenía como destinatarios al PRD y al gobierno de la ciudad de México.

 

La operación del grupo parapoliciaco Cobra pretendía obligar a Rosario Robles a que los granaderos capitalinos intervinieran y cargaran con el costo político del derramamiento de sangre.

 

Los Halcones y Super Mario Bros...

 

En el esfuerzo hecho a partir de consideraciones electoreras y políticas, el eje constituido por el gobierno federal y por la rectoría dejó cuando menos tres huellas: una, la innegablemente culposa utilización de un grupo de halcones coordinado por Brígido Navarrete Fimbres, un subordinado de Juan Ramón de la Fuente; otra, el hecho estadísticamente casi improbable de que los lesionados fuesen solamente los porros disfrazados de "trabajadores"; y finalmente, la sospechosa fuga del líder ultra Mario Benítez, quien se habría escapado de los centenares de policías federales de élite en una maniobra digna del héroe del Nintendo, Super Mario Bros...

 

Y cuaaaaando regreseeeemoooos

 

Esa misma noche de los hechos violentos, otros Hechos, los noticiosos de Televisión Azteca, habían iniciado una espiral descalificatoria contra el gobierno de Rosario Robles, bajo el argumento efectista de que las fuerzas capitalinas no habrían intervenido a tiempo para frenar los choques físicos en la Preparatoria 3. La estación de Ricardo Salinas Pliego pasó al aire la declaración de un rescatista, que sin sombra de duda y de manera clara aseguró que en el enfrentamiento había muerto una persona, un presunto trabajador acuchillado.

 

El noticiero de la televisión en la que convergen los intereses de varios Salinas había sentado ya las bases para intentar un nuevo linchamiento del gobierno perredista (en menor proporción pero con similar intención a la desplegada con el pretexto del asesinato de Paco Stanley) cuando Javier Alatorre, la estrella periodística de Televisión Azteca, buscó por teléfono a Rosario Robles para invitarla a que diese una entrevista sobre los sucesos universitarios.

 

En el curso de la plática, Alatorre habría comentado a Robles uno de los ejes de la entrevista, que sería el incumplimiento de la policía capitalina de su obligación de intervenir oportunamente en el estallido violento de la Prepa 3. Robles no dejó pasar el planteamiento, y advirtió de los riesgos que se corren cuando se maneja la información con dolo y sin conocer el exacto ámbito en el que le corresponde actuar a cada autoridad, tanto a la federal como a la capitalina. Luego, la respuesta oficial se dio a través, no de Rosario, sino del secretario de Gobierno, Leonel Godoy. A partir de las precisiones en privado hechas por Robles, más las públicas de Godoy, bajó de intensidad el tono de la campaña televisiva que ya se había iniciado.

 

Pasividad negligente y cínica

 

Pero no se necesitan lupas de Sherlock Holmes para encontrar el sentido político real de la operación Cobra. Basta con ver lo que está en la superficie: anoche, el subsecretario de comunicación social de Gobernación, el abogado poblano Javier Lozano Alarcón (quien está firmemente propuesto en el PRI para ser legislador por su entidad, tal vez candidato a senador), detalló de diversas formas y con distintos matices la postura exacta del gobierno del presidente Zedillo: La Federación, por conducto de la Policía Federal Preventiva, acudió a cumplir su obligación de frenar la violencia en la Prepa 3, mientras que el Gobierno capitalino, en un hecho desafortunado e inexplicable, mostró pasividad negligente y cínica ante la violencia desbordada de los paristas.

 

El vocero de Gobernación estimó, además, que con cinismo la autoridad capitalina pretendió justificar su negligencia, olvidando que el artículo 16 constitucional establece que en caso de delito flagrante, cualquier persona puede detener al indiciado. De no haber sido por la intervención de la policía federal, dijo Lozano Alarcón en una amplia entrevista que se le hizo en el noticiario radiofónico que conduce José Cárdenas, los resultados ha- brían sido todavía más lamentables.

 

Porrismo parapoliciaco

 

La maniobra del martes permitió, por lo demás, arrojar luces sobre una de las zonas oscuras de la UNAM: la policía privada denominada Dirección General de Protección a la Comunidad, conocida genéricaamente como Auxilio UNAM, a donde pertenecen los trabajadores de la represión que se hacen llamar grupo Cobra.

 

El personaje central de esa estructura de espionaje y control (sustentada entre otras cosas en la protección de las bandas de narcotráfico y de otro tipo de actos delictivos) es Brígido Navarrete, un hombre que ha estado ligado en diversas épocas y en distintos cargos tanto con Fernando Gutiérrez Barrios (en Gobernación) como con Fernando Pérez Correa (que llegó a ser subsecretario de Gobernación, siempre subordinado al veracruzano).

 

Navarrete Fimbres creó la Federación de Estudiantes Universitarios, que resultó de la fusión de la Organización de Estudiantes Universitarios y la Porra Estudiantil Universitaria. Estas dos porras fueron promovidas en los años 1992 y 1993, y según sus dirigentes tenían alianza con Rafael Cordera Campos, que fue secretario de asuntos estudiantiles de esa universidad.

Brígido fue el responsable de seguir con cámaras de video todas las actividades de los paristas y es el jefe de los "monitores", mejor conocidos como "orejas" que con cargo a las arcas universitarias han reportado todo movimiento de los huelguistas. El Consejo General de Huelga había denunciado insistentemente las tareas que desarrolla el citado Navarrete Fimbres.

 

ƑA quién beneficia todo esto?

 

Todos los elementos que confluyen en el caso de la Preparatoria 3 demuestran que se maniobró para tratar de involucrar en el derramamiento de sangre al PRD y al Gobierno capitalino. Los destinatarios directos del golpe eran Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Rosario Robles. Los beneficiarios: el PRI y sus candidatos, Francisco Labastida y Jesús Silva Herzog.

 

Astillero: Othón Pérez Fernández del Castillo, el otro héroe de las luchas por la recuperación de la UNAM, es uno de los contados notarios públicos que años atrás fueron contratados para dar fe de diversas actuaciones de banqueros que luego fueron a parar en el Fobaproa y ahora están en el IPAB... El martes, la violencia política no sólo se asomó en la Preparatoria 3. En Pachuca, Hidalgo, fueron encarcelados más de 261 estudiantes normalistas por protestar por problemas no atendidos. La misma noche del martes, Manuel Ortega, uno de los directivos nacionales de El Barzón, fue víctima de una agresión con arma de fuego cuando llegaba a una reunión política privada en la que participarían senadores, diputados y líderes del PRD... Hay muy poco espacio, pero no olvide esto: TAESA, de Carlos Hank, fue castigada por cuestiones políticas tabasqueñas. Ahora, la energía de Carlos Ruiz Sacristán cierra la posibilidad de que los dueños originales la reactiven. Al final, el apellido Vázquez Raña podría comenzar a aparecer como el nuevo sol empresarial del sexenio sinaloense que se cree ha empezado... Y una errata a la que aquí se da humilde compostura: Ignacio Cobos, es esposo de Graciela Trujillo, la secretaria de Educación del gobierno de Roberto Madrazo, y no de Gina, que es hermana de aquélla y que es la carta oculta del madracismo para la sucesión...